Estamos en batalla y en victoria. La ofensiva económica resulta cada día más exitosa en su objetivo de garantizar la distribución de los productos básicos al pueblo. Hemos derrotado este mes de enero glorioso, una vez más, un golpe de Estado que pretendía incendiar al país, con un estallido social inducido.
Está científicamente comprobado, que el objetivo era desatar la violencia y el caos mediante una táctica de guerra socioemocional. La ultraderecha y sus amos del norte, trataron de hacerle creer a las venezolanas, a los venezolanos, que la nación estaba en bancarrota, debido a la compleja coyuntura que se ha producido, de manera inducida también, en el mercado petrolero.
Y salimos airosos. Demostramos, Gobierno Bolivariano, Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB); y todo el pueblo, chavista y no chavista, que queremos la paz y la prosperidad; que juntos superamos el saboteo que los grandes monopolios, los grandes mayoristas, que la burguesía apátrida comercial e importadora estaban implementando para desaparecer los productos de los anaqueles y hacer ver ante el mundo que estábamos al borde de una hambruna.
Es importante destacar que hemos trabajado arduamente, día y noche, sin descanso, para derrotar el golpe económico y lo estamos logrando. El gobierno revolucionario, con el pueblo organizado, está en la calle. Desplegado. Protegiendo a todos y a todas sin distinción de militancia o creencia política. Llamando a todos los sectores que aman esta Patria y quieren la prosperidad y el vivir bien de toda la población, a trabajar juntos para seguir avanzando en paz.
El Gobierno Bolivariano está también de la mano con el empresariado patriota, con el empresariado honesto que apuesta por el futuro y se niega a caer en la trampa del fascismo. Todas y todos unidos para que a cada rincón de la Patria lleguen los alimentos y productos que el pueblo necesita.
Este pueblo ha demostrado que es digno heredero del legado de Bolívar y de Chávez. No cayó en el juego de la violencia, ni del golpe de Estado pese a la feroz guerra psico-emocional que azuzaba el descontento y el malestar colectivo. Las colas como armas de guerra, poco a poco están siendo controladas. El llamado es para que continuemos en esa línea de acción.
Estamos en el deber de denunciar todos los delitos: bachaqueo, especulación, acaparamiento, boicot en las cajas de los supermercados, contrabando, extorsión. Lo estamos haciendo y los resultados se ven. Todavía persisten las colas, pero en muchos casos es por saboteo de algunos distribuidores. Se consiguen los productos esenciales y no hay hambre, ni desespero. Por eso fracasó la ridícula “marcha de las ollas vacías”, en un país donde más del 90% de la población come tres y cuatro veces al día, y más bien se está haciendo una campaña para mejorar los hábitos alimenticios porque debido al consumo excesivo de calorías, estamos presentando cifras alarmantes de obesidad.
Una prueba fehaciente de lo que realmente sucede en Venezuela con los alimentos, fue la megajornada nacional de este sábado en la que el presidente obrero Nicolás Maduro, no sólo aprobó recursos para la consolidación de la red Pdval, Mercal y Abastos Bicentenarios, sino que anunció la creación de una gran red de distribución en alianza con el sector privado.
El propósito es mejorar la logística en toda la cadena de distribución en todo el territorio nacional. Aquí no faltará nada. Es necesario, como lo hemos hecho hasta ahora, tener paciencia, porque recordemos que el objetivo de toda esta componenda que dejó los anaqueles vacíos en la primera semana de enero, así como en los últimos meses del 2014, era derrocar al gobierno constitucional y democrático.
Tenemos esperanza y optimismo porque estamos viendo los resultados palpables. Como dijo nuestro presidente Maduro, hemos tenido respuestas innovadoras, todos los poderes creadores del pueblo activados para derrotar el golpe económico y para iniciar el Plan de Reactivación Económica.
Diariamente se están distribuyendo, un promedio de 10 mil toneladas de alimentos, en 22 mil puntos de venta en todo el territorio nacional. Nadie puede decir que no consiguió qué comer.
El año pasado, se distribuyeron en todo el país, casi cinco millones de toneladas de alimentos, y con esta iniciativa de la red distribuidora mixta, pública y privada, la cifra va a incrementarse este año 2015.
Fíjense cómo se desmontó el golpe con ayuda de todas y todos, que el ministro del Poder Popular para la Alimentación, Yván Bello, resaltó que en 2014, el promedio de distribución mensual era de 300 mil toneladas de alimentos y en enero, de 2015, para neutralizar la contrarrevolución económica, esa cifra aumentó en cerca de 500 mil toneladas. Entonces cabe preguntarse ¿dónde está la escasez? Esa es la prueba indicativa que es un fenómeno inducido con fines desestabilizadores.
Para ello, también se ha puesto mano dura. Hay varios funcionarios presos, comerciantes; personas que han sido deportadas porque vinieron al país sólo para infiltrase en las colas y generar violencia o a formar mafias de bachaqueo; hay empresas ocupadas temporalmente; hay constantes fiscalizaciones. Reiteramos a todas las personas, sea cual sea su tendencia política, que deben continuar haciendo sus denuncias por los mecanismos que se han establecido para ello.
Es hora de cerrar filas por la estabilidad, la paz, la esperanza, el futuro y la producción económica del país. El Gobierno Bolivariano ha dado pasos firmes y certeros al respecto. Cada vez más empresarios honestos, dentro y fuera del país, apuestan por invertir en las iniciativas de este Plan de Reactivación Económica. La misión es mantenernos en la calle junto al pueblo, derrotando al fascismo económico y resteados con el camarada presidente Nicolás Maduro, el hijo de Chávez.
¡Viva Chávez! ¡Viva Maduro!
¡Viva la Revolución Bolivariana!
¡Pueblo y FANB unidos derrotan el golpe económico!
¡Viva la Patria!
Barinas, 25 de enero de 2015