Misión Venezuela Bella

"¿Pa’qué se limpia las patas el que va dormí en el suelo?"

Florentino

Alberto Arvelo Torrealba

Florentino y el Diablo

Por la calle una viejita lentamente se desplaza. Ha salido de su casa temprano en la mañanita. Hoy le pidió a su vecina de harina PAN una taza, pues a ella y a su esposo el hambre no se les quita, con promesas y discursos por muy lindos que estos suenen. Deberá irse caminando hasta el lejano mercado, prefiere patear la calle así los huesos le truenen, a aguantarse los insultos de algún chofer desalmado. Además otros factores exigen tomarse en cuenta, los benditos conductores coleguitas de Maduro, o el colector bien malandro y con cara de zamuro, ya no aceptan los billetes que menores de cincuenta -así sea su propia madre-, les entregue el pasajero. Los carros en mal estado, microbuses vueltos verga, pisos que jamás en su vida habrán visto un latonero, los equipos de sonido reventando un reggaetón, cuando no suena en la radio Nicolás con su monserga y una cuerda de fieros muchachos, faltos de educación. Total que viajar en eso que mal llamamos busetas, dejan en el alma triste, decepciones y amplias grietas, en el corazón, remiendos de esos que llaman infartos y algunos pasajes directo hasta la sala de partos.

Aún la mañana está fresca pero el sol va ya chispeante. La doñita continúa con su paso vacilante. Primero deberá calarse una mamarro de cola, para comprar más barato necesitará efectivo, tarjetas o transferencias para el comercio abusivo dan lo mismo que ponerse en el pecho una pistola. Entonces cambia de rumbo y se va derecho al banco. Un tumulto de abuelitos se aglomera por un flanco, huele burda a Dencorub con pinceladas de orina, a sudores rancios, añejos, mezclados con naftalina. Saluda a los que ya estaban, abraza a un recién llegado, habla un rato, "marca" el puesto donde por suerte ha quedado, se dirige hacia la puerta, habla con el vigilante. Éste con cara de perro le cierra el paso a la doña, manotea, grita algo, ¿le habrá pegado el menguante?. La señora se impacienta y lo manda a comer ñoña. Vuelve al sitio que ha marcado y comenta la insolencia:

- "Vigilante desgraciado, ¿no ve que soy una vieja?, ¿será que no tiene madre?, ¿Qué no ha tenido una urgencia?, ¡voy a hablar con el gerente!, ¡lo tengo entre ceja y ceja!"

- "¡Te aconsejo que te calmes, te va a dar algo mijita!, no le pares a ese loco, vámonos pa’ la placita, ¡si te sigue ese sofoco vas a requerir ensalmes!".

Se van despacio, agarradas y se sientan a la sombra, comienzan a conversar y los lamentos van fluyendo:

- "Mi marido se la pasa todo el día discutiendo"

- "Con las cosas como están de verdad que no me asombra"

- "Recuerda que él es chavista y sólo escucha VTV. Me dice que yo estoy loca, escuálida nihilista, que agarre lo que me toca, del odio que cultivé"

- "¡No le pares a ese viejo, no te des tan mala vida. No le sirvas la comida, pa’ que siga de pendejo!"

- "¿Tú estás loca Carmelita? ¡Mejor que le monte cachos, si no le doy su papita va y le cuenta a los muchachos!. ¡Yo me tengo que aguantar a Diosdado y a la Hojilla, ese hombre es muy delicado y si le digo algo chilla!"

- "Pues amiga te lo digo, las cosas están muy malas, pongo el cielo por testigo, ¡no sé cómo te la calas!. ¿Cómo es posible mijita que ese hombre siga con eso, si ya hasta se nos ve el hueso con la canoa tan bajita?. ¡Este bendito ‘proceso’ nos ha quitado la vida, la dignidad te confieso, la cambiamos por comida!"

- "El viejo con insistencia le echa la culpa al bloqueo que nos lleva a la insolvencia, y también al saboteo. Acusa a la oposición de una conducta entreguista, de implorar una invasión, de su discurso fascista. A veces hasta me siento a escuchar su cantaleta, pues lo que dice no es cuento y la economía aprieta"

- "¡Ah no chica no me digas que te me tiste a chavista! Tengo varias enemigas, puedes entrar a esa lista."

- "Deja la vaina Carmela, mejor cambiemos de tema, que ese es un grave problema que hoy presenta Venezuela. Ahora nadie puede hablar ni expresar sus opiniones sin que alguien te quiera linchar sin tener otras razones. Yo sé, mira que es muy triste llegar a viejo y cansado, por las deudas abrumado después que todo lo diste. No tener pa’ medicinas ni pa’ pagá una consulta, tener que vivir oculta porque si sales te arruinas. ¡Más nunca fui pa’ la playa, nunca más fui para el cine, ¿restaurantes? ¡Adivine, quien pregunte se desmaya!"

- "Y entonces sale Maduro y vuelve a dejar la huella anunciando muy seguro ¡el plan Venezuela bella! ¿Quién va a manejar el plan? ¡Por supuesto un fracasado, un corrupto, un enchufado, un militar de alto rango, alguien quien le pele el mango!, nunca sale del grupito, él tiene su camarilla. ¡Pone al hijo, a su costilla, o vuelve a poné al negrito!"

- "¡No chica!, ¿ves? ¡no eres seria!, ¡por favor deja la histeria, esta vez la lotería calló en Jacqeline Faría!."

- "¿No estás viendo mijitica?, ¡y vuelve la burra al trigo! Escucha bien lo que digo, que esto me lo ratifica. ¿Esa misma Jacqueline no fue la que en dos mil cinco prometió -dios me ilumine- celebrando con un brinco, que ella el Guaire limpiaría, que sería navegable, que su olor sería agradable, que sus aguas sanearía?, ¡Ella estando en sus cabales pidió entonces presupuesto y, como chivo sin cabresto se perdieron esos reales! La Ministra del Ambiente, esa señora Faría, Nicolás con su miopía ha nombrado nuevamente. Ahora esta superestrella administrando el dinero como si fuera un pulpero dirá ¡Venezuela es bella!"

- "Eso es cierto Carmelita, otra jugada imprudente que realiza el Presidente al nombrar a esta abuelita. Además que es un insulto teniendo estas condiciones no amarrarse los calzones y eludir de nuevo el bulto. La gente quiere comida barata y de calidad, ¿qué embellezcan la ciudad, que arreglen una avenida? Todo eso puede esperar, lo que no puede faltar es el arroz en la taza, que el gas te llegue a tu casa, que la luz nunca nos falle, porque eso si es un detalle que se debería cuidar. Combatir el bachaqueo, los salarios aumentar, son formas de evitar peo. No es posible Carmelita que haya tanta impunidad, que a todo le echen tierrita y nos oculten la verdad. ¡Quien robe debe estar preso, sea militar o ministro, que nadie se vaya ileso, que se les haga un registro y sus bienes mal habidos deberán ser retenidos!, ¿Tú puedes creer amiga que nos traten de esta forma, que a la vejez se castiga, que el desprecio sea la norma?, ¿Qué éste mísero dinero que nos otorgan de pensión te lo den con un gotero? ¡Esto es una humillación! ¡Esa platica ya es mía, la gané con mi sudor, ahí dejé mi lozanía!, ¡queda un amargo sabor!, ¡Te lo juro por mis hijos que esta vaina no la aguanto, ya he llorado no sé cuánto abrazada a un crucifijo!. ¡Si, esto tiene que cambiar, reventar la economía, dejar la cabronería, concentrarse en avanzar!, ¡Será Venezuela bella cuando acaben estas colas, que se mueven como olas arrastrando una botella!, ¡Será bella Venezuela cuando los niños de escuela, tengan comida en sus platos y calcen sus buenos zapatos!"

- "Se nos acabó el recreo, negra yo te quiero mucho, y si no te zarandeo es porque también yo lucho. La cola se está moviendo, no hay que perderla de vista, pero una cosa no entiendo… ¿de verdad no eres chavista?"



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Carlos Pérez Mujica


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