El leit motiv de la oposición venezolana es el Presidente de la República. Al hacer un análisis integral del acontecer de los últimos 10 años, se constata este aserto. Un nombre ronda las reuniones, las campañas, los objetivos y los retos que se trazan, pero de manera equívoca. El discurso icónico y textual del espectro mediático, de la capital de la provincia, ha girado en torno a esas 11 letras. El nombre del Presidente como un imán los une, fortalece y los nuclea.
Contendor formidable y extraordinario, catalogado así por prominentes figuras opositoras, al encarnar e impulsar el proyecto político que está en la Constitución y militar fervorosamente en él, les lleva 10 mil millas de ventaja. Vapuleado, atacado, vilipendiado, descalificado, burlado, ironizado y ofendido por la mediática opositora, Hugo Chávez cuenta con un recurso ultraenvidiado: el respaldo popular, que rebasa hoy el 60 por ciento.
Luis Vicente León, aparte de hacer las mediciones de opinión pública que difunde, señala los problemas que acarrea a la oposición nacional este contendor. Le pide a ésta no alegrarse: si el Presidente ha bajado algún porcentaje de popularidad, no significa que el mismo migre a la oposición. Y, el colmo para ellos, agrega que las últimas medidas que se han tomado de expropiación fortalecen al Presidente en vez de afectarlo.
La convocatoria a la marcha oposicionista del 23 de enero estuvo precedida, como es costumbre, por un repique en los medios privados. Fue reiterativo el llamado por la libertad y la democracia, que es el estribillo preferido. Se apela a la utilización de los estudiantes, a los jóvenes, cuya savia se pretende que insufle fuerza a los viejos dirigentes, a un discurso desfasado y a un liderazgo que se diluye cada vez más.
Lo que más amarga a los anclas de TV es "el triste y deprimente espectáculo de la tarima", según apuntan, antes de que concluyan su marcha. El forcejeo y el cabeceo por ver quién va a hablar. ¿Cuál es el orden de palabra? ¿Qué determina que algunos dirigentes hablen y otros no? "Es triste ver como después de la marcha todo el mundo se va, no hay un liderazgo visible", acotan. El 23 de enero el execrado fue Leopoldo López. ¿Dice esto algo?
Periodista / Prof. UCV
Asalia Venegas S.
