Palabras de un periodista rebelde en la entrega “alterna” del Premio Nacional de Periodismo

Desde Venezuela, Valle de los Caracas, a los pies de la gran montaña Guaraira Repano, 27 de junio de 2002

Palabras para ser pronunciadas en la entrega “alterna” del Premio Nacional de Periodismo otorgado hoy
al pueblo venezolano en la Plaza Bolívar de Caracas.

Felicidades a las periodistas y a los periodistas de la Dignidad, y a los otros pues también van nuestras felicitaciones, para que vean que se puede ser amplio y no sectario...

Atención pueblo de Venezuela, no todo está perdido. Los comunicadores sociales no somos todos una cuerda de mentirosos, embozalados y temerosos porque nos puedan quitar el pan de la boca. Hay también gente seria y valiente ejerciendo el periodismo. Ciertamente muchos lo hemos hecho en contextos adversos, pero por eso mismo merecemos solidaridad.

Hay periodistas, camarógrafos, reporteros gráficos, y gente comprometida con la verdad, aunque no lo parezca y les cueste creerlo. Recordemos en este momento ¿Quiénes a lo largo de muchos años han publicado denuncias sobre violaciones a derechos humanos? Por ejemplo, sobre ajusticiamientos extrajudiciales, y quiénes han denunciado hechos de corrupción.

¿Quién les ha atendido en las redacciones de periódicos y otros medios informativos cuando un ciudadano de nuestro pueblo ha sufrido un atropello, abuso de autoridad, o cuando los trabajadores luchan por alguna reivindicación laboral?

Cuando hay represión o protestas de presos en la cárcel de El Rodeo, o antes en el desaparecido Retén de Catia, y empiezan a desfilar por las redacciones los familiares temiendo lo peor con respecto a la suerte de sus seres queridos ¿Quiénes les hemos atendido?

Muchos de los que en algún momento les hemos atendido, estamos aún laborando dentro de las empresas comerciales de medios de difusión.

Y decimos medios de difusión masiva y no medios de comunicación, porque el proceso comunicacional es una relación dialógica en la cual los protagonistas intervienen produciendo mensajes y circulándolos de manera fraterna e igualitaria. No de modo excluyente para imponer una sola visión de la realidad.

Por eso mismo, volviendo al tema de la censura y el silencio impuesto, ocurre que no siempre han sido publicadas o puestas al aire las denuncias que el pueblo hace.

Por ejemplo ¿Qué medio de difusión da a conocer información sobre atropellos, mal servicio o irregularidades cometidas en los bancos y entidades financieras? Salvo quizás la crisis bancaria nacional que estalló en 1993, dada la magnitud del caso.

Pero cuando ha existido censura, les puedo asegurar que no ha sido un reportero quien ha impedido que las denuncias formuladas por el pueblo se den a conocer...

En todo caso ha podido ser un ejecutor de una línea editorial o una política empresarial de silencio. No un periodista, porque si ha sido un periodista en cargo de dirección, al incurrir en esto ha dejado de ser un verdadero periodista.

Cuando la gente de Catia, de la parroquia Sucre, protestó ante la sede de El Nacional, un colega al terminar su turno se marchó, aun cuando le recomendaron que no saliera del edificio. Cuando lo hizo los manifestantes lo rodearon, y él sin inmutarse mucho, sencillamente les dijo que él es un trabajador que en ese momento se iba a tomar un carrito más arriba. No ofreció ningún tipo de excusas o consideraciones sobre posiciones políticas.

Él simplemente les dijo que se iba a la universidad, y que por favor lo dejaran pasar, y lo dejaron pasar. Menos mal que nadie lo agredió, porque habrían maltratado a un periodista ponderado e inmanipulable...

Así que por favor amig@s y compatriotas, controlemos nuestra indignación cuando nos agobie el silencio impuesto y la mentira mediática, y busquemos una manera clara de demostrar nuestro descontento, y sobre todo busquemos una manera de decir las cosas. Pues si nos esforzamos podemos sorprender a quienes pretenden silenciarnos. Y podemos sorprendernos a nosotros mismos.

Hace poco hicimos algo así. No sé, ustedes dirán, pero creo que fue hace poco... Ante el silencio de los medios de difusión y de muchos comunicadores sociales, y personajes que viven del ámbito mediático, el pueblo salió a la calle y los sustituyó, sustituyó a quienes debían informar al pueblo, e hizo uso de sus propios canales de comunicación, y así logró recuperar la democracia pisoteada.

Hay muchas maneras de faltar a la verdad y muchas formas de mentir. Vamos a enumerar sólo algunas:

 

Presentar un aspecto parcial de la realidad, referir superficialmente algunos aspectos importantes y obviar otros. ¿Qué resulta de ahí? Un ángulo desproporcionado, una realidad distorsionada. Cuando el pasado 11 de abril alguien aparece disparando desde Puente Llaguno, pero no se ve a quién se le dispara, surge la pregunta... ¿A quién se le dispara y por qué?

 

Parafraseando a un conocido programa de concursos repetimos la pregunta:

¿A quién se le dispara y por qué?

  • Opción A: A manifestantes de la marcha de oposición que estaba cuatro cuadras más abajo y que no se veían por ningún lado...
  • Opción B: A alguien que les estaba atacando, sin saber exactamente quién o desde dónde les atacaba...
  • Opción C : A gente de su misma concentración de simpatizantes...
  • Opción D: A policías metropolitanos y personas de civil que disparaban a la concentración de simpatizantes del gobierno, escudándose en vehículos blindados y otros refugios...

 

Que el pueblo responda...

Cabe preguntarse también porqué la gente que ocupaba plenamente el Puente Llaguno tiene que correr, esconderse o tirarse al piso. ¿Y de qué y de quiénes se cubrían los que plenaban el puente Llaguno? La información no fue completa, ni hubo mucho interés de ofrecerla completa. Se ocultó deliberadamente información.

Hay otras maneras de deformar los hechos

Extraerlos del momento en que ocurren y cambiarles la ambientación, descontextualizando los acontecimientos. Al seleccionar imágenes y sonidos, al combinarlos, o al escribir sobre un hecho estamos interviniendo y dándoles forma. Una cosa es hacerlo con criterio profesional, seleccionando los aspectos relevantes para no tergiversar los acontecimientos; y otra es deformarlos interesadamente con alguna intencionalidad.

Ahora con las tecnologías de procesamiento digital de imágenes, surgen formas más refinadas para presentar la información, pero también pueden ser empleadas para tergiversarla y manipularla al servicio de intereses particulares. Los recursos tecnológicos utilizados por la televisoras comerciales ante los acontecimientos de Puente Llaguno se emplearon para crear un efecto visual de tela negra en la baranda sur del puente Llaguno. Este recurso se presentó de un modo tan convincente como cuando aparecen los emblemas del Magallanes y de los Leones del Caracas, o bien un oso polar, dibujados sobre el engramado del estadio, y al siguiente segundo desaparecen... ¿Con qué intención se fabricó digitalmente una tela negra en Puente Llaguno? Que el pueblo responda...

 

A pesar de estos recursos hay modos más primitivos de hacerlo. Mentir. Como por ejemplo, emplear unas imágenes de archivo en la que aparecen dos aviones de Cubana de Aviación, y decirle al pueblo, que en alguna de esas naves está saliendo del país, en momento presente, el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela por el aeropuerto La Carlota luego de renunciar a su cargo.

Y decir además que el Presidente ha renunciado, y leer una carta de renuncia que nunca fue firmada ni por supuesto se mostró ante las cámaras.

 

(Esto no lo había escrito originalmente pero es importante destacar lo siguiente. Si un periodista se entera sobre la preparación de acciones delictivas y que atenten contra las instituciones democráticas y las leyes de la República, está obligado por ley a denunciarlo. Si no lo hace pasa a encubrir delitos y a ser corresponsable. Muchos colegas y gente de los medios ha reconocido públicamente haber incurrido en acciones de conspiración y desestabilización. Inclusive ha sido puesta en evidencia su participación en acciones propiciadores de pánico, forjando videos para potenciar un clima de angustia y ansiedad social. Se trata de delitos tipificados por la Ley desde la Constitución de la República hasta el Código Penal, pasando por la Ley de Ejercicio Profesional del Periodismo, que es Ley Orgánica de la República. Pero se ha pretendido amparar actuaciones delictivas alegando ejercicio profesional del periodismo, de lo cual dista mucho).

 

Tampoco se debe confundir la información con opinión. Opinar no es malo, es un derecho de todos los ciudadanos, incluidos los periodistas. La subjetividad, la apreciación particular de la realidad tampoco es mala. Pero opinar requiere una responsabilidad ética, es un arte y una disciplina.

Hoy 27 de junio, Día Nacional del Periodista, se recuerda en Venezuela el nacimiento del Correo del Orinoco, publicación editada a partir de 1818 por el Libertador Simón Bolívar en Angostura, hoy Ciudad Bolívar, territorio que había sido liberado por el prócer Manuel Piar de las fuerzas españolas.

Con este periódico Bolívar y su equipo difundieron opiniones e informaciones a favor de la gesta independentista. Y recordemos que era un equipo el que trabajaba en estas lides, tal como hoy debemos igualmente hacer equipos los comunicadores sociales, los medios alternos y las redes comunitarias con el pueblo.

El Correo del Orinoco se publicó hasta marzo de 1822. Con este periódico de combate se hizo frente a la opinión e informaciones de los opositores al proceso emancipador que eran difundidas por la Gaceta de Caracas.

 

¿Los medios de difusión pueden ser partidos de oposición?

Si un representante de un organismo internacional de derechos humanos (nos referimos a Daniel vivancos del Human Right Watch) señala que los medios de difusión pueden actuar como fuerzas de oposición, es bueno recordar que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela les obliga a difundir información veráz.

Pero está bien, si quieren actuar legítimamente como partidos políticos de oposición, entonces no podrían quejarse por ser tratados por el pueblo como fuerzas políticas que sirven a una parcialidad antes que al bienestar de la colectividad.

Saludamos hoy en nuestro Día Nacional del Periodista, a los medios de información popular, tales como los equipos que producen periódicos y afiches, las carteleras y esquinas para el debate, a las televisoras y radios comunitarias, a las redes populares que promueven la organización social, a las organizaciones populares auténticas no mediatizadas por la partidocracia... A los medios electrónicos, a las páginas web bolivarianas, los foros de discusión y las redes solidarias de correo electrónico, a los hackers solidarios que protegen a las páginas web del movimiento popular... a la radio bemba, y al ciudadano común que hace circular la información con precisión en el momento de las urgencias...

Pero ojo es importante que estos medios no secuestren o reduzcan la posibilidad de expresión a la opinión de grupos cerrados, sino que salgan a la calle a entrevistar a la gente, a buscar noticias, a rescatar el saber popular, a reconstruir la historia de las comunidades, que recojan la poesía y el humor...

Hoy al conmemorar el Día Nacional del Periodista vamos a mostrarles una manera alterna de expresarnos. ¿La mejor? ¿La más adecuada? No sabemos, pero siempre deja una satisfacción poder enorgullecernos y hacer la entrega de premios alternos de periodismo, y entregar el Premio Nacional de Periodismo al Pueblo de Venezuela.

Cristóbal Alva Ramírez, periodista rebelde
cjalva@gerenciasocial.org.ve



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