En estos días de guarimbas y de juegos a desestabilizaciones se han visto otras muchas cosas. Una de ellas es la participación de un grupo de personas que pretenden defender a otras que se han dedicado al pillaje, la piratería y la extorsión (por mencionar algunas de sus andanzas) por décadas en los últimos años en Venezuela. Estos defensores, que aparecen en los medios de comunicación privados diciendo cada día que lo peor que ha podido pasar en Venezuela es tener a Chávez como presidente, al parecer han olvidado muchísimas cosas. Para nadie es un secreto por ejemplo que el señor Marcel Graniel es bien conocido por sus negocios calientes con el expresidente Jaime Lusinchi y que el de cierta forma había ejercido cierto poder en otros mandatos presidenciales. Pero no conforme con eso, este señor no asoma ni el más mínimo sentido de humanidad cuando despide a sus empleados del canal en algunos casos sin reconocerles parte de sus prestaciones o simplemente por pensar diferente a el. O por ejemplo, el sólo acto de haberse hecho de la vista gorda cuando masacraban al pueblo que protestaba para que regresaran a Chávez a su puesto de presidente al mismo tiempo en que su canal se dedicaba a poner tiras cómicas habla mucho de este personaje, es en verdad un joya digna de estudios criminalísticos. Pero el objetivo de este artículo no es hablar de las proezas de este señor, sino de qué es lo que realmente esta defendiendo esta gente que se rasga las vestiduras en televisión y lloran porque no hay ya en Venezuela libertad de expresión. Defienden a caso un canal que no generaba ya en los últimos tiempos una fuente de oportunidades para jóvenes talentos independientes sino que por el contrario de dedicaba a comprar paquetes de telenovelas Mexicanas, Brasileñas y Colombianas que eran un verdadero negocio para Marcel al no tener que pagar actores y sus respectivos beneficios?. O tal vez estén defendiendo a un canal que promocionaba a nuevos artistas los cuales venían de concursos de belleza y para los cuales sabemos que la calidad de sus actuaciones estaba muy por debajo del mínimo requerido?. Me impresiona de gran manera ver como algunas actrices protestan por el cierre de un canal (según sus puntos de vista) que solo presentaba a la mujer como objeto sexual utilizado para el comercio, algunas llegaron a ser parte de ese mismo comercio, habría que preguntarles a éstas en donde quedan los valores y principios femeninos que tanto defienden. Lo mas triste es ver como insultan al presidente y al mismo tiempo defienden a personas como Miguel Ángel Rodríguez, un personaje asalariado de la CIA, que se ha encargado de mentir de una manera desproporcionada y que en cada programa opinaba más que sus entrevistados. Defienden a los mercenarios de la patria, a los comprometidos con los yankees y reniegan de personas que tratan de cambiar las cosas en nuestro país.
Esta clase de personas defensoras por no llamarlas de otro modo, son la representación de un movimiento en donde su bandera es el consumismo, para los cuales sus auténticos líderes parecieran ser los héroes de las películas de holywood y que el hablar ingles y saber algo de la geografía de Europa los hace ser la clase pensante que se merece este país.
Es increíble ver como algunas personas en nuestro país defienden la conspiración, los intereses de otros países por encima del de los venezolanos, ver como defienden la intromisión por los EEUU en nuestros asuntos y permitir a la vez que se esté violando continuamente nuestra soberanía.
Otra cosa más deprimente aún, es ver a algunos movimientos estudiantiles (gracias a dios que no son muchos y la mayoría viene de universidades bastantes elitescas y clasistas) apoyar a estos mercenarios de la información. Que distantes están estos grupos de estudiantes de los antiguos movimientos fundamentados en ideologías políticas claras con ideas de lucha y de nacionalismo. Nunca pensé ver a algún estudiante defender a empresarios monopolizadores, como dicen comúnmente en la calle "hay que estar vivo para ver cosas".
Que sirva esto como lección de cómo los medios de comunicación pueden hacer que cualquier tipo de mente sea manipulada y usada como carne de cañón y que viva una realidad paralela a la actual.
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