Medios privados venezolanos y su conexión con las grandes transnacionales de la comunicación

Los medios impresos en Venezuela, un número significativo de ellos, se alinearon a las grandes transnacionales de la comunicación. Desde que se fundó en Cuba, la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) en 1943, comenzaron las alianzas estratégicas con el imperio del norte. Sin embargo, hubo voces en nuestro país y en América Latina en general, quienes asumieron una postura crítica ante la componenda del imperio y sus secuaces en el mundo de construir una instancia internacional que atentara contra la libertad de expresión, en beneficio del gran capital: Miguel Otero Silva en Venezuela, Carlos Rodríguez en Cuba, Genaro Carnero en Perú.

En un principio la alianza se centró en los medios impresos, y la SIP, se erigió como la primera organización que unificó a toda la prensa derechista. Hoy, la mayor parte de las empresas de comunicación se encuentran inmersas dentro del proceso de globalización, impulsando la reproducción del sistema capitalista y colaborando con el sostenimiento del Statu Quo existente en el globo terráqueo.

I-. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) es un cartel de los grandes dueños de medios impresos del continente, que nació en el marco de la Segunda Guerra Mundial, y se moldeó luego, al calor de la guerra fría, para protagonizar una historia de defensa de intereses oligopolicos, alianzas con los poderes imperiales y atentados contra la soberanía de los pueblos Latinoamericanos. (Yildred Ron, Los Amos de la SIP, 2008, P.5)

Secuestraron para sí a este órgano que en un principio contó con la presencia de periodistas progresistas. En América Latina, se celebraron los primeros congresos incluyendo el fundacional en Cuba. México, Caracas, Bogotá y Quito, fueron las otras ciudades donde se reunió la SIP. En 1950, se efectuó el VI Congreso en Estados Unidos, lugar donde se fraguó de forma abierta, la exclusión de los medios que asumían una postura crítica ante las agencias de noticias al servicio del imperio. Tom Wallace, representante del Departamento de Estado y los oficiales de la CIA, Joshua Powers y Jules Dubois, crearon todas las condiciones para fragmentar y tomar control de la SIP.

En Estados Unidos, muchos de los representantes de la prensa progresista, fueron regresados a sus países de origen. Carlos Rodríguez, tesorero de la SIP, lo detuvieron en el aeropuerto, lo acusaron de comunista e impidieron su participación en el VI Congreso. Fue devuelto a Cuba.

La SIP, a su vez, le dio un golpe a los estatutos originales. El cambio de estatutos permitió tumbar el esquema “un país, un voto” y sustituirlo por “cada publicación un voto”. Como EEUU, era el país con más publicaciones, el nuevo esquema lo favoreció. Pasó de un (01) voto a 424 votos. Para 1950, la SIP contaba con 778 miembros, 424 eran estadunidenses, 314 latinoamericanos y 22 europeos. Además arrebataron a Cuba la sede permanente para trasladarla a EEUU.

El periodista venezolano, fundador de El Nacional, Miguel Otero Silva, en 1948; se refería a la SIP, en los siguientes términos “Los estatutos de la SIP fueron transformado de forma arbitraria, violando para ello sus normas fundamentales y dándole el carácter que ahora tiene, una entidad exclusivamente patronal, de intercambio comercial, estrictamente controlada por los vendedores de papel, agencias noticiosas y los buscadores de avisos que reside en Estados Unidos. Nada más oportuno, en este ambiente, que un periodista”.

Como se puede palpar esta organización empresarial, asociada a la Agencia Central de Información (CIA) a lo largo del tiempo desarrollado una propaganda de guerra sucia contra los gobiernos que han promovido la libertad, el progreso y el bienestar de los pueblos. Por el contrario, han sido cómplices de las dictaduras más atroces, de golpes de Estado y de encarcelamientos y asesinatos a periodistas.

Ayer fue Chile, las fuerzas reaccionarias junto a la CIA y en complicidad con la prensa, la radio y la televisión, derrocaron el gobierno popular dirigido por Salvador Allende. Allí los medios privados lanzaron todo su veneno contra la población, deformando la realidad. Hoy la historia se repite en Venezuela, los medios privados nacionales en alianza con las grandes cadenas transnacionales de desinformación, crean matrices de opinión mal intencionadas con el objeto de confundir a la población venezolana y desacreditar la gestión del gobierno que preside el comandante Chávez.

II-. Los medios de comunicación Transnacional

Hasta comienzo de los años ochenta, la mayoría de los medios de comunicación social no tenían relación de propiedad con agentes extranjeros. Sin embargo, la evolución de ese mercado transnacional ha derivado en la concentración de los medios en el mundo. Estos conglomerados no solo mantienen intereses directos sobre los medios de comunicación social tradicionales (prensa, radio, televisión) sino que también participan activamente en la producción cultural a través de estudios de cinematográficos y musicales, casas editoriales y publicitarias y la inserción en el campo digital. (Medios Globales de Comunicación; Boletín informativo del Instituto de Altos ESTUDIOS Diplomáticos “Pedro Gual (IAEDPG) Año 3, N° 3, Abril 2008)

La creación de este sistema de medios es de reciente data y se enmarca dentro del proceso de globalización del capitalismo global, sirviendo como cómplice necesario para cubrir necesidades de las empresas no mediáticas. Los ocho principales consorcios que controlan los medios de comunicación transnacional son: Wal Disney y Company, AOL Time Warner, Viacom, General Electric, Vivendi Universal, New Corporatión, Bertelsman AG y Sony. De estas compañías 4 son originarias de Estados Unidos y el resto tienen su sede en Francia, Australia, Alemania y Japón. (Idem, Boletin del IAEDPG, Año 3, N° 3; Abril 2008)

Así mismo, en Latinoamérica existen cuatro grandes grupos empresariales que mantienen inversiones en el negocio mediático regional: Grupo Televisa (México); Grupo Cisneros (Venezuela); Grupo Globo (Brasil); y Grupo Clarín (Argentina): Estos conglomerados de mediano orden tienen cobertura en prácticamente toda la región y mantienen asociaciones con las ocho empresas antes mencionadas.


III-. Los medios de comunicación privados en Venezuela y la activación de operaciones de guerra psicológica

En Venezuela, los medios de comunicación privados actúan como satélites de las grandes corporaciones de la comunicación transnacional, CNN, FOX, REUTER, Televisa, RCN, entre otros, sirviendo de plataforma a los intereses de la burguesía internacional, mediante la reproducción de la ideología capitalista. Utilizan además técnicas en operaciones de guerra psicológica para crear matrices de opinión que desconfiguren a los procesos políticos progresistas en América Latina y en el mundo.

Los medios de comunicación apátridas en nuestro país, desde sus orígenes, copiaron y aplicaron los modelos emanados de los grandes laboratorios psicológicos norteamericanos para alienar y desvirtuar la realidad social y cultural del pueblo venezolano. La propaganda, la publicidad, la manipulación el goebbelslianismo, el terrorismo mediático, la imposición de patrones ideo-culturales son sólo algunas de las variables que han intervenido de forma sistemática en la consolidación de la ideología burguesa.

De hecho, en América Latina y concretamente en Venezuela, opera El Grupo Rendón, una subcontratista del Departamento de estado estadunidense, la cual ha jugado un rol relevante en la desestabilización y caída de gobiernos progresistas o gobiernos no alineados con Estados Unidos. Manuel Antonio Noriega y Manuel Zelaya en Centroamérica, Jean Bertrand Arístide y Maurice Bishop en el Caribe, Saddan Hussein en Irak, más recientemente Fernando Lugo, en Paraguay, han sido víctima de dichas operaciones.

En Venezuela fuimos testigos de la artillería pesada de los medios de comunicación privados, los cuales lanzaron propaganda de guerra, minimizaron la estatura de estadista del presidente Chávez, tildándolo de loco y asesino, responsables de las muertes de Puente Llaguno y Altamira, ocasionaron un terrible daño a la población venezolana, sobre todo a los sectores de la llamada clase media, disociándola e incitándola a una guerra civil. Afortunadamente, el poder de los medios fue barrido y aceleraron el nacimiento y desarrollo de un Sistema Nacional de Medios Públicos y Comunitarios, que aunque con sus fallas, permitieron librar la batalla y elevar la conciencia crítica del pueblo venezolano.

Hoy, tenemos el reto de convertirnos en una hegemonía comunicacional que permitan consolidar el proceso político en Venezuela, pasar de una caricatura de Revolución a una Revolución verdadera, que afiance nuestras raíces históricas y culturales y de, un salto radical en la transformación de las estructuras políticas, sociales, educativas, económicas y culturales. Con los medios privados nacionales y transnacionales, no hay revolución posible, por cuanto su artillería continúa operando en la alienación y enajenación del pueblo venezolano, reproduciendo la ideología de la burguesía y moldeando a nuestro pueblo a no tener identidad, conciencia cultura propia, subordinado a sus designios, preceptos y postulados.

lucha.armada@hotmail.com


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