Cambio de ideas en revolución

¿Definiendo un nuevo concepto o conceptualizando una nueva definición?

En esta ocasión, presentamos un artículo que tiene como premisa, la incorporación de nuevos puntos de vista, el contraste entre las palabras definición y concepto, y la presentación de conceptos nuevos, definiciones inéditas y muchos otros aspectos desde los cuales podríamos comenzar discusiones muy interesantes.

Desde hace mucho tiempo, hemos visto como diferentes situaciones se definen como positivas o negativas dependiendo del ángulo desde donde se esté observando. Nos hemos percatado que algunos conceptos son expuestos con matices particulares dependiendo del autor que presenta la situación. Y más interesante aún, resulta el hecho de que las supuestas consecuencias de los eventos descritos anteriormente, tienen un “efecto positivo” sólo para un grupo pequeño de actores, que en muchos casos forman sociedades, grupos sociales o simplemente un conjunto de personas con parcelas de poder que obtienen un beneficio particular, a sabiendas que excluyen a un número representativo y significativo de seres humanos que tienen derecho sobre los supuestos resultados positivos conseguidos.

Me supongo que se estarán preguntando, ¿por qué generalizar tanto? Y ¿qué situaciones se incluyen en todo lo descrito anteriormente? Para comenzar pensemos en una guerra; según el diccionario de la Real Academia Española (1992, 1071, Tomo I) se define esta palabra como: f. “Desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias. 2. Lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación. 4. Pugna, disidencia entre dos o más personas. 5. Toda especie de lucha o combate, aunque sea en sentido moral…”. Como notamos en la definición de guerra que conseguimos en el diccionario, lo evidente lo encontramos con las palabras rompimiento, lucha, pugna, disidencia y por último combate. Y abarcando un poco más, notemos lo que encontramos en los orígenes de la palabra: En hebreo existen varias palabras que se relacionan con la guerra. Una de ellas proviene del verbo raíz qa·ráv, cuyo significado primario es “acercarse”, es decir, acercarse para luchar. El nombre griego pó·le·mos significa “guerra”, y el verbo stra·téu·ō proviene de una raíz que hace alusión a un ejército acampado.

Ahora bien, lo descrito en el párrafo anterior nos demuestra que desde el principio de los tiempos, la palabra guerra siempre ha sido relacionada con todo aquello que signifique rompimiento de relaciones, con lucha, pugna, disidencia o combate. Sí, es claro que implica todo lo descrito anteriormente, pero desde este momento y particularmente desde hace 10 años para acá, nos preguntamos ¿Por qué la guerra no puede definirse como “desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias, para la obtención de una paz más robusta, para ambas naciones? ¿Por qué la guerra no puede definirse como la “lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación, con el objetivo de obtener beneficios para ambas partes? En fin, lo que queremos expresar y dejar claro, es que la definición de ésta palabra, bien podría dársele un nuevo sentido, si tomamos como premisa, que la misma debe servir como mecanismo para la obtención de beneficios para las partes que se involucren en dicha acción. Por ejemplo, podríamos crear la guerra para el beneficio de los países más pobres; en esta guerra estarían armamentos incluidos, sí, pero con la única finalidad de garantizar el orden, para garantizar que las condiciones aplicadas son exclusivamente para beneficiar a ambas partes, para garantizar que los criterios de igualdad son para ambos participantes, y sobre todo para garantizar que ambos bandos armados en vez de ir uno en contra del otro, se unirán para instituirse como el mecanismo garante de igualdad de trato humanitario y repartición de beneficios en un evento como lo es la guerra.

Con todo esto, queremos crear un nuevo concepto de “guerra”, donde inclusive se piense en “bombas de construcción masiva”, sí, bombas representadas por millones de personas actuando para beneficiar a muchos sin importar de quien se trate. Un concepto que implique, la planificación continua de guerras que buscan mejorar los resultados obtenidos en guerras anteriores; que busca la disminución de países pobres mediante la utilización de nueva tecnología que permita mejorar las condiciones alimentarias de éstos.

El segundo y último aspecto al que haremos mención, es el descrito con la palabra hambruna, la cual se define en el diccionario de la Real Academia Española (1992, 1086, Tomo II) de la siguiente manera: “f. hambre grande, escasez generalizada de alimentos”. Y pensando en lo que implica la palabra descrita, podemos decir que la sensación de hambre es algo natural, pero privarse de alimento durante mucho tiempo perjudica la salud mental y física. La privación de alimento induce a la somnolencia, atenúa las emociones e impide pensar con normalidad. El deseo de comer se hace prioritario y se diluyen los valores morales. El hambre extrema puede tener un efecto deshumanizador que lleve al robo, al asesinato e incluso al canibalismo y a menudo el hambre va acompañada de enfermedad y epidemias, que tienen su origen en el estado de debilitamiento de los afectados.

Tomando en cuenta lo anterior, y pensando en la producción de alimento mundial y su correspondiente distribución desigual, podemos afirmar que el origen de la palabra es consecuencia de actos egoístas, de políticas con un toque de mercantilismo más que de humanismo, de pensamientos que involucran intenciones por obtener ganancias sin importar que detrás de ello haya un perjuicio a seres humanos. Por eso, al plantearnos el concepto de hambruna como la antítesis de lo que conocemos hoy día, podemos enmarcarla dentro de las acciones que tienen como objetivo principal, la distribución equitativa de alimentos para todos los seres humanos en ciertas condiciones especiales, permitiéndonos esto fijar en el imaginario de la población un concepto de hambruna, donde la falta de alimento se da solamente en una sociedad copada de variados tipos de alimento (condición especial) y ésta, solo representará la no presencia de un tipo de alimento dentro un universo de alimentos variados dentro de la población, ciudad, continente, etc. En pocas palabras, la hambruna representaría la falta de un alimento dentro de miles que están a la mano de la población.

Como hemos notado hasta este punto, es imprescindible que pongamos posición respecto a qué sentido le daremos a los puntos considerados en este artículo, ya que podríamos definir o conceptuar de acuerdo a lo que nuestra intención mas le convenga, podríamos definir o conceptuar de acuerdo a lo que desde nuestro punto de vista nos parece que es lo correcto, pero lo más importante, y es lo que deseamos transmitir con el contraste que exponemos aquí, es que el resultado final de ambos puntos, no tiene porque generar un resultado adverso, negativo o desfavorable para los seres humanos.

En esencia, la conversión del significado de lo que hasta ahora representan estos dos términos, y otros que no tocamos en este artículo, sólo pueden surgir en una sociedad donde los cambios son en sí, el ejemplo y la puesta en marcha de acciones bien explícitas; donde nunca privará el interés particular sobre el interés general.

caribeanhot7@gmail.com



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