20 de septiembre de 2024.- Un experto en derechos humanos de Naciones Unidas advirtió el viernes que la violencia pandillera se está extendiendo por Haití, mientras la misión respaldada por la ONU para combatir la delincuencia en el conflictivo país caribeño sigue careciendo de fondos y personal suficientes.
La policía haitiana sigue careciendo de la “capacidad logística y técnica” necesaria para luchar contra las pandillas, las cuales, según William O’Neill, quien visitó Haití esta semana, están invadiendo nuevos territorios a medida que armas y municiones ingresan al país a pesar del embargo internacional.
“Las consecuencias humanitarias son dramáticas”, dijo, y advirtió de la inflación galopante, la falta de insumos básicos y “desplazados internos, lo cual aumenta aún más la vulnerabilidad de la población, en particular de los niños y las mujeres”.
Desde abril hasta finales de junio, al menos 1.379 personas murieron o resultaron heridas en Haití, y otras 428 fueron secuestradas, según la ONU.
Mientras tanto, al menos 700.000 personas se han quedado sin hogar en los últimos años debido a la persistencia de la violencia pandillera en la capital, Puerto Príncipe, y más allá, más de la mitad de ellos niños, afirma O’Neill.
Dijo que habló con el jefe de la policía haitiana, Rameau Normil, quien le dijo que sólo cuentan con 5.000 agentes para un país de más de 11 millones de habitantes.
“Es imposible brindar seguridad”, afirma O’Neill que le dijo Normil.
O’Neill señaló que la población de Haití “carece de todo” y añadió que las autoridades deben rendir cuentas “para luchar contra la corrupción y el mal gobierno, que sigue sumiendo al país en una crisis humanitaria sin precedentes”.
Advirtió que la misión actual, dirigida por 400 policías kenianos que llegaron a Haití a finales de junio, ha desplegado menos de una cuarta parte del contingente prometido.
“El equipo que ha recibido es inadecuado, y sus recursos son insuficientes”, afirmó O’Neill.
Washington está considerando una operación de mantenimiento de la paz de la ONU en Haití como una forma de garantizar la financiación y la dotación de personal para la misión dirigida por Kenia, mientras que la ONU ha presionado para conseguir más fondos para la misión actual.