La Justicia Especial para la Paz en Colombia (JEP) informó que aceptó el sometimiento de Salvatore Mancuso, comandante del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), responsable de masacres, torturas, asesinatos y desplazamientos forzados entre 1997 y 2006.
"La JEP aceptó de manera excepcional el sometimiento de Salvatore Mancuso como sujeto incorporado a la fuerza pública, entre 1989 y 2004", anunció el mecanismo de justicia transicional que investiga y juzga los delitos cometidos por los actores del conflicto armado.
De acuerdo con la JEP, el comandante de las AUC tuvo un rol importante para el trabajo que realizaron los paramilitares en conjunto con las fuerzas del orden en Colombia, y ha reconocido su participación en por lo menos 300 asesinatos.
Mancuso ayudó a que paramilitares y miembros del Ejército y la Policía trabajaran en conjunto para perseguir, desaparecer y matar líderes de izquierda, campesinos y líderes sociales.
El ex jefe de las AUC se encuentra detenido en Estados Unidos, luego de que se le acusara de seguir delinquiendo tras la firma del acuerdo de paz entre las Autodefensas y el Estado Colombiano en 2005.
No obstante, la JEP indicó que el ingreso de Mancuso corresponde al concepto de "sujeto incorporado a la fuerza pública" entre 1989 y 2004, pero no es reconocido como paramilitar debido a que aún debe encontrar solución su estatus jurídico en Colombia.
"De acuerdo con la sentencia SU-429 de 2023 proferida por la Corte Constitucional, la situación sobre la libertad del referido señor Mancuso debe ser resuelta por las salas de justicia y paz del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Bogotá, en los términos allí indicados", expresó la magistrada.
Asimismo, la JEP destacó que Mancuso debe seguir aportando información que cumpla con los denominados estándares de verdad en aras de avanzar en la investigación.
Mancuso fue comandante del Bloque Norte y el Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Este viernes dio detalles de su papel como conexión entre las AUC y las fuerzas armadas colombianas.
Contó sobre los acercamientos entre el grupo paramilitar, los mandos militares, estamentos estatales y representantes de las clases política y económica de algunos departamentos, lo cual influyó en la expansión del paramilitarismo.
Aseguró que el antiguo Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) le facilitó información a las AUC para asesinar a líderes sindicales y a personas que supuestamente tenían vínculos con grupos insurgentes.
Con información de Sputniknews / Telesur.