Se conforma en New York grupo de solidaridad con trabajadores venezolanos

30 deabril de 2020.-

Un grupo de trabajadoras y trabajadores socialistas venezolanos y colombianos, radicados en los Estados Unidos, opuestos a las condiciones de explotación y opresión en la que está sometida la clase obrera venezolana, han decidido agruparse para conformar Venezuelan Workers Solidarity (Solidaridad con los trabajadores venezolanos), con el fin de apoyar las luchas y vincularse con las organizaciones de izquierda revolucionaria y activistas por justicia social en EEUU. Se proponen promover el debate en torno a la historia contemporánea de Venezuela y Latinoamérica y divulgar las posiciones críticas de las organizaciones de trabajadores que se oponen a las políticas antiobreras del gobierno venezolano y del injerencismo imperialista de EEUU, sin que esto signifique ninguna concesión a la oposición capitalista que pretende postularse como alternativa.

Venezuelan Workers Solidarity – Venezuelan Voices, se orienta en torno a la construcción de una política socialista independiente, en EEUU y que reivindique internacionalmente la auto emancipación de la clase obrera.

A continuación presentamos el texto de la declaración de principios de la agrupación:

Venezuelan Workers Solidarity

Declaración de Principios

New York, 20 de abril de 2020.

Somos un grupo de socialistas venezolanos residentes en los EEUU, unidos por nuestra solidaridad incondicional hacia la clase trabajadora de nuestro país.

Apoyamos luchas obreras y populares contra la opresión y explotación, y simpatizamos con el combate contra el Estado capitalista venezolano impulsado por socialistas independientes, feministas y anti-extractivistas. Nuestro propósito es promover la solidaridad hacia la clase trabajadora venezolana entre la izquierda y los movimientos por justicia social en los EEUU. Para tal fin promover un debate bien informado sobre la historia contemporánea de Venezuela y Latinoamérica, traducir y divulgar perspectivas críticas desde Venezuela, confrontando la propaganda estatal tanto venezolana como estadounidense, amplificando voces desde abajo.

Nos oponemos a la opresión brutal que el régimen encabezado por Maduro despliega para mantenerse en el poder y proteger los intereses de la burguesía nacional y del capital transnacional, incluyendo intereses estadounidenses. Este régimen se cubre de fraseología pseudo-socialista, tributos al ‘legado del Comandante Chávez’, y la cooptación de organizaciones de base, para servir a redes turbias de capitalistas y burócratas, mientras que administra una de las crisis socioeconómicas más severas de la historia venezolana contemporánea.

En los años de prosperidad, se desperdiciaron recursos y se adquirieron deudas para proveer un subsidio generalizado a capitales venezolanos y transnacionales, sin dejar en pie desarrollo industrial, infraestructura o programas estables de bienestar social. La caída de los precios del petróleo en 2014 empujó al colapso a esta estructura contradictoria, y el gobierno respondió implementando un brutal plan de ajuste para pagar a los acreedores extranjeros y mantener poder y privilegios. La hiperinflación fue alimentada por el ajuste, borrando el valor real de los sueldos en más de 90% en los últimos cinco años, prácticamente eliminando los presupuestos de salud y educación. La corrupción galopante y una mala gestión de la economía fortalecieron la dominación del país por redes de capitalistas y burócratas. Más de cinco millones de venezolanos han emigrado, dejando atrás ‘casas muertas’ y familiares que dependen de remesas o ayuda. Las sanciones financieras estadounidenses aplicadas en 2017, y las sanciones de 2019 sobre el comercio del petróleo venezolano, han contribuido a empeorar seriamente esta crisis, y deben ser denunciadas, sin que ello implique defender al régimen venezolano.

Al Estado venezolano, la retórica de la ‘guerra económica’, sus denuncias sobre el intervencionismo yanqui, y el firme control que ejerce sobre la distribución de alimentos a través de su aparato clientelista, ya no le bastan para garantizar un dominio estable. El régimen ha intensificado la represión política, no solo en el activismo político de la Oposición de derecha, sino también sobre las masas populares y obreras que dice representar. Para abrirle camino a la entrega de industrias, territorios, y fuerza de trabajo, el Estado se ha volcado a una tenaz persecución de activistas obreros, campesinos, indígenas y comunitarios.

Denunciamos la criminalización de la protesta, así como los tratos crueles, torturas, y total ausencia del debido proceso en la detención y encarcelamiento de presos políticos. Exigimos la liberación inmediata de todos los presos políticos, la mayoría de los cuales están encarcelados bajo cargos fabricados.

Al mismo tiempo, no vemos a la Oposición capitalista como una alternativa política digna en la crisis actual debido a su pasado represivo cuando gobernó, su actitud servil hacia sus jefes políticos de EEUU, su corrupción interna, y sus tendencias anti-democráticas, manifestadas más claramente en sus aclamaciones a regímenes opresivos en otros países y su búsqueda del poder a través de pactos con militares.

Nuestra alineación política apunta exclusivamente a los grupos y movimientos en Venezuela realizando esfuerzos para construirse con independencia política tanto del Chavismo como de la Oposición de derecha. Creemos que solo la lucha de la clase trabajadora por su propia emancipación podrá allanar el camino hacia la justicia social y la libertad verdadera.

Como trabajadores y estudiantes en los EEUU también exigimos solidaridad hacia las decenas de miles de inmigrantes y refugiados venezolanos que no tienen una representación digna: mientras que Maduro se mofa públicamente de ellos por ‘limpiar pocetas’ para sobrevivir como inmigrantes, la Oposición aliada con Donald Trump evade tomar una posición digna contra la detención masiva de inmigrantes y refugiados, entre los cuales se encuentran muchos venezolanos, en los campos de concentración de ICE.

Finalmente, nos oponemos a toda forma de intervención y dominación imperialista sobre Venezuela. Mientras que deseamos el fin del tradicional yugo de los Estados Unidos en Latinoamérica, hegemones ‘multi-polares’ alternativos como China y Rusia, y actores sub-imperialistas como Irán y Turquía, se han lucrado enormemente de su alianza con el régimen. Como partidarios de un internacionalismo socialista, de la solidaridad entre los oprimidos y explotados del mundo, vemos paralelos importantes y puntos de contacto con otras luchas alrededor del mundo contra regímenes brutales, contra el capitalismo y el imperialismo.

Como venezolanos, nos encontramos en una situación incómoda en espacios de la izquierda estadounidense e internacional. Discursos románticos sobre logros pasados y anécdotas sobre proyectos a pequeña escala se repiten de forma acrítica para evitar confrontar una situación mucho más compleja. El neo-stalinismo y el ‘campismo’ han proliferado ofreciendo narraciones apaciguadoras que obstruyen una indagación más profunda, la crítica honesta y un recuento necesario de errores, tanto propios como de otros. Hay mucho por aprender del activismo de sirios, iraníes y hongkoneses en combatir estos fantasmas en la izquierda. Nos proponemos participar en la construcción de una política socialista independiente, acá e internacionalmente, alrededor de la meta básica de la auto-emancipación de la clase trabajadora. Esto requiere atención y respeto a las luchas de los pueblos por su autodeterminación, la promoción de la educación política, y la oposición a toda forma de opresión y explotación.



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La fuente original de este documento es:
Laclase.info (http://laclase.info/content/venezuelan-workers-solidarity/)



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