En África nada ha cambiado en siglos, el genocidio de ayer, aun continúa en este continente

Minerales estratégicos y la tragedia de la República Democrática del Congo (RDC)

La historia de África es la historia de las guerras, de la devastación y de las hambrunas; calamidades que afligen a las masas africanas como legado directo del colonialismo y del imperialismo. En los últimos veinte años África se ha convertido en una zona estratégica para el imperialismo, que en la actual fase de decadencia del sistema capitalista, la permanente lucha por los mercados y esferas de influencia entre las distintas potencias imperialistas tiene su escalofriante expresión de violencia en el continente africano.  

Hoy hablaremos acerca de la tragedia de la República Democrática del Congo (antes Zaire). Geográficamente se ubica esta nación en África Central. Su población es de aproximadamente 60.000.000 de habitantes; y la esperanza de vida de su población es apenas de 46 años. En 1960, el Congo se liberó de Bélgica y eligió a Patrice Lumumba Primer Ministro, un Pan-africanista progresista. En enero del siguiente año, Lumumba fue asesinado. En el derrocamiento y asesinato del Primer Ministro intervienen el gobierno de Bélgica y la CIA. Luego de aquel hecho, se instala el régimen de Mobutu Sese Seko, quien gobernó por más de 30 años. La expoliación del Congo durante este periodo, se dio de una forma brutal por una asociación integrada por Bélgica, Francia, Los Estados Unidos y la cleptocracia que rodeo a Mobutu.    

En el Congo hay minerales estratégicos, tales como, el coltán, el cobalto y el uranio. Este país posee el 30 por ciento de cobalto del mundo, el 80 por ciento de las reservas mundiales de coltán. Esto explica la intervención de las corporaciones en el Congo. Más adelante se toca el uso que dan las corporaciones a estos minerales.   

Por minerales estratégicos se designan a todos aquellos minerales que son utilizados en la industria por sus particulares propiedades, siendo sus reservas muy codiciadas por los países industrializados. Demando del lector y de la lectora su comprensión, por la explicación de algunos conceptos y procesos pocos conocidos, los cuales, aunque no son el eje central de este texto, es menester conocerlos.    

Uno de los usos más importantes de estos minerales es su utilización en la fabricación de superconductores, materiales que a cierta temperatura sufren una disminución drástica de su resistividad (= grado de dificultad que encuentran los electrones), permitiendo así el paso de la corriente eléctrica sin impedimentos. Algunas aplicaciones son los imanes superconductores, empleados en dispositivos de levitación magnética, en las máquinas para resonancia magnética nuclear o en el direccionamiento del haz de un colisionador de partículas. Según la mecánica cuántica, cuanto más profundo se penetra en la materia, más energía se necesita. Los dispositivos que permiten esta observación se denominan aceleradores, que se basan en la generación de una determinada energía (cinética) a base de acelerar a grandísimas velocidades, cercanas a la velocidad de la luz, ciertas partículas elementales, esto es, los componentes más básicos o indivisibles de la materia. Los superconductores también se utilizan para hacer circuitos digitales y elementos electrónicos para estaciones base de telefonía celular.  

Coltán, cobalto y uranio se encuentran en las montañas orientales del Congo que son parques nacionales, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El coltán (columbita-tantalita), es una mezcla de minerales del que se extrae tantalio y niobio, ambos metales muy escasos y de similares características: resistencia al calor y buena conducción de la electricidad. Alrededor del 80 por ciento de las reservas mundiales de coltán están en el Congo, un 10 por ciento en Australia y el resto se lo reparten países como, Brasil y Tailandia. Por su importancia, el coltán fue declarado por el Pentágono, mineral estratégico. Por otro lado, el cobalto y el uranio, son elementos esenciales para la industria nuclear, química, aeroespacial y de armas de guerra.  

El motivo del genocidio en el Congo, no es otro, que estos minerales tan necesarios para las industrias fabricantes de tecnología de ‘punta’.  

Por el control de estos minerales estratégicos hay una guerra en la República democrática del Congo. Es el conflicto más mortal desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 5 millones de personas han muerto en la última década. Un aspecto particularmente escalofriante de este conflicto es la masiva violencia sexual utilizada como arma de guerra. La clave de este conflicto bélico está en las reservas naturales de aquél país y en las corporaciones multinacionales que las extraen.  

En este sentido, la guerra en el Congo es patrocinada por los poderes multinacionales. En 1996, Estados Unidos, apoyó una invasión de fuerzas militares de las vecinas Rwanda y Uganda. El motivo que se esgrimía para justificar la invasión era que Rwanda podía contrarrestar así a los hutus, que habían masacrado a ciento de miles de tutsis en aquél país en 1994 y que habían escapado al este a la RDC.  En 1998 tomaron las áreas mineras estratégicas. Según la ONU y otras fuentes, el ejército de Rwanda (detrás, Estados Unidos), utilizaron violaciones y torturas como arma para forzar a la población congolesa a trabajar en las minas como mano de obra barata. El coltán sale de las minas a través de Rwanda. Las empresas transnacionales con capacidad tecnológica convierten el coltán en tantalio en polvo y lo venden a Nokia, Motorola, Compaq, Sony y a otros fabricantes que lo usan en teléfonos celulares.  

Según investigadores-periodistas, grandes corporaciones como la Cabot Corporation y al OM Group, de Estados Unidos; la HC StarcK de Alemania; y la Nigncxia, de China apoyan la guerra. En este genocidio participan también distribuidores de armas como Simax y las compañías que fabrican material de guerra para el Pentágono, como Lockheed Martin, Halliburton, Northrop Grumman, GE, Boeing, Raytheon y Bechtel.  

Como se ve, la guerra del Congo se construye con las inversiones de corporaciones multinacionales de Estados Unidos, Alemania, de China y Japón en la región.  

Asimismo, las guerras que han estado asolando el continente africano estas últimas décadas han estado detrás una u otra potencia imperialista, apoyando con sus ejércitos y cuerpos supra-gubernamentales a las corporaciones. En las últimas doce guerras, Estados Unidos proporcionó armas y entrenamiento militar. En el 2002 el World Policy Institute, con base en Nueva York, publicó un informe que revelaba que Estados Unidos había enviado 1.500 millones de dólares en armas y formación militar a África durante la guerra fría (1950). Desde 1991 a 1995, Estados Unidos, proporcionó ayuda militar a 50 países de África y entre 1991 y 1998 la venta de armas y programas de formación militar a África ascendió a 227.000 millones de dólares. En resumen, desde el final de la guerra fría, la política militarizada de los Estados Unidos y de sus aliados ha transformado a África en el continente más pobre y devastado por la guerra de los inmensos recursos naturales.  

Actualmente, el Pentágono construye una enorme base militar de mil hectáreas de extensión en la localidad costera de Tan Tan (al Sur de Marruecos), cerca de la antigua colonia española del Sahara Occidental y frente al archivo canario. El AFRICOM o VI Mando Militar Regional de Estados Unidos en África permitirá el control de los movimientos yihadistas en la zona del Sahara-Sahel. También permitirá rápido acceso a los campos petrolíferos de Nigeria y del Golfo de Guinea. El Departamento de Defensa –o Pentágono- es asegurar estabilidad, seguridad y gobiernos responsables en África. Pero, estabilidad para el Pentágono significa en realidad preservar los intereses de Estados Unidos, esa es la verdadera estrategia militar que rige la geopolítica del imperialismo.  

marialinares36@yahoo.es



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