Es difícil explicar que los
hombres del narcogobierno militar y paramilitar de Uribe presten su
aquiescencia al ejercicio del poder por parte de otros hombres, para
que procediendo a nombre del gobierno denominado plan Colombia los priven
de su libertad, les quiten el trabajo desplazándolos de la tierra,
se apoderen de las riquezas de la nación y el pueblo que lleva años
marchando en situaciones de afrontar asesinatos privando a sus seres
queridos de sus bienes y de sus vidas.
La teoría de las revoluciones
por las armas como derecho divino ampliamente aceptada por las sociedades
pasadas, ideológicamente convencidas para ofrecer la vida, ha dejado
de prevalecer como fuerza insurgente adecuada a las nuevas revoluciones
pacificas que buscan la industrialización socialista. Ya las armas
no tienen mayor fundamento para la teoría ni la practica revolucionaria
para atraer o imponer voluntades a los demás quedando como lesivo y
peligroso ante los ojos de los pueblos, de las nuevas y viejas generaciones
que ansían un cambio de sistema económico. Si el sistema de seguridad
democrática impuesto por Uribe y Washington es suficiente para intimidar
a las sociedades de manera que no se resista a ninguno de sus actos,
ese mismo sistema de poder guerrillero ya no basta para obligar a aprobar
un acto distinto como el que ustedes quieren en igualdad de oportunidades
para todos los colombianos camaradas de las FARC. La imposibilidad de
dar con una explicación satisfactoria ha llevado a muchos especialistas
sociólogos y psicólogos a renunciar a la doctrina que explica la legitimidad
de las fuerzas subversivas en término de armas y fuerza solamente.
Pero a estos mismos especialistas les ha resultado difícil dar con
una explicación satisfactoria de los factores que determinan las funciones
del gobierno que habrán de aceptarse como legitimas. Dentro de los
nuevos estados revolucionarios las condiciones todavía están como
probabilidades, si muestra como y donde se deben decidir las funciones
sociales que desempeñaran el pueblo y el gobierno, eso ya es bastante,
son los límites para saber si el Estado esta preparado para administrar
la revolución, cuando no, los limites de lo que eventualmente podría
realizar. Del mismo modo se combate un cuerpo de costumbres y leyes
nacionales e internacionales que permiten caminar en el cambio y en
la integración tendiente a modificar las funciones que se espera que
los pueblos desempeñen en el cambio y diseño del sistema.
Los gobiernos están experimentando
el poder dado en las urnas. La gama de actos revolucionarios esta comprendido
entre ambos extremos de la política, la influencia de nuevos partidos
políticos que inciden notablemente en los procesos revolucionarios
de Bolivia, Ecuador, Venezuela, Paraguay, les demuestra que ese es el
camino, buscando y preparando el terreno a la política sin repetir
lo de la UP. Las situaciones geopolíticas de la región y el mundo
ya no son las mismas de 1980 por lo tanto la integración revolucionaria
los apoyara, acogerá, porque ya a las naciones no les resulta tan fácil
refugiarse en el anticuado concepto de asuntos internos de cada país.
Nadie respeta ni teórica ni prácticamente los asuntos internos cuando
se habla de revolución energética o alianzas revolucionarias en la
necesaria integración para sacar avante la revolución.
Las FARC políticas nos hacen
falta en Colombia, su peso revolucionario, experiencia y convencimiento
ideológico ayudaran a las revoluciones en los países ya no con las
armas ni el camuflaje de la selva, necesitan un nuevo partido político
que encare a los caducos y militaristas conservador y liberal transformados
en capiconservador y neoliberal respectivamente. No pudieron en 50 años
arrebatarle la toalla al comandante Marulanda por un lado. Por otro
lado las guerrillas han sido y serán los abanderados de los pueblos
de izquierda. Empuñar un fusil siempre será una opción valida para
luchar contra las dictaduras opresivas y represivas. Pero lo ustedes
camaradas los esta carcomiendo por dentro y es un pésimo precedente
para los pueblos revolucionarios y para la guerrilla mas antigua del
mundo. La estrategia imperial del dinero utilizado por Uribe a mayor
escala para el sapeo y la traición le esta dando resultado, el cansancio
mental por el cerco impuesto a las vías logísticas, su descuido en
sembrar parcelas para su alimentación, el terreno entregado a los paras
desde fines de los 90 no fue solo geográfico se entrego en bandeja
a la gente campesina que Uds. debían defender de los paracos
militares traducidos en una enorme masa de gente desplazada, problemas
agravados por tres tras la muerte de tiro fijo afectando la ideología
y disciplina en las filas de las FARC. No se puede hablar de guerrilla
con opción para triunfar solo desde el campo, la densidad poblacional
esta en las ciudades así como el capital industrial y político. Sobrevivir
tras campos minados tampoco es lucha guerrillera camarada Cano.
Perdida de Marulanda que ni
usted camarada Cano ni el mono jojoy han podido reemplazar por carecer
de peso en las filas de los comandantes guerrilleros y en las tropas.
No pueden permitir que la actual degradación continué en las filas
guerrilleras. La traición no terminaran con las FARC, pues desde Adan
y Eva es parte del vivir humano pero los últimos acontecimientos desde
Ingrid hasta acá hace intuir una podredumbre interna que es necesaria
parar camarada Cano, todo tiene un tiempo y el tiempo de las FARC EN
ARMAS TERMINO. Nace las FARC políticas que Colombia y las revoluciones
Sudamericanas esperan, esa la utilidad revolucionaria de las FARC en
los actuales momentos históricos que vive el mundo. Salgan y reincorporasen
a la vida civil, el mundo latino es otro, ayúdennos en ideología convencida
faltante revolucionario en los pueblos.
Bienvenidos camaradas de las
FARC, su partido no puede ser los ya existentes en la izquierda con
ningún pololiberal, podría ser Fuerzas Aliadas Revolucionarias de
Colombia solo por decir algo. El nombre del partido político saldrá
de ustedes miembros de las FARC pero ya. Las elecciones en EEUU, el
fortalecimiento de los procesos revolucionarios en la región por su
integración, la recesión económica del capitalismo y su crisis política
es una invitación para destruir de una vez por todas la excusa de Uribe
para el sostenimiento del plan Colombia. La alternativa revolucionaria
que representa el ALBA en el continente los espera.