Reunido con Posada, el terrorista Rodolfo Frómeta llama a asesinar a líderes cubanos

Miami
JEAN-GUY ALLARD

Más que nunca sigue la impunidad: Rodolfo Frómeta, Jefe de los Comandos F-4, una organización terrorista con amplia trayectoria de actividades criminales contra Cuba, acaba de lanzar durante varios días en una radio de Miami llamamientos a favor del asesinato de dirigentes de la Isla.

Frómeta se jactó de dedicarse para ese fin al tráfico de armas ilegales además de revelar que se encuentra en contacto con Luis Posada Carriles, terrorista en espera de decisiones judiciales.

Sin que el FBI de Miami manifieste el menor interés aunque tenga antecedentes por terrorismo, Frómeta ha desarrollado desde el 28 de febrero hasta el 2 de marzo una campaña de recolección de fondos y de reclutamiento sobre las ondas de Radio Mambí, a pesar de que tal actividad es específicamente sancionada por las leyes federales de comunicaciones.

"Esa gente no van a entregar el poder, esa gente hay que matarlos", ha lanzado, histérico, Frómeta, el 29 de febrero sobre las 9 PM ante Martha Flores, en su programa La Noche y Usted, al predicar el magnicidio de varios dirigentes cubanos.

Entre las compras obligadas de Comandos F-4 aparece un arsenal abundante cuyas fotos Frómeta exhibe constantemente a sus interlocutores.

El día primero de marzo, siempre en Radio Mambi, Jorge Rodríguez, el animador de La Opinión de la Calle, comenta que está mirando "ciertas fotografías que me ha dado el "comandante" Frómeta sobre armamentos, ametralladoras, armas semiautomáticas, armas automáticas, etc., que Comandos F-4 ha comprado".

"LAS PRACTICAS QUE HACEMOS EN DOS PAISES AMIGOS…"

Frómeta aprovecha entonces para señalar el alto costo de aquellas armas, todas ilegales. "Este fusil que yo le estuve enseñando a ustedes aquí vale 2 100 dólares", subraya.

El terrorista parece suficientemente seguro de la impunidad de la cual se benefician él y muchos otros delincuentes en la Florida, para jactarse de las actividades paramilitares que mantiene su organización… y de sus costos.

"La práctica militar que hacemos aquí en territorio norteamericano… en cualquier práctica de esas se van 400 ó 500 dólares sobre los tiros que se llevan, todo lo que se usa, el alimento que se le da a la persona, todo eso cuesta dinero".

También habla de actividades similares realizadas fuera de Estados Unidos: "La práctica que hacemos en dos países amigos militares cuesta mucho más de 500 y 600 dólares y cualquiera que ha pasado las Fuerzas Armadas puede saber esto".

Hablando de su "personal", Frómeta cita el caso de Miguel Juveira "que perteneció a la US Army" y que hoy, afirma, prepara a los comandos de su organización. "Fue miembro del ejército americano por cinco años, es un muchachito joven y hoy es una de las personas que está dispuesto a formar instructores"

Siempre Frómeta insiste sobre sus objetivos: "Estamos recaudando fondos para la parte militar y cuando se dice recaudando fondo es porque estamos haciendo entrenamiento militar dentro y fuera de los Estados Unidos".

"QUIERO SALUDAR A NUESTRO AMIGO POSADA CARRILES"

El 29 de febrero, en el programa En mi opinión de Lourdes D' Kendall, a la esposa del "líder" de los Comandos F-4, Teresita Díaz, se le escapa la información de que su marido está en contacto con Luis Posada Carriles, terrorista internacional reclamado por Venezuela, en espera de decisiones de la Corte de Apelación de la Nueva Orleans y de un Gran Jurado reunido en Nueva Jersey.

"Quiero saludar a nuestro amigo Posada Carriles, el cual sé que nos está escuchando", lanza "Teresita" con su espontaneidad algo ingenua.

"Quiero mandarle un saludo muy especial, igual que a Orlando Bosch", añade antes de elogiar a Eduardo Arocena, el único terrorista cubanoamericano encarcelado por sus crímenes.

"Quiero decirle a Posada que el domingo que habló con Frómeta no tuve la suerte de poderlo saludar personalmente pero que desde aquí le mando todos mis saludos", insiste.

UN AMPLIO EXPEDIENTE DE ACTIVIDADES TERRORISTAS

Las elucubraciones de Frómeta, a menudo al borde de lo ridículo, pudieran ser consideradas inofensivas si no existiera, acerca del personaje, un amplio expediente de sus actividades criminales desde ya muchísimos años.

En 1981, mientras pertenecía a Alpha 66, fue enviado a Cuba para cumplir varias tareas criminales, como envenenar ganado, quemar cañaverales y destruir cítricos. Hecho prisionero por las autoridades cubanas, fue encontrado culpable y condenado a diez años de reclusión.

En 1994, después de regresar a Miami, Frómeta fue de nuevo detenido con otros seis individuos, esta vez en el Golfo de México, por una patrulla de la Guardia Costera estadounidense. En la embarcación que ocupaba, se descubrieron 50 armas, 26 000 cartuchos y varios miles de dólares.

Sin embargo, beneficiándose de la complacencia de autoridades judiciales asesoradas por la CIA, regresó tranquilamente a su domicilio miamense a proseguir sus actividades criminales.

En junio del mismo año, Rodolfo Frómeta es arrestado de nuevo, con otro veterano terrorista de Alpha 66, Fausto Marimon, mientras compraban un cohete antiaéreo Stinger, tres cohetes antitanques M-72, explosivos C-4 y un lanzagranadas. Un arsenal suficiente para causar unos daños desastrosos en ataques contra la Isla o en otros países.

El "vendedor" de estos armamentos era un investigador encubierto de la policía federal, quien inculpó a Frómeta y su socio ante los tribunales. Sin embargo, un juez sospechosamente complaciente regaló a Frómeta 41 meses de cárcel. De forma tal que el terrorista ya estaba de nuevo en la calle en septiembre de 1997.

Frómeta estuvo a menudo contactando con figuras conocidas del terrorismo miamense tales cómo Roberto Martín Pérez, del comité paramilitar de la Fundación Nacional Cubano-Americana, y Guillermo Novo Sampoll, asesino del dirigente chileno Orlando.

Siempre se jactó de ser "socio fuerte" de Lincoln Díaz-Balart, congresista cubano-americano.

En el juicio trucado de Los Cinco cubanos, Rodolfo Frómeta compareció, el 27 de marzo del 2001, y confesó, sin la menor preocupación, tanto sus actividades de entrenamiento militar con Alpha 66 y Comandos F-4, como los alijos de armas y explosivos en poder de ambos grupos e "incursiones" armadas desarrolladas contra Cuba.

Un cable de la agencia española EFE fechado desde Miami, el 4 de septiembre 2002, revelaba que Luis García Morales, "un capitán en retiro de la Guardia Nacional de Venezuela" hizo conocer "hoy miércoles en Miami, una alianza con un grupo de exiliados cubanos", los Comandos F-4, para realizar actividades en contra del Gobierno venezolano del presidente Hugo Chávez.

La asociación confesada de Frómeta con Posada Carriles cuya participación a actividades del grupo terrorista Alpha 66 ha sido recientemente revelada por la revista Salon, demuestra una vez más la total inercia del FBI ante el terrorismo anticubano, una actitud en la cual los servicios de inteligencia norteamericano no pueden estar ajenos.



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Jean-Guy Allard


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