Muy pero muy por encima de sus detractores, el deceso del PAPA FRANCISCO y sus disposiciones testamentarias firmadas años antes, van siendo comentadas, sopesadas afectuosamente, o atacadas por aquellos que, en vida del primer PAPA latinoamericano en la historia, hizo de su actividad de Sumo Pontífice de la iglesia católica, apostólica y romana, un período que dejó atrás por perniciosos a los PAPAS de inocuidad disimulócrata de la ultra derecha donde se integran Cardenales reacios, muestra a la vista de la opinión pública, a raíz del deceso de FRANCISCO cuyas acciones hemos visto sin compromiso social con factores del capital multi millonario al cual estuvieron apegados otros Pontífices.
En varias oportunidades vimos a El Vaticano acomodarse a irregularidades financieras non santas del Banco Ambrosiano, donde estuvo involucrado un venezolano ya fallecido, el Cardenal Castillo Lara, adherido a otros jerarcas vaticanos iguales o peores, ejercitando una política acomplejada de anticomunismo al respaldar ilegalmente sus argumentos politiqueros insertados obligatoriamente en la homilía de las misas. En Venezuela y ya retirado de actividades en la Santa Sede, Castillo Lara dueño de terrenos inmensos en Güiripa, asistió a la importante Misa de la Divina Pastora en Barquisimeto un 14 de enero y por su jerarquía le solicitaron oficiar el acto eclesiástico, el prelado puso una torta reflejada el mismo día en trasmisiones de radio y televisión en vivo y al día siguiente en los periódicos.
Lleno de furia incomprensible para su oficio a menos que fuese su intención de ancianidad, exhibió incontenible ira anticomunista perorando con mordacidad su rabia al gobierno de Hugo Chávez; ante las incontenibles críticas del prelado politiquero a ultranza, parte de los asistentes a la misa le solicitaron por favor evitar el tema político y optaron por irse del templo barquisimetano, Castillo Lara les gritó "váyanse, váyanse, sálganse de la iglesia", hecho filmado por reporteros de la TV, prensa escrita y emisoras de radio en vivo, feligreses considerándose ofendidos abuchearon al desafiante Cardenal Castillo Lara y quedó para la historia desagradable y virulenta semejante incidente.
No me queda la menor duda que, aún existen entre sacerdotes, obispos y cardenales venezolanos quienes han hecho historia insólita, recuerdo al Padre de apellido Palmar, quien a la muerte de Hugo Chávez escribió en las redes sociales esta frase insólita "Que viva el cáncer"; esa clase de ministros de la iglesia católica son, no solo odiosos sino sembradores de disociación psicótica. Triste resulta sean venezolanos estos prelados enemigos de la iglesia católica y por supuesto lejísimo del pensamiento del PAPA FRANCISCO y su ejemplar humildad, además del respeto a la oración hacia Nuestro Señor Jesucristo cuando oramos diciendo "DIOS Y HOMBRE VERDADERO CREADOR PADRE Y REDENTOR NUESTRO".