Crítica ácida

Venezuela berraca en ayuda a colombianos y en paz frente al mundo complotista

El desastre de la casi octogenaria guerra civil de la nación vecina donde no han sabido mantener gobiernos verdaderamente republicanos y realmente independientes, sin complejos pitiyankystas tras el poder, lo afrontamos desde Venezuela socialista siglo XXI, sin pararle al gamelote verbal de sus elegidos, somos y continuaremos siendo ejemplo cordial e inteligente con la concordia iniciada en justa neo liberación arrancada en 1999.

Redactando esta ácida pero constructiva, (frase lema de la opinión), voy enterándome del discurso el 20 de enero del Donald Trump de las barrabasadas, el empresario multimillonario dos veces electo presidente de los intereses gringos en el mundo, tratando de justificar la debacle imperial del capitalismo salvaje que, a él, a Trump, lo encumbró desde muy joven, pasando por encima de sus manías amorales.

"Pondré fin a la guerra en Ucrania, detendré el caos en Oriente Medio, evitaré una tercera guerra mundial y no tienen ustedes ni idea de lo cerca que estamos»" expresó este orate global, el 47 o cuadragésimo séptimo presidente de EE.UU., militante republicano quien abordó cuestiones de defensa y evocó sus planes ya mencionados anteriormente, empezar la construcción de un escudo antimisiles nacional o Cúpula de Hierro. Sucesor del demócrata Biden, Trump integrante del partido republicano también afirmó que, bajo su mandato se desclasificarán los documentos secretos sobre el asesinato del presidente, John F. Kennedy en 1963 y del activista de derechos civiles Martin Luther King en 1968.

Lo de Trump es indicativo que sus paisanos estadounidenses, los mismos que desde Superman de verdad creen ser amos del mundo, han confiado en este ultraman de los engaños, el Trump que negocia, se reúne, anuncia, cede en convenios con sempiternos rivales de los estadounidenses, pero anuncia para nosotros al sur del Rio Grande en la propia América norteña, central y del sur, cientos de decretos para envainarnos, amanecerá y veremos, porque por ejemplo en Venezuela con Maduro Moros, en Honduras Xiomara Castro, otros presidentes entre ellos el cubano Díaz Canél, el nicaragüense Daniel Ortega y varios más en el CARICON, no comemos coba, verán entonces y tomarán en cuenta Petro y Lula si se dedican a resolver sus problemas y meten la lengua solo para degustar comida, antes de perjudicarnos como lo han hecho a pesar de ser "socialistas".

La decretorrágia de Trump es de observar, conociendo a no dudarlo, en peleas con sus colaboradores y buscando envainarnos a los latinoamericanos en particular a los nuestros pero habitantes en gringolandia donde tienen importancia laboral y pagan impuestos, están preparados, se lo dijo en especial a la mayoría mejicana en tierra de los USA, la valiente Presidenta de los aztecas, Claudia Sheimbaum, porque anunció que, nunca serian esclavos de nadie, ni tutelados por autores de intromisiones e invasiones pasadas, en los consulados mejicanos en EE UU hay abogados preparados para defender a sus compatriotas a quienes Trump amenaza con quitarles la nacionalidad si nacieron en territorio estadinenses, decisiones aztecas frente al orate Trump lo enfrentan desafiando parte del entorpecimiento declarativo que, empieza otro ciclo de auto desprestigia y por mucho que, su capitalismo salvaje se haya acostumbrado a mentir, ahora como Presidente de nuevo invente e excusas imperiales internas, sepa que al final sus decisiones perjudicarán a la economía de empresas en EE UU, se le está volcando ya desde la gélida toma de posesión, la dinámica del pueblo observador amante de la paz, la ignorancia derechista estadinense no llega a tanto, repito hay frustración en los sueños de dominar al mundo, solo alcanzada en el cine y la TV.

Trump alardea contra Groenlandia, igual descalifica a su vecina Canadá y promete apoderarse del Canal de Panamá, aún con el Presidente istmeño derechista Molino, obligado a defender públicamente a los terrenos del Canal Interoceánico, este cobardón y su tembleque actuación ante La Casa Blanca, es muy parecida a la del borrachito, el Edmundo, o a la irascible y pavosa Corina y al olvidado ladronzuelo Guaidó, ya apestosos para los USA e internacionalmente más allá de sus amados dueños.



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Luis Sánchez Ibarra


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