Haití o La Rebelión de los pobres

Haití un país muy pobre, toda la vida explotado por extranjeros o políticos que se provecharon para enriquecerse a costillas del pueblo haitiano.

Al igual que cualquier revolución, lo sucedido en Haití fue consecuencia de una grave crisis que causaron que la población se levantara en armas contra las grandes desigualdades existentes, siendo esa la razón por la que debemos enumerar las causas de este evento clave en la historia.

Problemas esclavistas

En Haití la economía se basaba en el esclavismo, siendo esencial para la producción de azúcar, el cacao, tabaco o el café. Haití se convirtió en una de las colonias más rentables del mundo, causando que los esclavos negros traidos por barco desde el Africa, tuvieran cada vez más trabajo y su situación fuera más dura. La mortalidad de los esclavos era cada vez mayor, por el excesivo trabajo, por enfermedades como la malaria o la fiebre amarilla.

Los cimarrones

La crisis de los esclavos hizo que muchos de estos huyeron a la selva y se convirtieran en cimarrones, siendo esclavos rebeldes que vivían como podían y atacaban a los esclavistas para conseguir alimentos. La aparición de los cimarrones fue el comienzo de la formación de grandes grupos rebeldes que luchaban contra la esclavitud y con el paso del tiempo la base de las revueltas esclavistas.

La demografía

La necesidad de mano de obra para seguir produciendo el azúcar necesario para su venta a Europa hizo que la población esclava aumentara a gran velocidad, y en poco tiempo fueran mucho mayor su número que el de esclavistas. Aunque se llevaron a cabo centenas de asesinatos y castraciones por castigo esto no fue suficiente y en un punto el número de esclavos era de 10 por cada esclavista,

La Revolución Francesa

Las ideas de la revolución y de que todas las personas eran iguales, incluso los esclavos, hizo que los haitianos vieran con buenos ojos las ideas revolucionarias

Un Líder

Toussaint L'Ouverture fue un líder clave en la Revolución Haitiana. Era un libertado y un estratega militar brillante que logró unificar a muchos grupos rebeldes para luchar contra el ejército francés. En 1801, L'Ouverture logró el control sobre gran parte de Haití y proclamó una constitución que abolió la esclavitud y estableció un gobierno negro autónomo. En 1791, los esclavos en Haití se rebelaron contra sus amos franceses. Esta revuelta fue dirigida por líderes como Toussaint L'Ouverture y Jean-Jacques Dessalines. Estos líderes aprovecharon las tensiones sociales para liderar una rebelión exitosa que eventualmente llevaría a la independencia y a la abolición de la esclavitud.

Haiti un pueblo olvidado

Henry se ha esforzado por contener la violencia, que es un importante impedimento para la celebración de las cruciales elecciones que llevan tanto tiempo aplazadas. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, grupos armados han tomado el control de grandes zonas del país. La población sufre hambre, violencia generalizada y desplazamientos. El país no tiene mandatario. Para colmo de males, el 12 de enero de 2010, un terremoto de 7,3 grados de magnitud sacudió Haití. Más de 220.000 personas perdieron la vida y más 300.000 resultaron heridas.

Haiti, el pais de la pobreza y abusado por todos, en lugar de ayudarlo lo unden mas.

La intervención militar de Haití en 2004 o golpe de Estado en Haití de 2004 surge como una revuelta armada contra Jean-Bertrand Aristide. Este había asumido la presidencia de Haití en febrero de 2001, tras ganar las elecciones por el 91,69% de los votos. las pandillas de pobres controlan el 80% de Puerto Príncipe, según estimó el Departamento de Protección Civil del país el pasado 16 de agosto.

Haiti actores extranjeros decidiendo su destino. El magnicidio ocurrido en junio de 2021, en Haití, contra su presidente Jovenel Moïse, abrió el escenario de una disgregación social de la nación haitiana.

El hecho, perpetuado, entre otros, por ex militares colombianos en la propia casa presidencial y financiado desde empresas de seguridad de Miami ―según han señalado tribunales de la ciudad del sureste de EE.UU.―, ha conducido al país a una situación más complicada. Aquí estamos hablando de una fragmentación social, con disímiles actores en pugna, que desde el mes de febrero ha llegado al paroxismo.

La actuación de estos militares colombianos da cuenta de una intencionalidad velada, desde el exterior, por conducir a Haití a una situación como la que está viviendo.

Las redes sociales también han hecho su "magia", difundiendo fake mediante la clásica y colonial acusación de canibalismo entre los habitantes, para promover la imagen de un país. " que, "irremediablemente", tendría que ser intervenido.

El 7 de febrero indicaba constitucionalmente la fecha tope para la salida del gobierno actual, compuesto básicamente por el primer ministro Ariel Henry quien, desde Puerto Rico, renunció a su cargo, aunque realmente nunca fue juramentado en el mismo. La ilegitimidad del gobierno, desprovisto ya de su período constitucional para gobernar, y una agudización de la situación de "vacío de poder", ha permitido la potenciación exponencial de grandes bandas armadas, algunas lideradas por conocidos ex funcionarios, que han venido avanzando en la toma de diversos espacios del país y además se vienen perfilando como actores políticos. Desde hace muchos años, las bandas controlan sectores de la periferia y centro de Puerto Príncipe, pero las últimas semanas han venido avanzando hacia el resto del país, logrando controlar ingentes territorios.

Su accionar también se viene pareciendo más al de un grupo armado con incidencia política y nacional: han atacado puestos policiales, han tomado cárceles y liberado a los presos, ya han entrado en barrios acomodados, demandaron la renuncia de Henry y, según medios internacionales, impidieron que el primer ministro volviera, cercando el aeropuerto, el rechazo contra Henry y contra la participación de exmilitares colombianos en el magnicidio, habría logrado coordinar la actuación de las bandas, que pasaron a tener un enemigo en común, un adversario superior: el gobierno sostenido solo por potencias extranjeras. Surgen grupos de autodefensa que tratan de hacer frente a estas bandas y a la situación de acecho generalizado que sufre toda la población, que llevará a Haiti directamente a una guerra civil que acabará en genocidio".

Henry aceptó renunciar desde Puerto Rico y, por intermediación de la Comunidad del Caribe (Caricom), se planteó la instalación de un Consejo Presidencial de Transición que debe nombrar un presidente interino y convocar, en un tiempo perentorio, a elecciones libres, lo que a fin de cuentas parece ser una demanda común entre actores políticos y algunos grupos armados.

Un evidente desierto de autoridad. La violencia se va exacerbando. Las bandas armadas comienzan a operar con una lógica de preocupación del Estado y ya no como simple crimen organizado; la población civil está cada vez mas indefensa, de hecho ya se reportan bolsones de hambruna. Todo esto hace pensar que la actual ausencia de Estado no va a ser llenado muy fácilmente, independientemente del presidente que acepte funciones interinas.

Una intervención en puertas

De lo que se trata, desde la razón de Estado, es crear condiciones mínimas para unas elecciones nacionales que no han ocurrido desde 2016. No resulta descabellado que las bandas armadas, que tienen vocerías políticas, permitan un evento comicial ya que han demandado la elección popular del próximo mandatario.

Sin embargo, Haití en estos momentos no parece transitar hacia la normalización. Tendremos que ver cómo es acogido, entre el archipiélago de factores de poder político y territorial, ese nuevo consejo y el nombramiento de un nuevo presidente transitorio.

El Gobierno de Kenia se ha ofrecido a enviar una tropa de 1.000 policías, financiada desde Washington, para intervenir en el control del orden público. El Gobierno de EE.UU, también evalúa enviar fuerzas, como lo señaló este martes, Laura Richardson, jefa del Comando Sur.

Una intervención en Haití, constituida como fuerza multinacional, no es "nada nuevo bajo el sol". Desde 1994, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha enviado diez operaciones, siendo la última la Minustah, desplegada desde 2014 a 2017, y su accionar está plagado de recuerdos nocivos. Dichas intervenciones no han regularizado la situación, sino que incluso han profundizado la crisis.

La novedad actual, en relación a las anteriores intervenciones, es la fuerza militar con que cuentan las bandas. Con esta nueva variante queda reservado cualquier pronóstico sobre la pacificación del país, incluso bajo la intervención de una hipotética fuerza internacional, que podría terminar de impulsar una guerra civil.

Las horas aciagas, que sufren los ciudadanos, han terminado por ser largos días, meses y años, de una crisis tan aguda como perpetua. Los intereses de la "comunidad internacional" tampoco ayudan mucho.

Haití se encuentra sola, y únicamente una pronta convocatoria a elecciones generales podría generar algún rayo de esperanza. El líder de la banda criminal haitiana Delmas 95, Ernst Julme, alias 'Ti Greg', fue abatido durante una operación policial el jueves. El jefe pandillero escapó de prisión durante la reciente fuga masiva en la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe.

La muerte de Julme, miembro de la alianza Viv Ansanm, del peligroso líder criminal Jimmy Barbecue' Cherizier, supone un revés para los intentos de las bandas de hacerse con el control de más zonas de la capital. En los últimos días, la Policía y las bandas mantienen duros enfrentamientos. El miércoles, las organizaciones criminales del país caribeño, que vive una fuerte escalada de violencia, lanzaron nuevos ataques a comunidades, en otrora pacíficas, de los suburbios de la capital, Puerto Príncipe. Al menos cuatro presuntos pandilleros fallecieron, entre ellos, otro líder conocido como Makandal.

Haití declaró el estado de emergencia el 3 de marzo, después de que Cherizier llamase a los grupos criminales a unirse y derrocar al primer ministro Ariel Henry, quien anunció días después su dimisión.

La ONU calcula que, solo durante esta reciente ola de violencia, decenas de personas han muerto y cerca de 17.000 han tenido que abandonar sus hogares en la capital para buscar cobijo en la parte sur del país. El líder del grupo de pandillas G9, Jimmy Chérizier, conocido como 'Barbecue', pide a la comunidad internacional que presente un "plan detallado" para Haití como requisito para sentarse a hablar y considerar deponer las armas en el país caribeño, el cabecilla manifestó su visión sobre la crisis actual, las posibles soluciones y el papel de los organismos internacionales, así como de la fuerza de paz internacional liderada por Kenia, cuyo despliegue está previsto en la nación.

"Los días venideros van a traer consigo cosas peores de las que hay ahora", afirmó Chérizier en un momento en que Haití se encuentra sumido en una crisis de violencia desde hace meses, con bandas criminales controlando el 80 % del territorio de la capital, Puerto Príncipe, así como sus alrededores. Asimismo, rechazó la intervención de la (Caricom) como organismo mediador en la crisis: "Les respeto mucho, pero no son representantes de las necesidades de la gente común y no hacen más que permitir que los políticos oligarcas corruptos sigan controlando el país", sostuvo.

Barbecue' también se opone al despliegue previsto de una fuerza internacional, advirtiendo que su llegada podría provocar un baño de sangre. "Creo que si los kenianos vienen aquí es para masacrar pobres, porque es la orden que van a recibir de los oligarcas y los políticos corruptos", declaró, aseverando que si eso ocurre sus armas "lo van a impedir" y que considerarán a las fuerzas de seguridad del país africano "como invasoras" al igual que cualquiera que quiera "pisotear" su independencia.

Entre las causas, además de la violencia criminal, está la elevada inflación y las malas cosechas obtenidas debido a las precipitaciones por debajo de lo normal, así como la falta de ayuda humanitaria planificada.

Rumores conspiratorios

Se dice que la principal causa de todo esto es el haber descubierto por medio de satélites, grandes cantidades de petróleo cerca de las costas de Haiti, lo que ha abierto las fauces glotonas de ciertas potencias del llamado primer Mundo, y han propiciado todo esto con el marcado interés de promover una invasión de fuerzas militares extranjeras, que coloquen a un títere que les garantice que toda esa riqueza petrolera será de sus compañías petroleras, explotadas, manejada, y distribuida por compañías transaccionales que garanticen que toda esta nueva riqueza petrolera y gasificara que se sabe existe en las costas haitianas vayan derechito a parar a las glotonas maquinarias de esta nación que participe financia y promueve como ya lo está haciendo la futura nueva invasión de Haiti, que como siempre, los pobres con sus pobrezas y el hambre y la muerte serán daños colaterales que caerán en el pueblo haitiano. Por eso he titulado este artículo como Haití, la rebelión de los pobres.



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José Juan Requena


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