La revocación del mandato en México es un hecho histórico y el pueblo dará su veredicto este domingo

Después de un prolongado pugilato entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el Instituto Nacional Electoral (INE), la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó al INE -el pasado mes de diciembre- continuar con el proceso de convocatoria y organización del referéndum de revocación de mandato al Presidente de la República. El ente comicial había pospuesto la mencionada votación. Aunque parezca mentira, la propuesta ha sido impulsada por el mismo López Obrador ya que fue una de sus promesas electorales; él sostuvo durante toda la campaña de 2018 que se sometería al dictamen del pueblo a la mitad de su gobierno. Ese instante ha arribado debido a que, como en Venezuela, el período presidencial en dicho país dura seis años y han transcurrido tres desde el ascenso del candidato de izquierda al poder, por ende, era momento de que AMLO honrase su palabra. En diciembre pasado, cuando la SCJN obligó al INE a dar curso a la referida consulta, este organismo comicial esgrimía que no disponía de los fondos suficientes para llevar a cabo el plebiscito. Más tarde, en enero de este año, se recolectaron más de 2,8 millones de firmas o el equivalente al 3% del padrón electoral (lo estipulado por la ley) para solicitar el mentado referéndum (*).

Como hemos enunciado antes, es AMLO quien está pidiendo al INE que pueda desarrollarse un ejercicio democrático novedoso en la República Mexicana: nunca antes un Presidente había decidido subordinarse a la voluntad popular de esa manera y con el agravante de que el principal árbitro electoral de la nación -el INE- está en abierta oposición a él. Como escribimos una vez: AMLO es Presidente a pesar del INE. Dicho órgano delincuencial, antes conocido como Instituto Federal Electoral (IFE), ha avalado fraudes dantescos en las urnas como el de las presidenciales del 2 de julio de 2006, evento en el que participó AMLO -como aspirante por el Partido de la Revolución Democrática- y en el que éste fue despojado de su legítimo triunfo para favorecer al espurio de Felipe Calderón (abanderado por el Partido Acción Nacional). Los burócratas que dirigían el antiguo IFE y los que están en el actual INE, son enemigos del pueblo mexicano en toda su extensión: los 11 consejeros o rectores del organismo (incluyendo su presidente) son fichas del viejo régimen priísta-panista que se ha enquistado en la administración pública de esas latitudes. Con delirantes sueldos en bruto de 262.634 pesos mensuales (13.210,96 dólares estadounidenses), estos parásitos "francotiradores de la democracia" devengan 4.897,79% más que un trabajador de nuestra Mesoamérica, lo cual es una grosería por donde se le otee. El salario mínimo en nuestro México, para 2022, es de 5.255 pesos ($264,33) cada 30 jornadas. ¿Qué explicación hay para que los consejeros del INE perciban emolumentos tan elevados en un territorio donde el 44% de la población vive en la pobreza? Esta clase de gente que no desea perder sus abyectos privilegios, es la que torpedea al gobierno de AMLO y los intentos de éste de profundizar los cambios de la denominada Cuarta Transformación.

El persistente argumento del INE para sabotear la revocación ha sido la aparente falta de dinero para efectuarla, lo que es una excusa que no resiste el más mínimo análisis. Se ha estimado que el costo de ésta será de un poco más de tres mil millones de pesos ($150.905.432,59) y el INE, en 2021, tuvo un presupuesto de 26 mil 819 millones de pesos ($1.349.044.265,59), por ejemplo, lo cual representa casi ocho veces lo que se erogaría por la consulta de marras. Es cierto, el 56% de ese monto asignado al INE (26 mil 819 millones) se destinó a partidos políticos y procesos electorales, pero del 44% restante del presupuesto (más de 12 mil millones de pesos o $603.621.730,38) podía extraerse la cuantía de tres mil millones de pesos para el citado referéndum. En 2022, el presupuesto del INE sigue siendo alto -aunque reducido- y se sitúa en los 19 mil 736 millones de pesos ($992.756.539,23). Desde luego, el dinero alcanzaría para más si los consejeros o rectores no devengasen guarismos netos por el orden de los 262.634 pesos cada uno que, a razón de 11 autoridades, son 2 millones 888 mil 974 pesos ($145.320,62) por mes o 34 millones 667 mil 688 pesos ($1.743.847,48) al año. Si los sueldos de los consejeros del INE están así de inflados, no queremos imaginar cómo serán los honorarios de otros funcionarios de "alta jerarquía" dentro de la institución. Por si esto fuese poco, otros "beneficios" de los infames consejeros son los siguientes: 449.636 pesos ($22.617,50) por concepto de "gratificación de fin de año"; aguinaldo equivalente a 40 días de sueldo (¡!); prima vacacional de 16.345 pesos ($822,18); y un bono por gastos de alimentación que alcanza los 11.790 pesos mensuales ($593,05) [**]. ¿Con qué cara van a espetar estos sinvergüenzas que no hay guita para la consulta? ¡Por favor!

Para más inri, el relato de la recalcitrante derecha mexicana para atacar el referéndum de revocación de mandato, es que éste es un mecanismo de "promoción personal" de AMLO (¿?) y una "pérdida de tiempo y dinero" (¡!), entre otras sandeces deslizadas por la burguesía mesoamericana. Claro está, tanto el INE como la oligarquía mexicana (personificada en los partidos tradicionales y sus medios de propaganda) no miran con simpatía la revocación de mandato porque ésta sienta un precedente para futuros gobernantes que podrían ser de las filas de estas rancias toldas políticas (¡y sí, el INE se comporta como otro partido!). El problema no es la consulta como tal sino lo que podría significar la revocación de mandato en el porvenir de México: si al pueblo se le brinda la oportunidad de castigar a un gobernante que lo ha hecho mal, estaremos ante un salto cualitativo para la sociedad y el país. Ello será una señal inequívoca de que las masas no estarán dispuestas a tolerar más desmanes o corruptelas por parte de quienes lleven las riendas de la nación. La democracia participativa y protagónica -que conocemos en Venezuela desde 1999- es un peligro real para el "establishment" así no estemos platicando de "marxismo" o "socialismo" en lo concreto, como en el caso de México. Allá la ciudadanía se ha movilizado para dar un espaldarazo -en el ecuador de su gestión- a AMLO. En este escenario, no hablamos de alguien que lo haya hecho mal sino todo lo contrario, por lo tanto, el pueblo ansía dar un voto de confianza a su líder e incentivarlo a que continúe con los enormes cambios que requiere con urgencia el país (***). Es justo éste el terror que espanta a la oligarquía y sus amos del Imperio: que AMLO triunfe en el referéndum y tal victoria sea más desmoralizadora para la derecha que la de 2018. Por este motivo, los conservadores han estado boicoteando la consulta desde el principio y tratan de descalificarla en todos los ángulos posibles con un solo fin y es tratar de minimizar el impacto de ésta cuando el pueblo de México refrende con millones de sufragios al gobierno de AMLO. ¡Eso es todo!

DE LA "DICTADURA PERFECTA" DEL PRI A LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA QUE COMENZÓ EN VENEZUELA

Es impensable platicar de nuestro México sin aludir al Partido Revolucionario Institucional (PRI), agrupación política que dirigió los destinos de la nación por 70 años continuos (1930-2000) y retomó el poder entre 2012 y 2018. La que definió Mario Vargas Llosa como la "dictadura perfecta" fue la hegemonía priísta que hizo del fraude electoral su técnica preferida para perpetuarse por décadas y así aplastar toda oposición. Sin duda, ese paradigma de "democracia" no admitía el cuestionamiento a la clase dirigente y mucho menos que ésta -o su gestión- pudiese ser evaluada por el pueblo. No importaba qué tan nefasto pudiese ser un gobernante puesto que no había ningún mecanismo para relevarlo de la plaza y esa absurda "inmunidad" también valdría para el sucesor de éste. El modelo autoritario y corrupto del PRI que creó un Estado a su imagen y semejanza, es lo que yace en tela de juicio con un valioso instrumento como la revocación de mandato. Por ende, es normal que la burguesía y sus bufones "institucionales" (partidos conservadores, INE y medios de propaganda) traten de descalificar una herramienta tan democrática como la del referéndum revocatorio, ya que ésta dinamita el autoritarismo heredado del PRI y ofrece una novel transición del esquema político representativo al participativo. ¡Eso vale oro!

En Venezuela, en 2004, realizamos el primer referéndum revocatorio a un presidente en funciones, al menos en toda América. Eran los primeros años de la Revolución Bolivariana y tal mecanismo de consulta popular había sido incluido en la Constitución de 1999. El Comandante Chávez aceptó el reto, a pesar de que la oh-posición había cometido infinitas irregularidades en la recolección de las rúbricas para la petición del mismo ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), y asumió el hecho como una batalla donde se reafirmaría el carácter amplio, libérrimo y protagónico del proceso venezolano (****). Da gusto atisbar que -casi 20 años después- los aires de la Revolución Bolivariana arriben a naciones tan queridas como nuestro México y que la figura del revocatorio de mandato se vaya naturalizando como una pieza más del ejercicio del poder ciudadano.

Este próximo 10 de abril, los hermanos mexicanos serán protagonistas de su propia historia al convalidar a AMLO por una cantidad abrumadora de sufragios, lo que será una muestra irrefutable de madurez política de ese bizarro pueblo de nuestra América. Atrás deben permanecer los días de la trampa comicial, de la perpetuación grotesca, de la guerra sucia contra la clase obrera y campesina. Atrás debe ir quedando ese Estado autoritario, anquilosado, decadente, genocida y mendaz. En la mañana del venidero 11 de abril nos toparemos con otro México y ya nada será igual a los tiempos pretéritos. ¡Que viva México!

 

P.D. Tarde o temprano nuestro México deberá lidiar con el debate de ir o no a una Asamblea Nacional Constituyente para hacer una reingeniería drástica del Estado y dar más protagonismo a las masas. El INE debe extinguirse y abrir paso a un poder electoral realmente independiente. En ídem dirección, la sociedad mexicana deberá discutir -sin tabúes- el tema de la reelección presidencial: si existe la garantía del derecho a la revocación, no hay que temer a la postulación continua de un mandatario.

(*) En septiembre de 2021, el Senado mexicano aprobó la Ley Federal de Revocación de Mandato: https://www.telesurtv.net/news/mexico-senadores-aprobacion-revocacion-mandato-presidencial-20210903-0025.html

(**) https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/2022/02/08/este-es-el-sueldo-mensual-de-los-consejeros-del-ine-para-2022/

(***) No afirmamos que AMLO sea "socialista", "comunista", o de "izquierda radical". Tampoco estamos sosteniendo que no haya cometido errores durante su administración, no obstante, sus aciertos superan con creces sus yerros. Observamos que es un líder nacionalista, patriota e incorruptible: su preocupación por los más desposeídos es genuina y es innegable su lucha por lograr una sociedad más igualitaria. AMLO es la transición a reformas más radicales que vendrán más adelante en nuestro México y con otros dirigentes.

(****) El Comandante Chávez ganó el plebiscito del 15/08/2004 con 59,1% de los sufragios. La anulación de representación en Venezuela tiene dos siglos de historia, ya que en la Constitución de 1811 -la primera de la República- se estableció la revocatoria del mandato de los delegados de cada provincia al Congreso. Esta Carta Magna sacralizó el derecho de los ciudadanos de cada provincia para "revocar la nominación" de sus delegados en el Congreso en cualquier momento del año. ¡Seguid el ejemplo que Caracas dio!



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Adán González Liendo

Traductor, corrector de estilo y locutor

 elinodoro@yahoo.com      @rpkampuchea

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