Cuba-Colombia: Historia de Amor, Dolor y Odio

Han circulado recientemente en los portales de noticias, una posible ruptura de relaciones diplomáticas entre Cuba y Colombia. Noticia poco publicada y con muy pocos elementos esclarecedores, que llevan a la especulación.

Por lo menos unas 64 personalidades de Colombia, entre académicos, escritores, periodistas y ex ministros, le han solicitado, a través de una misiva, al presidente Iván Duque que no rompa relaciones con Cuba. Entre algunos firmantes de la nota epistolar están: el ex canciller Rodrigo Pardo; el ex rector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman; la escritora Laura Restrepo. Esto debido a algunas declaraciones ambiguas, de miembros del alto gobierno colombiano, ante una posible ruptura de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Cuba.

Un primer elemento es que tal acción, no parece venir de la presidencia, sino que al parecer es un deseo de algunos personeros del gobierno, de allí la carta dirigida a Iván Duque y dándole el beneficio de la duda, quizás se sorprendería por tal mensaje.

Esto no sería extraño viniendo de la rancia oligarquía criolla colombiana, a quien le da escozor todo lo que tenga que ver con Cuba, Venezuela, gobiernos de izquierda y similares.

La epístola, ante el posible rompimiento, tiene frases como "sería un grave error", "puede ser catastrófica", "política inútil". A su vez, los defensores del no quebrantamiento, reconocen que "Cuba constituye un puente necesario", un canal presente, en los diferentes diferendos entre Cuba, Colombia y Venezuela.

Hay otros argumentos más históricos y a los cuales recurren las personalidades que escriben, comparando el actuar en los casos de Colombia y Venezuela: "Ya el Estado colombiano se equivocó cuando, tras un agravamiento de las diferencias mutuas se produjo la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, a pesar de los numerosos temas de interés común entre dos naciones vecinas" y remata preguntando: "¿Vamos a repetir con Cuba este camino equivocado?".

Reitera elementos de la historia de la diplomacia, argumentando que ante los diálogos rotos y las tensiones escalonadas: "basta recordar que nunca, ni en los momentos más álgidos de la Guerra Fría, Washington y Moscú rompieron sus canales diplomáticos. Incluso, tras la crisis de los misiles nucleares que la URSS intentó instalar en Cuba en 1962 y que pusieron al mundo ad-portas de una guerra atómica, la respuesta fue el famoso teléfono rojo que aún hoy se mantiene activo".

La misiva termina rematando: "No olvidemos el rol constructivo que ha jugado Cuba recientemente en el avance de la paz en el país, particularmente, en las negociaciones con las FARC. Además, responde al interés de Colombia mantener el principio del respice omnia ("mirar al universo"), como criterio estratégico de inserción internacional en el complejo, inestable e incierto mundo actual. Es decir, Colombia debe propiciar una política exterior diversificada, cooperativa y no confrontacional".

Un segundo elemento a considerar es que este posible diferendo, es obvio sirve a los intereses de USA en la región, y creemos es el motivo de la solicitud. Colombia está siendo utilizada como herramienta desestabilizadora, tanto para Venezuela como para Cuba, y ésta última ha sabido manejar la diplomacia, proponiéndose como negociadora indiscutible. Sin ninguna duda, no es extraño que USA arremeta contra el papel conciliador de Cuba, en la historia tanto de Colombia como de muchos países en America Latina y en otros continentes. Cuba siempre ha sabido dar apoyo moral, ha sido complaciente hacia toda causa patriótica, democrática y revolucionaria en cualquier parte del mundo.

A su vez, lo que sí es cierto, es que históricamente las relaciones entre Cuba y Colombia, se han movido entre rompimientos y reconciliaciones y extrañamente bajo gobiernos liberales, "La última vez que Colombia rompió relaciones diplomáticas con Cuba fue el 23 de marzo de 1981, a raíz del proceder hostil como lo calificó el entonces gobierno del presidente Julio César Turbay Ayala del gobierno cubano hacia nuestro país. El mandatario, en alocución televisada, señaló que la determinación obedecía a la comprobada complicidad de La Habana con la guerrilla colombiana".

Y hay toda una historia larga de amores y desamores entre Cuba y Colombia.

Otra arista de esta situación de posible quiebre de las relaciones entre Bogotá y la Habana, y de posible causa de la misma es que el gobierno colombiano ha solicitado la extradición de algunos compañeros insurgentes del ELN, al menos 10, quienes han fungido como miembros de la Comisión Negociadora de Paz para Colombia, a lo que Cuba insiste en que se ceñirá a un protocolo secreto firmado entre el gobierno colombiano y el ELN en caso de la ruptura de los diálogos y que protege a la delegación.

Finalmente, deseamos señalar que Cuba en el caso concreto de devolución de guerrilleros negociadores, se niega, ya que la Isla, además de ser una situación incómoda para ella, es una situación intrínsecamente referida a Colombia, ya que ella solicitó que recibieran en Cuba a los negociadores, firmaron unos protocolos, condiciones y ahora quieren incumplirlos. Cuba ha contribuido a los esfuerzos de Paz en Colombia y ahora, lo que recibe es una retaliación.

A su vez, es un mal precedente para futuros diálogos de guerrilleros u otros sectores, querer incumplir acuerdos. En el mundo de la diplomacia esto es absurdo.

Esperamos prive la cordura y la creencia en la diplomacia, no de micrófonos, sino en el dialogo coherente, respetuoso y en cual el ser humano sea el referente principal.



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José Amesty


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