El viernes 27 fué asesinado
Bradley Roland Will por paramilitares del gobierno Mexicano. En
las mismas circunstancias murieron el maestro Emilio Alonso y Esteban
Zurita, habitantes de Oaxaca al sur del país. En la misma circunstancia
fue herido el reportero Oswaldo Ramírez. Todos fueron atacados por
mercenarios del Gobierno de Vicente Fox.
Bradley era corresponsal de la cadena de medios alternativos Indymedia de NewYork.
Un valiente estadounidense
militante de la vida que combatió cámara en mano, verdad en mano y
poniéndole el pecho al riesgo que implica enfocar el lente para multiplicar
la voz de los que son negados, de los que son explotados, masacrados
y marginados. Hace casi dos meses, Bradley había viajado a Oaxaca a
cubrir la lucha de ese pueblo hermano.
El día que lo mataron, Bradley
había enfocado su cámara a las protestas populares que llenan las
calles de Oxaca, recogiendo las denuncias y llamados de vecinos, trabajadores,
maestros y estudiantes. Cuando los funcionarios del gobierno de
Fox comenzaron a atacar a los manifestantes, Brad no apagó su cámara.
Enfocó a los sicarios, los buscó con el zoom, trató de ubicar a los
que disparaban contra el pueblo, se arrastró debajo de vehículos tratando
de encontrar el mejor ángulo, el que te permite ver un poco más. "¿Quién
es el que dispara? ¿quién es?", preguntó Will. Una voz le respondió
"El de blanco, es el de blanco". La jauría de mercenarios
lanzó la segunda arremetida contra los manifestantes y Brad tampoco
apagó la cámara, sino que trató de acercarse más. Recibió dos disparos.
La cámara quedó encendida, como encendido quedó su ejemplo.
A veces una cámara puede ayudar
a salvar vidas. A veces el cobarde mercenario que apunta a las espaldas
de un pueblo indefenso, esconde su arma frente a una cámara para no
ser retratado. A veces el corresponsal corre la suerte de espantar asesinos,
registrar la verdad y salir vivo para contarlo. Seguramente Brad con
su cámara contuvo muchas balas ese día. Hasta que lo tuvieron a tiro
y le apuntaron directamente al estómago. Dos balas para silenciar una
cámara.
Pero se equivocaron contigo
Brad, porque tu vida, la vida que te quitaron por estar del lado de
los humildes, ahora se levanta amplificada para despertar conciencias
alrededor del mundo. El pueblo de Oxaca está rompiendo el cerco, su
determinación es noticia que no puede ocultarse y vencerá. Se
equivocó Vicente Fox y sus oligarcas, porque los ojos de Brad y las
voces de los oaxaqueños se están multiplicando por miles y verán
la derrota de su gobierno lacayo que tras los cuatro asesinatos del
viernes envió a seis mil soldados a intentar seguir aplastando la protesta
que sus mercenarios no pudieron disolver.
Bradley murió pero sus imágenes
quedan. Entre esas imágenes está el retrato de sus asesinos, malparidas
ratas que vendieron su origen por cuatro centavos de dólar y un sueño
de poder. Lacras que los pueblos en revolución no perdonarán por la
lista de crímenes que tienen encima contra el pueblo mexicano. Podridos
seres que disparan contra gente desarmada. A ellos y a sus jefes les
llegará la hora de verse frente a la justicia de los pueblos. Y esa
justicia que gana terreno en el continente no tardará en llegar a México,
y es justicia implacable porque viene del pueblo y el pueblo no olvida.
El mamarracho embajador de
los Estados Unidos en México, Tony Garza, hizo su aparición para poner
la cara de imbécil que le acompaña desde que nació y condolerse expresando
que la muerte de Brad "únicamente incrementa mi profunda preocupación
por la seguridad de los estadounidenses que viajen a Oaxaca".
Rolo de hipócrita: ahora es que va a ir más gente a Oxaca. Ahora es
que van a haber más ojos y cámaras registrando los movimientos que
hagan los lacayos de Bush como tú, como Vicente Fox y como los mercenarios
que contratan para arremeter contra la población.
La embajada de Bush en México,
trató de ocultar la presencia de francotiradores, trató de culpar
a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oxaca de haber hecho los disparos,
pero las imágenes grabadas por el propio Brad les han hecho tragarse
su sarta de engaños.
Los medios comerciales, los
que hacen de la realidad una mercancía publicitaria y moldeable salen
ahora a decir que Brad murió “cuando cubría aspectos de la violencia
desatada en el centro de la ciudad por el conflicto entre el sindicato
de maestros y sus aliados, y las autoridades de la entidad”. Métanse
la lengua en el bolsillo, medios comerciales. Brad fue asesinado y ustedes
tienen parte en la mano que apretó el gatillo. Contra medios como ustedes,
encubridores de la verdad, Brad luchaba junto al pueblo de Oxaca. No
eran “aspectos de la violencia desatada” lo que grababa Brad,
era la lucha de un pueblo por su liberación, contra las marionetas
del capital. No mencionen a Brad en sus artículos, que a Brad lo menciona
el pueblo con el que luchó.
Al festival de embajadores
gringos y medios comerciales se suma ahora la fantasmagórica asociación
“Reporteros Sin Fronteras”, para tratar de desviar el meollo
del problema, reduciendo el asunto a conocer el calibre de la bala,
y el nombre del que disparó. Eso ya se sabe y además se sabe claramente
porqué lo hicieron. El asesino no fue un solo individuo. Fue un conjunto
de individuos actuando bajo un sistema cuyas normas de supervivencia
son: matar, explotar y engañar. El asunto no es sólo tener el nombre
del individuo que disparó. Ese individuo es parte de un engranaje.
El asunto es investigar cuanto valía el arma, de donde salio el dinero
para comprar el arma, quien pagaba la infraestructura de esos sicarios,
a quien obedece el que financia a esos asesinos, quién se beneficia
con acallar las voces de los que cubren la noticia del lado del pueblo
en Oaxaca. Y el nombre es uno solo: imperialismo. A Brad lo mató
el imperialismo.
Desde Venezuela, lugar de nuestra
América donde luchamos por mantener en alto la dignidad y la soberanía
como bandera, te decimos Brad: Honor y Gloria, Compañero! te saludamos
en homenaje póstumo y te agradecemos el haber bajado de tu país a
jugártela en América Latina por darle voz a los que son silenciados.
Te la jugaste, y aunque en esta tanda te toco una bala, vamos a ganarle
el partido a los poderosos, a los ricos, a los usurpadores, a los imperialistas,
a los terratenientes, a los explotadores, a los asesinos. Esa será
tu recompensa, cámara camarada. No te fuiste Brad, estarás en cada
trinchera donde un micrófono, un lápiz o una cámara se pongan de
lado de los pueblos. Y estarás cada vez más en la memoria de
los que luchan por su liberación: ese es para ti Brad, el mejor homenaje
porque te pusiste del lado correcto, del lado del pueblo.
HASTA LA VICTORIA, BRAD!
OAXACA VENCERÁ!
El video que grabó Bard, puede
verse en: http://video.google.com/videoplay?docid=-3664350201077731285
El colectivo al que pertenecía
Brad es: http://nyc.indymedia.org/es/index.html
Más información sobre la
lucha del pueblo de Oaxaca en: http://chiapas.mediosindependientes.org/