A mal-haya quien pudiera (ganar una en la Haya)

No está fácil la cosa; tal y como lo habían decidido los jefes del poder mundial, ayer se consumó la confabulación final contra el territorio de la República: La ONU, obedeciendo el mandato de las transnacionales del petróleo, anunció que la disputa limítrofe que Venezuela tiene con su vecina Guyana será atendida en el tribunal internacional de la Haya.

El Canciller de la República, en comunicado oficial, expresa la disposición del gobierno y el pueblo de Venezuela a no aceptar esa decisión, indicando que Venezuela sólo se acoge y sólo acepta como valido lo establecido en el "Acuerdo de Ginebra"; pero este acuerdo dice:

Art. 1.- "Se establece una Comisión Mixta con el encargo de buscar soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia entre Venezuela y el Reino Unido surgida como consecuencia de la contención venezolana de que el Laudo arbitral de 1899 sobre la frontera entre Venezuela y Guayana Británica es nulo e irrito."

En el Art.2 ordena la creación de una comisión mixta, conformada por dos representantes de Venezuela y dos de Guyana y en el Art.3 ordena que esta comisión genere informes cada seis meses.

En el Art. 4 (Aparte 1) expone el acuerdo: "Si dentro de un plazo de cuatro años contados a partir de la fecha de este Acuerdo, la Comisión Mixta no hubiere llegado a un acuerdo completo para la solución de la controversia, referirá al Gobierno de Venezuela y al Gobierno de Guayana en su Informe final cualesquiera cuestiones pendientes. Dichos Gobiernos escogerán sin demora uno de los medios de solución pacifica previstos en el Articule 33 de la Carta de las Naciones Unidas.

(Aparte2) "Si dentro de los tres meses siguientes a la recepción del Informe final el Gobierno de Venezuela y el Gobierno de Guyana no hubieren llegado a un acuerdo con respecte a la elección de uno de los medios de solución previstos en el Articul0 33 de la Carta de las Naciones Unidas, referirán la decisión sobre los medios de solución a un órgano internacional apropiado que ambos Gobiernos acuerden, o de no llegar a un acuerdo sobre este punto, al Secretario General de las Naciones Unidas. Si los medios así escogidos no conducen a una solución de la controversia, dicho órgano, o como puede ser el caso, el Secretario General de las Naciones Unidas, escogerán otro de los medios estipulados en el Articule 33 de la Carta de las Naciones Unidas, y así sucesivamente, hasta que la controversia haya sido resuelta, o hasta que todos los medios de solución pacifica contemplados en dicho Articule hayan sido agotados".

Como ya es conocido eso sucedió; pasados los cuatro años sin acuerdo alguno, pasados los tres meses se le pasó el balón al Secretario General y éste propuso y así fue aceptado por las partes, el nombramiento de un buen oficiante, de entre las posibilidades que ampara el artículo 33 de la carta de las naciones unidas.

Art. 5 (Aparte1) "Con el fin de facilitar la mayor medida posible de cooperación y mutuo entendimiento, nada de lo contenido en este Acuerdo será interpretado como una renuncia o disminución por parte de Venezuela, el Reino Unido o la Guayana Británica de cualesquiera bases de reclamación de soberanía territorial en los Territorios de Venezuela o Guayana Británica o de cualesquiera derechos que se hubiesen hecho valer previamente, o de reclamaciones de tal soberanía territorial o como prejuzgando su posición con respecto a su reconocimiento o no reconocimiento de un derecho a, reclame o base de reclame por cualquiera de ellos sobre tal soberanía territorial."

¿Qué va a pasar? (en mi opinión) que el Tribunal de la Haya va a Admitir la querella interpuesta por el secretario General de las Naciones Unidas, a pesar de las voces de protestas y todos los recursos que Venezuela interponga para evitarlo (¿Por qué?...Porque la Ley no es justa y ya esa decisión está tomada).

Para Guyana (En su posición oficial sobre el tema) el artículo uno del "Acuerdo de Ginebra" no admite que el laudo de parís sea "Nulo e irrito" pues en su redacción dice: "surgida como consecuencia de la contención venezolana de que el Laudo arbitral de 1899 sobre la frontera entre Venezuela y Guayana Británica es nulo e irrito." Esa expresión "de que" según los juristas guyaneses es sólo la admisión de una presunción y no la aseveración de un hecho comprobado; sin embargo para Venezuela el artículo uno declara irrevocablemente "Nulo e irrito" ese fatídico Laudo de París de 1899.

Al haber pasado más de cincuenta años sin la más mínima aproximación a una solución, el Secretario general de las Naciones Unidas tomó la decisión para la cual está plenamente facultado: invocar el art. 33 de la carta de las Naciones Unidas como está contemplado en el Acuerdo de Ginebra, que es el que ambas partes reconocemos como marco de compromiso, y así como hace más de cincuenta años se tomó la decisión de nombrar un buen oficiante y tomando en cuenta que eso no ha servido de nada, ahora tomaron la decisión de otra opción: El tribunal internacional.

Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas:

  1. Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección.

  2. El Consejo de Seguridad, si lo estimare necesario, instará a las partes a que arreglen sus controversias por dichos medios.

Como se ve el arbitraje y el arreglo judicial están entre las posibilidades de arreglo; pero, además, el Art. 34 dice que: "El Consejo de Seguridad podrá investigar toda controversia, o toda situación susceptible de conducir a fricción internacional o dar origen a una controversia, a fin de determinar si la prolongación de tal controversia o situación puede poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales."

Ya con esto no queda la mas mínima duda de que las ONU tiene en sus manos facultad de intervenir en un problema tan largo que lleva visos de inestabilidad pues hay una riqueza petrolera inmensa involucrada y las transnacionales con los colmillos afilados para hincar el diente.

Para remate el art 37 expone que:

Artículo 37

  1. Si las partes en una controversia de la naturaleza definida en el Artículo 33 no lograren arreglarla por los medios indicados en dicho Artículo, la someterán al Consejo de Seguridad.

  2. Si el Consejo de Seguridad estimare que la continuación de la controversia es realmente susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, el Consejo decidirá si ha de proceder de conformidad con el Artículo 36 o si ha de recomendar los términos de arreglo que considere apropiados.

Con esto en sus manos y con la situación clara de Guyana de negarse a aceptar la nulidad del Laudo Arbitrar de Paris de 1899; con lo firmado en el artículo 5 del acuerdo de Ginebra, donde expresamente se dice que nadie cede sus derechos a reclamar como suyo el territorio; con el amparo que tiene Guyana al asegurar que al momento de su independencia el territorio que los Ingleses les entregaron es el que incluye todo el territorio esequivo y con las transnacionales petroleras financiando a Guyana en la Haya para asegurar su participación en el negocio del oro negro, muy cuesta arriba la tenemos para solucionar ese conflicto por medios pacíficos.

Venezuela ha dado un paso certero y correcto al negarse a ir a la Haya y al negarse a aceptar esa imposición del Secretario General; pero eso nos pone en la encrucijada de que si acudimos estamos avalando y aceptando la decisión con la posibilidad de perder el juicio amañado que ya tiene su veredicto anticipado; o, por otro lado, si no vamos y como ya ellos decidieron que ese es el escenario que corresponde, entonces van a pasarnos por encima y a tomar decisión definitiva en nuestra ausencia.

¿Sera que negarnos a admitir que el Secretario General tiene potestad para enviar el litigio al tribunal sea la solución?

Difícil año nos espera para la resolución del conflicto del despojo más vil del que hemos sido víctimas por parte del imperio ingles.

El sol de Venezuela nace en el Esequivo, que nadie se equivoque, hagan lo que hagan, Venezuela agotara los medios pacificos, pero sin tener la mas minima intensión de permitir la consumación del despojo.

Preparemos a la juventud y al país a defender lo suyo, que no sea en nuestras manos que se pierda parte de la República, ya nuestros bisabuelos entregaron bastante en una época en la que prácticamente ni se enteraron ni podía participar en otra cosa que no fuera lo que los amos del poder negociaran.

En este siglo la situación es otra, no debemos permitir la ofensa más grande que se le pretende hacer a la patria, despojarla de un pedazo de su territorio.



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Oscar Jiménez


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