Brasil: capitalismo acaba derechos laborales

I.

Después de 16 años de derrotas en América Latina, el capitalismo ha vuelto más violento y sanguinario, imponiendo un gobernante corrupto en Brasil y tomando a ese país como su laboratorio para intentar someter a la Clase Trabajadora latinoamericana que se ha hecho fuerte con los gobiernos socialistas. De allí pretende propagarse simultáneamente, en primera fase, a Argentina y Venezuela que, para el interés capitalista, no deberían tener gobernantes obreros sino que deberían tener gobiernos anti-Patria (proimperialistas y corruptos como Temer y Macri).

Es el mismo esquema de los años 90 del siglo 20, cuando sometieron a la clase trabajadora con la excusa técnica de la reconversión industrial que llegó a la privatización de las empresas básicas y estratégicas de Nuestra América, todo en un contexto "muy legal" y "legitimo" con la filosofía barata pero letal, de la flexibilización laboral con trabajadores accionistas, tercerizados, sin estabilidad laboral ni prestaciones sociales. Resultado: las empresas transnacionales expropiaron a los Estados Nacionales de sus empresas básicas y estratégicas.

La vaina es tan parecida que hoy el presidente golpista de Brasil, Michel Temer, presentó el 22 de diciembre de 2016 a las 5 pm, una propuesta de reforma laboral para flexibilizar las jornadas de trabajo, el cual elaboró con empresarios y la aristocracia sindical que apoyaron el golpe contra Dilma. A imagen y semejanza de las Leyes de Privatizaciones que fueron aprobadas en Venezuela siempre a final de diciembre, la última fue aprobada el 31 de diciembre de 1997 a las 11 pm por Rafael Caldera y pandilla.

"Se trata de un proyecto de protección de las empresas y de desprotección del trabajador. Crea instrumentos para legalizar prácticas que precarizan el trabajo, reducen o impiden la protección sindical, y deja al trabajador expuesto a la coerción de las empresas en la definición de sus derechos", señaló el director-técnico del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (DIEESE), Clemente Ganz Lúcio, el 28 de abril de 2017 cuando la Cámara de Diputados aprobó la reforma laboral por 296 votos a 177.

La editorial de la Agencia Internacional de Noticias AFP, el 11 de Julio de 2017 empieza diciendo "La ley, impulsada dentro del programa de ajustes para recuperar la confianza de los mercados y sacar al país de la recesión, fue aprobada por 50 votos a favor, 26 en contra y 1 abstención." Y remata, "La ley, respaldada por los mercados, genera un fuerte rechazo: un 58% de los brasileños se opone a ella, según una reciente encuesta de Datafolha."

II.

"Ley de la Modernización del Trabajo", sancionada por Temer el pasado 13 de julio y que entrará en vigencia en 120 días, tiene entre muchas normas de esclavizar el trabajo, entre las mas perversas están:

a) Sube la edad mínima de jubilación a los 65 años e iguala la edad entre hombres y mujeres, y entre trabajadores del campo y la ciudad.

b) Congelamiento de los concursos de servidores públicos por 20 años el presupuesto para la Salud y la Educación. Si es aprobada la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) no podrán crearse nuevos puestos de trabajo.

c) Los derechos de los trabajadores podrán ser negociados entre los trabajadores y los contratantes. Sin embargo, en la práctica, los beneficios como el 13° salario, las vacaciones, el adicional nocturno, licencia de paternidad y el salario mínimo pueden ser eliminados.

d) Se autoriza la tercerización (subcontratación) hasta para la actividad final que prestan las propias compañías.

e) Aumentan las horas de jornada laboral de 8 horas a 12 horas diarias.

f) Elimina las Contrataciones Colectivas.

III.

Como Clase Trabajadora venezolana, que está en la mira del capitalismo, tenemos que estar conscientes que todo eso es contrario a la Constitución Federal de Brasil y violenta la normativa de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

Con cualquier nombre, es una arremetida del capitalismo con un nuevo sistema jurídico de relaciones laborales para detener el progreso y la unidad de la clase trabajadora, facilitando el proceso de acumulación de capitales en pocas manos, como es lógico que ocurra en la fase superior del capitalismo.

La clase trabajadora venezolana, viéndonos en el espejo de Brasil tenemos que ponernos a la defensiva y divulgar lo que allá pasa. Debemos solidarizarnos con el grito rebelde del carioca para que el capitalismo muera en el intento de someter a la clase trabajadora latinoamericana y unificarnos para evitar que la peste imperialista invada a Venezuela.

 



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Alexis Adarfio Marín


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