Oído al tambor: Colombia intenta convertirse en la nueva escuela de Las Américas

No son elucubraciones que se nos han ocurrido en la antesala de las elecciones en Colombia para llamar la atención con una noticia de este calibre.

En absoluto nos anima la especulación y menos con este tipo de informaciones. Estamos, efectivamente, ante una pasmosa realidad que, inclusive, ha sido anunciada con bombos y platillos por el propio ministro de la Defensa del país vecino, como nos los transmitiera en nota del 18 de mayo último el diario El Espectador de Bogotá: “Ante un grupo de representantes de los gobiernos de Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay, República Dominicana, Panamá y Bolivia, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, presentó el Centro Regional de Estudios Estratégicos en Seguridad (Crees), una oferta académica dirigida a los organismos de seguridad y defensa interesados en conocer la experiencia de Colombia en su lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado”.

En esa ocasión, el ministro Pinzón señalo que se trata simplemente de una iniciativa regional de cooperación de su gobierno “frente a las amenazas a la seguridad del hemisferio” y nos preguntamos ante esa afirmación, ¿Cuál amenaza, si la única que hemos tenido en nuestras tierras Latinoamericanas y Caribeñas es la que históricamente ha representado la potencia imperial del norte?, pero es que, además, hay otra interrogante que también nos hacemos los pueblos que hemos decidido abjurar del neoliberalismo y buscar derroteros con nuestros propios píes, muy al margen de las recetas dominantes del gran capital dispuestas a través del FMI y del BM, que son las mismas que hoy mantienen pasando penurias y de las peores a los pueblos de la vieja Europa, ¿Será que nos han visto cara de pendejos y que de nuevo piensan que es posible que volvamos a caer en sus garras, es decir a convertirnos, otras vez, en sus “patios traseros”…?

¿Cómo entender que si militarmente los Estados Unidos ha ocupado con nueve bases militares a Colombia, cuyos componentes, de paso, gozan de absoluta inmunidad y no pueden ser tocados ni con el pétalo de una rosa así incurran en delitos por más atroces que pudieran ser en el territorio del hermano país, su ministerio de la Defensa pueda estar ofreciendo clases de entrenamiento a sus pares de los países del Río Bravo hasta la Patagonia, bajo una doctrina militar imperial y de sojuzgamiento, que es la única que sus fuerzas militares han recibido por décadas y tanto ha sido así que sus efectivos han hecho causa común con las tropas gringas en las guerras de Corea (1950/53), Vietnam (1959/75) y en la más reciente de Iraq (2003/11) ?.

No hay que engañarse con este nuevo disfraz que pretende utilizar los Estados Unidos para no terminar de perder toda su influencia en lo que fueron sus antiguas “colonias económicas” y que ahora los pueblos de esos “enclaves” donde extraían sus riquezas a manos llenas, sin límite alguno y con pagos de miseria, le han dicho que ya basta de tanta ignominia y atropello.

Nos inquieta mucho que algunos países agrupados en la ALBA, como Bolivia y Ecuador, al parecer, han estado muy interesados en esa invitación del ministro colombiano de Defensa, Pinzón, y se aprestan a enviar unos primeros contingentes de oficiales a esos cursos, según información oficiosa que se maneja en las redes, la cual nos ha sido imposible confirmarla, por lo que aspiramos que ello no sea cierto, sino parte de una campaña más, adosada a dicho proyecto por los propios Estados Unidos para engañar a incautos.

No descartamos, por supuesto, que tal plan de adiestramiento convoque a algunos países de la región que marchan en lo económico bajo el recetario del neoliberalismo y que aún se mantienen muy vinculados a los planes de desarrollo interplanetario del capitalismo mundial, digitalizado especialmente por la potencia del norte.

En dichos planes de adiestramiento no aparece involucrado el gobierno estadounidense, pero tendríamos que ser muy ingenuos para no creer que sea ese gobierno el diseñador y el financista de los mismos. No debemos olvidar que Colombia es el tercer país del globo terráqueo, después de Israel y Egipto, que recibe de los Estados Unidos la ayuda militar más copiosa, por lo que apuntalados en esa verdad que es inocultable, resulta más que obvio llegar a la conclusión de que los gringos tienen metidas sus manos, su cerebro y sus muchos millones de dólares en esos planes para intentar recuperar el control que han venido perdiendo en buena parte de nuestros pueblos.

No olvidemos que el ponente del Plan Colombia, el Senador Paul Coverdell, tal y como nos lo recuerda con mucha frecuencia el periodista Walter Martínez de su extraordinario programa Dossier, dijo en la presentación del mismo ante el Congreso de los EE. UU. (1.999) que para "Controlar a Venezuela hay que ocupar militarmente a Colombia", lo cual ya se logró en esa primera fase, con la instalación de nueve bases gringas en su territorio...!!!

El gobierno de la Revolución Bolivariana debe estar muy alerta ante estos planes que a las claras es una nueva estratagema imperial para continuar digitalizando el desarrollo de nuestros pueblos y lo que pudiera ser aún lo más grave, poniendo en vilo las buenas relaciones interinstitucionales militares que se han venido construyendo en los países de esta América Mestiza en el marco de la Unasur, la Celac y, en particular, de la Alba.




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Iván Oliver Rugeles


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