Es muy posible que Argentina no quiera quedarse atrás de la dinámica política regional no solo sustentada en la expropiación, nacionalización y soberanía para mejores ventajas comerciales sino en la actualización de una nueva cultura económica que impone el socialismo del siglo XXI en donde el estado es la solución para los problemas socio-económicos.
Después de la expropiación de YPF especulaciones inútiles a la realidad económica de Argentina se vuelcan en las opiniones, que si Argentina tiene un modelo socialista, Raúl Cuello economista dice “no hay modelo, si lo hubo termino en el 2007, el modelo K (Kirchner) se sustentaba en el comercio exterior y en el manejo presupuestario, cuando lo presupuestario se apretó se debilito, y el año pasado se quebró el frente exterior”.
Martin Redrado ex presidente del banco central argentino opina “vivimos más allá de nuestras posibilidades y esto es la continuidad de una política cuando se tomaron los fondos del banco central, tenemos necesidad de dólares, necesidades de caja”; para otros hay un modelo nac & poc de los Kirchner, una mezcla de anglicismo para definir nacional-popular del peronismo.
Esquema general es lo que hay en Argentina tanto capitalista como socialista, los enfrenta cotidianamente en un conjunto de asuntos que tienen que ver con el comportamiento económico y reivindicativo de su política con la clase obrera y popular revolucionaria cuyo planteamiento como problema con la energía globalizada requiere tratamientos de mayor concreción y complejidad para que el estado controle todas las cuestiones sensibles del país.
El ministro del interior de Argentina dijo a El Clarín, “nuestra posición es diferente a la de los venezolanos, creemos en un capitalismo nacional y en la necesidad de la intervención del Estado en áreas específicas, pero, no vamos a salir a estatizar empresas”
En el año 2006 Néstor Kirchner nacionalizo aguas argentinas de capital francés y español por falta de inversión, en el 2008 se nacionaliza los fondos de inversiones privadas, en el 2009 se expropio Aerolíneas Argentinas de manos del grupo español Harsans, en el 2012 la petrolera YPF.
En el 2011 el gasto del gobierno de Cristina Fernández se situó en un 38% del PIB, desde la reelección de la presidenta en octubre se puso restricciones a las transacciones con moneda extranjera y se aumentó el control a las exportaciones, sin embargo, la fuga de capitales esta por el orden de los 22.000 millones de dólares a pesar de haber restringido la compra de divisas.
La expropiación de YPF era pertinente dicen analistas porque la petrolera en manos de REPSOL genero utilidades por 16.450 millones de dólares de los cuales 13.246 salieron para invertirse en otros países donde se encontraba la petrolera, esa desinversión afecto a las reservas internacionales que se encontraban en 51.000 millones de dólares en el 2010, para el 2011 las reservas internacionales cayeron a 46.000 millones de dólares, el gobierno argentino compraba hidrocarburos por alrededor de 9000 millones de dólares.
Lo delicado del asunto está en que el crecimiento proyectado para este año de un 4.4% del PIB y según la Consultora Economía y Regiones el déficit primario para el 2012 será de unos 2.800 millones de dólares aun cuando en el comercio exterior existe un superávit de 10.347 millones de dólares la pregunta es ¿se expandirá la economía política a través del Banco Central y de la ANSES (sistema de jubilación del estado).
En estos momentos para cubrir la vacante de REPSOL petroleras como Chevron, Conoco Philips, Exxon, Talismán, Petrobras y trasnacionales chinas están atrás de trabajar con YPF en varios yacimientos como el de vaca muerta que cuenta con unos 23.000 millones de barriles de petróleo según REPSOL en un informe de febrero pasado que dice “la producción argentina se podría incrementar en un 50%.
Argentina produce 3 millones de toneladas por año de biodiesel.
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