¿Estado Sudamericano?

Si lo que se busca es justicia social regulando mejor la economía de la región la integración es el paso a dar, difícil empresa por la interdependencia que exige la globalización: crisis global, crimen global, pobreza global, calentamiento global, sin embargo, para hacer frente a esta globalización hace falta una acción colectiva en momentos que Sudamérica salió indemne de la crisis 2008-2010 creciendo hasta un 7% del PIB, pero, no solo se requiere una buena economía se necesitan valores éticos para evitar las fricciones y las tensiones de una vida en comunidad para evitar lo que le ocurre a los europeos sin dirección y sin estrategias respecto al euro y al endeudamiento soberano por el desorden fiscal.

Creciente integración internacional ha producido toda una serie de consecuencias económicas, políticas, culturales, medio ambientales negativas, un informe sobre desarrollo humano de naciones Unidas dice “la vida de la gente de todo el mundo está vinculada de manera más profunda más intensa y más inmediata como nunca antes”.

Esto abre enormes y nuevas posibilidades de bien y de mal como las inversiones en Sudamérica: Brasil recibió en el 2011 66.000 millones de dólares, Chile 17.299, Colombia 13.234, Perú 7659, Argentina 7243, Venezuela 5.302, Uruguay 2.528, Bolivia 859, Ecuador 567 y Paraguay 149 millones de dólares, inversiones que de una u otra forma permiten realizar el bien para sus pueblos, sin embargo, con ellas se infiltran las multinacionales del crimen y esas inversiones no nos permiten como región salir de ese nefasto 15%  de aporte al PIB mundial.

Unos dicen que el crimen organizado obtiene ganancias brutas entre los 2 y 4 billones de dólares, el lavado de activos en América del Sur es equivalente al 2 o al 5% del PIB según UNASUR, la reunión de ministros de defensa, gobierno y cancilleres celebrada en Cartagena después de la cumbre de las Américas proponen crear un ente regional contra el crimen organizado.

No hay duda que desde el plan Colombia patrocinado por EEUU la producción de cocaína se duplico y la de opio se triplico, y los bancos a pesar de los controles ayudan a blanquear el dinero del narcotráfico el único disponible en tiempos de crisis, la pornografía, prostitución, son lucrativos negocios, autoridades en Sudamérica han detectado más de 260 rutas para la trata de blancas y tráfico de personas hacia Europa y EEUU.

Sudamérica siente la necesidad de ser un Estado nacional y para actuar políticamente de acuerdo a esta definición los gobiernos que buscan el socialismo no pueden conformarse con los esquemas abstractos de esa teoría ante el empuje de una “nueva democracia sin ideologías ni dogmas” posición burguesa representa y defiende el modo privado para sostenerse indefinidamente.

La explotación no puede existir sin la complicidad de los propios explotados. Al luchar económicamente por relaciones equitativas el proletariado en el desarrollo de su propia existencia se vuelve necesariamente socialista al frenar los excesos del capitalismo en la extracción del plus valor producido gratis por los obreros, solo se los puede suprimir mediante una lucha contra todo el sistema que produce y consume la sociedad capitalista.

Sin embargo, múltiples conglomerados reúnen instintivamente a capitalistas y socialistas que se oponen entre sí por ser intereses económicos diferentes al mismo tiempo se confunden en el sistema entendiéndose unos a otros, es la complicidad entre los explotadores y los explotados aceptada por la cultura como válido por el intercambio trabajo- sueldo; la lucha económica y social contra el sistema capitalista es muy densa y compleja para que sin una estrategia adecuada guie a los gobiernos hacia un Estado nacional.

Sudamérica todavía es una región frágil por su inequidad, inseguridad, corrupción y pobreza, en este marco cínico la nueva integración regional presenta una proyección como nunca antes, las cartas están sobre la mesa de UNASUR, interesante, vigente y actual para hacer de la región una potencia que cuenta con unos 500.000 millones de dólares depositados en EEUU y Europa para ser invertidos en la región con el banco del sur, primer paso para consolidar el mercado sur-sur.

Sudamérica puede llegar a ser un Estado sin las plataformas internacionales que proyectan una realidad económica-social falsa, el Estado Sudamericano cuenta con una población de casi 400 millones de personas que esperan ser reformadas desde una concepción ciudadana mas altiva y respetada por los políticos porque estos sienten la presión de los pueblos para que la política pase de la representación a la participación.

Un Estado nacional sudamericano mejoraría la vida de sus habitantes al aliviarse las fronteras financieras y la cultura, se produciría un ir y venir de mano de obra calificada mejorándola ante la posibilidad de contar con adelantos tecnológicos, indiscutiblemente la economía  se estabilizaría ante la crisis económica del capitalismo que cada vez serán más constantes y esta ultima para Europa y EEUU solo empezara a mejorar en el 2015 si acaso, mientras tanto los derechos humanos, la equidad y la igualdad social seguirán quedando atrás porque el deseo de los capitalistas es continuar obteniendo ganancias de la crisis mediante las trasnacionales que solo se interesan por el dinero mientras los países se rezagan en su estabilidad.

rcpuma061@yahoo.com



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Raul Crespo


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