Funes va a la guerra

Que contribución real pueden tener setenta y ocho (78) oficiales y soldados del ejército de la República de El Salvador, hoy gobernada por el periodista Mauricio Funes, al participar una guerra ajena de agresión y ocupación del territorio de la República de Afganistán, precisamente en le momentos en que todos los indicadores de resultados políticos y militares indican que el ejército más poderoso y genocida del planeta Tierra y sus veintinueve (29) aliados (incluyendo la República de Colombia), no han podido vencer a una guerrilla “invisible” de milicianos, mayormente armados con fusiles de asalto Kalashnikov, viejos RPG-7 soviéticos y bombas de fabricación artesanal y, el martirio de mujeres y hombres pastusos, tayicos, kajasos y de otras nacionalidades afganas, que se inmolan dentro y fuera de los cuarteles de las tropas invasoras?.

Que beneficio puede tener el actual ejército de la República de El Salvador, cuya derrota militar de su predecesor solo fue impedida por la intervención desesperada y directa del ejército y la CIA usamericana y el generoso apoyo de las fuerzas armadas y de inteligencia del gobierno venezolano de Luis Herrera y de los gobiernos de Honduras y Guatemala; al invadir el territorio de Afganistán, en momentos en que el gobierno imperialista de los Estados Unidos de América ha reconocido la imposibilidad de la victoria militar y ha iniciado el retiro de los primeros diez mil (10.000) tropas de combate de Afganistán y abandonar ese país, definitivamente, en el año 2014, convirtiéndose en la tercera potencia militar ( antes fueron el Reino Unido y la Unión Soviética) derrotadas por la acción militar de los pueblos afganos?.

El gobierno del presidente Mauricio Funes, quien llegó al Poder en el Salvador al convertirse en candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, solo puede tener como motivo para incorporarse como parte de la fuerza imperialista de ocupación de la OTAN en la República de Afganistán, el pago de las deudas de guerra que la oligarquía salvadoreña y su genocida elite militar tienen con el gobierno imperialista de los Estados Unidos, sin cuyo apoyo militar, económico y diplomático, le hubiera sido imposible vencer al valeroso pueblo salvadoreño y su vanguardia revolucionaria del FMLN.

Pero además, con este inusitado gesto de subordinación a los poderes imperiales del planeta, el gobierno del presidente Mauricio Funes, pareciera estar cancelando sus propias cuentas políticas y económicas, que lo vinculan al generoso programa de ayuda norteamericana a la golpeada economía cafetalera salvadoreña y a la “Espada de Damocles” del programa de migraciones de sus ciudadanos en Estados Unidos que, el gobierno de los Estados Unidos de América utiliza para obligarlos a aceptar posturas políticas regionales e internacionales favorables a sus intereses de reconquista de sus hegemonía en Nuestra América; ejemplo de lo cual lo constituye el recientemente suscrito Programa de Seguridad Regional, en donde las policías centroamericanas, prácticamente, se subordinan a las agencias de espionaje y seguridad del gobierno imperialista norteamericano, en su supuesta lucha contra el narcotráfico, pero que lo que esconde es la reimplantación del control policial y militar sobre los Estados de Nuestra America, como en los tiempo de la Escuela de las Américas de la Zona del Canal.

El envío de estos setenta y dos (72) “especialistas y técnicos” militares salvadoreños, (antecedido por la participación del tristemente famoso y genocida Batallan “Cusclatan” en la guerra de agresión contra la República de Irak), es por lo menos, una violación flagrante y desafiante al espíritu y la letra de los Acuerdos de Paz de Esquipula, que dieron término al conflicto armado interno de El Salvador, en los que se reconoció a la Paz como un Derecho de los Pueblos y que las fuerzas armadas y policiales del Estado solo estarían al servicio de la seguridad y la defensa de las instituciones democráticas de El Salvador; hoy convertida en fuerza agresora y ocupante de un país extranjero.

Pero además, esta decisión del gobierno de Mauricio Funes, constituye una ruptura importante con el programa de Paz, Soberanía, Democracia y Justicia Social, propuesto por el FMLN al pueblo salvadoreño y que, con el voto de la mayoría de ese pueblo, fue posible elevar a la presidencia de la República al ahora Comandante en Jefe de un ejército ocupante de Afganistán, señor Mauricio Funes.

Lo importante, sin embargo, para los pueblos de Nuestra América, y especialmente para el pueblo venezolano y su vanguardia revolucionaria, es entender que, tales son las realidades de la situación política internacional y de América Latina y el Caribe, en particular, y es con esas realidades y no manuales preclaros, verdades iluminadas y experiencias descontextualizadas, como la dirigencia revolucionaria de Nuestra América y del mundo deben construir un vasto movimiento de Estados, gobiernos, movimientos sociales y personalidades notables, que hagan posible unificar la voluntad de la los pueblos y la Humanidad para derrotar la estrategia imperialista de guerra de reconquista y proteger al planeta Tierra, su habitat, recursos y habitantes de su degradación irreversible y destrucción.

Por lo demás, la oligarquía genocida, el gobierno del presidente Mauricio Funes y el papel cipayo de su ejército, son asuntos del pueblo salvadoreño y su vanguardia revolucionaria, el FMLN, y serán ellos quienes deberán resolver tales situaciones, en favor de la Paz, la Soberanía, Democracia y la Justicia Social de la Patria Chica de los Comandantes del Pueblo Salvadoreño Farabundo Martí y Shafit Handal.

Yoel Pérez Marcano
yoelpmarcano@yahoo.com


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