El Vaticano y la monarquía contraatacan

Karol Wojtyla o Juan Pablo II, es el Papa utilizado por el Vaticano para fortalecer a la Iglesia católica mediante un poderoso sistema de información y comunicación aprovechando la semana santa y utilizar la teoría del perdón.

En los últimos tres años la Iglesia católica estuvo salpicada por escándalos de pedofilia que involucraron a Juan Pablo II y a Benedicto XVI, quienes por complicidad, negligencia u omisión, protegieron a los curas violadores a sabiendas que las denuncias de pedofilia estaban cursando procesos judiciales en EEUU, Alemania y Bélgica, callaron porque el hermano del actual Papa Benedicto XVI,  Georg Ratzinger de 88 años esta en juicio en Alemania por abusar  sexualmente de niños  del coro de un colegio, el rector de ese establecimiento Theo Schneider fue su  cómplice, los dos están acusados  ante el Tribunal Penal Internacional.

Mediante un fenomenal despliegue publicitario el Vaticano, días antes de semana santa anuncio que Juan Pablo II seria beatificado, este anuncio “coincide” con el matrimonio real entre Kate Middleton con el príncipe Guillermo. Estos dos acontecimientos se publicitaron en una operación mediática sin precedentes que revitalizo (aprovechando la ignorancia  y confusión de la gente) a dos viejos aliados, la monarquía y el Vaticano.

La Iglesia católica aprovecho la semana santa en donde los católicos conmemoran la muerte y resurrección de Jesús, para nuevamente pedir perdón, pero, el concepto de perdón no solo es importante para las religiones también es importante para la política para buscar reconciliarse con la sociedad.

Según el Vaticano, sus fieles rondan los 900 a 1000 millones. Se calcula que tanto la boda como el acto de beatificación será visto por unas 2000 millones de personas, enorme masa de gente que abarca 3 continentes donde predomina el capitalismo y el cristianismo en crisis, cuya culpabilidad histórica es compartida por las monarquías y el Vaticano, así, sucumbieron naciones y pueblos en América, Asia y África, para establecer el colonialismo, países que todavía no pueden superar el subdesarrollo como la pobreza mental, elementos culturales que son aprovechados políticamente por el G7 y por el Vaticano.

Lleva 2000 años la Iglesia católica pidiendo perdón para continuar haciendo lo mismo como brazo derecho de los imperios y de las naciones ricas. Con la boda real los pueblos de una u otra manera aprueban esos fiascos. Monarquía y Vaticano, son incapaces de representar a su propia clase, sin embargo, acontecimientos como una boda real y una beatificación, llevadas a cabo casi simultáneamente por las monarquías y el catolicismo, es un hábil manejo político-sicológico para influenciar masas para fortalecerse en Europa, me refiero a las monarquías de España, cuya población en un numero de 5 millones están sin trabajo, la monarquía de Dinamarca, Noruega, Suecia, Bélgica y Mónaco, todas salen ganando con el respaldo del pueblo ingles al príncipe Guillermo a su esposa  así como a la reina.

La beatificación de Karol Wojtyla, tiene un gran significado político, se escogió el primero de mayo día del trabajador para catapultarlo a santo, previo a este acto el Vaticano, programo otras celebraciones, una en el circo romano, edificación orgullo de ese imperio con el cual el Vaticano, sello su costumbre de arrimarse a los imperios para sobrevivir convirtiéndose en el brazo derecho de todas las conquistas e invasiones. La otra celebración, se efectuara en la Iglesia de San Pedro, símbolo de la desigualdad social sostenida y de la ignorancia que mucho antes de la inquisición equilibra a la jerarquía eclesiástica en el mundo.

Los medios de comunicación no recuerdan a la gente que Karol Wojtyla, nacido en Polonia, y tuvo mucho que ver en la caída del comunismo soviético alimentando espiritualmente al sindicato Solidaridad cuyo líder Lech Walesa se alió con Juan Pablo II, EEUU y Europa, para acelerar la caída del comunismo de esa época, tampoco dicen los medios que Juan Pablo II excomulgo a sacerdotes mexicanos, nicaragüenses y salvadoreños, por participar en los procesos revolucionarios, curas que luchaban por la igualdad de oportunidades para los mas pobres, mientras  el “Papa viajero” visitaba los lugares mas miserables de la tierra alimentándolos con fe y sugiriéndoles que su situación de extrema pobreza es cosa de Dios, que hay que resignarse y que la caridad practicada por la Iglesia aliviara los males de la pobreza como la insalubridad, desnutrición, enfermedades, ignorancia, analfabetismo.

Hoy, los medios nuevamente lo sitúan, en una inteligente campaña, como la autoridad mas influyente de la humanidad, un asunto discutible desde todo punto de vista, mas, sin embargo, el mensaje de Benedicto XVI “Urbi et Orbi” recuerda los conflictos que afectan el mundo, promovidos directa e indirectamente por sus aliados del G7, guerras en Irak, Afganistán, Libia. Conflictos políticos-económicos con amenaza militar en Venezuela, Irán, Corea del Norte, Siria, Yemen, Cuba, y los cambios climáticos producidos por el calentamiento global en todo el mundo ¿acaso la Iglesia católica no es cómplice de sus aliados del G7?

Conflictos directos e indirectos producidos por las naciones más ricas del planeta que junto a las religiones manosean al resto de la humanidad. 

rcpuma061@yahoo.com




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Raúl Crespo


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