La larga historia indoblegable de Fidel se pretendió borrar con una manipulación

Una bien construida manipulación mediática de una revista estadounidense, a partir de una entrevista hecha al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, por un periodista de EEUU, pretendió borrar, con un simple artículo una extensa historia de más de 60 años llena de sacrificios, heroísmos y principios revolucionarios vertidos por Fidel en cientos de miles de discursos, escritos, intervenciones, conversaciones y debates, en los cuales han participado de forma directa o indirectamente los líderes del mundo.

Fidel es la historia, han dicho y es totalmente cierto.

Después de todo, se la dan de grandes periodistas y extraordinarios medios y no quieren reconocer que ante una manipulación como la realizada con la expresión vertida por Fidel Castro al periodista Jeffrey Goldberg y la analista Julia Sweig, han cometido un gran abuso, una sonada estafa, y con ello una imperdonable falta de respeto a la opinión pública mundial.

Todo surgió cuando el periodista preguntó a Fidel si creía que “el modelo cubano” era algo que aún valía la pena exportar. Es una trampa periodística que se acepta asumir por quien se deja entrevistar pues para ello se concede la entrevista y de lo que se trata es de evadir la trampa, y así lo hizo Fidel porque para él lo importante no es el modelo sino los principios en que éste u otro modelo se sustenta, pues ante circunstancias diferentes, pueden haber modelos diferentes sin que varíen los principios revolucionarios.

Con el término de "modelo cubano" se quiere englobar erróneamente, tanto la vía para alcanzar el poder como la vía para llevar a cabo las transformaciones sociales revolucionarias, y casi siempre sin atender o profundizar ante qué tipo y con qué potencia del adversario se enfrenta, e ignorando las circunstancias concretas. El adversario queda ignorado regularmente como lo ha hecho siempre l pensamiento funcionalista. Es el pensamiento unilateral como decía Mao Tse Tung o el pensamiento metafísico como lo calificaba Carlos Marx. No obstante, como no se trató de un debate científico sino polìtico, veamos este punto de vista.

Si Fidel hubiera dicho que NO valía la pena exportar el modelo cubano para hacer la revolución hubiera ido contra su principio que enarbola desde la Sierra Maestra: “la revolución no se exporta, la hacen los pueblos” y entonces hubiera dado a entender con el NO que antes sí Cuba exportó la revolución y que ahora no se debe visualizar a Cuba como un ejemplo revolucionario, es la lógica del ardid adversario.

Si Fidel hubiera contestado que SI valía la pena exportar la revolución a través del modelo cubano, también atentaba contra su principal principio en esta materia y entonces The Atlantic hubiera hecho una feroz peor campaña aduciendo que Fidel aceptaba que Cuba estaba exportando la revolución y con ello se justificaba el bloqueo impuesto por EEUU y quizás una agresión. Incluso, sin haberlo afirmado así, ya el periodista Maurice Vincent del diario El País arremete contra Cuba usando las palabras de Fidel, como si todo estuviera previamente coordinado.

Si el líder cubano se hubiera quedado callado o no contestaba nada iba a ser víctima de la máxima de que “el que calla otorga”. Había que responder y Fidel lo hizo magistralmente convencido de que los pueblos no se van a dejar engañar.

Entonces, según explicó Fidel: “Es evidente que esa pregunta llevaba implícita la teoría de que Cuba exportaba la revolución. Le respondo: ‘El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros’. Se lo expresé sin amargura ni preocupación”, sostuvo Fidel en su explicación en el Aula Magna de la Universidad de La Habana en un evento televisado para Cuba y el mundo a través de Cubavisión.

Del abuso, la estafa y la falta de respeto cometida por el periodista y la susodicha revista es conveniente reflexionar sobre las razones que a mi juicio son las principales motivaciones del denigrante hecho. Goldberg abusó por dos razones, y al hacerlo se derivó la estafa y la falta de respeto al inicio mencionadas.

En primer lugar, Goldberg abusó de la confianza que en él depositó el líder cubano al situar en el centro de su artículo una frase qué el periodista sabe que la hizo Fidel creativamente para desbaratarle un supuesto maléfico, el de que “Cuba exporta la revolución” en contra del imperialismo, sobre el que durante más de 50 años once gobiernos diferentes de Estados Unidos han impuesto un bloqueo genocida de carácter financiero, económico y comercial contra el pueblo cubano. Fidel en confianza uso una respuesta contrastante dentro de un mar de grandes ideas pensando que Goldberg haría honor a su inteligencia y encabezaría su trabajo con alguna de ellas, y el gran periodista salió con una patada de gallina para apoyar al bloqueo contra Cuba. He ahí una razón.

La segunda –no menos importante- es porque Goldberg y The Atlantic abusaron de la credibilidad con que gozan para tratar de engañar e incidir –a través de la red de vínculos comunicacionales de EEUU- en la opinión pública latinoamericana y caribeña que cada día más reconoce en la firmeza de principios de los que desde muy joven, en muchos puntos del continente, siguieron el camino de lucha de Fidel, que es el camino de lucha contra las dictaduras y contra el imperialismo yanqui y sus lacayos. Los firmes de principios éticos como son los revolucionarios, la más alta condición de un ser humano, están ganando la batalla democrática al imperialismo. He aquí la segunda razón del abuso de Goldberg: tratar de restar votos a los líderes populares resaltando la mencionada frase de Fidel, creyendo que los pueblos son los mismos de hace dos décadas atrás.

Sólo hay que echar una ojeada al panorama latinoamericano para persuadirse de ello.

La fuerza moral de Hugo Chávez Frías y una Venezuela cada día más potente irradia su ejemplo y su acción económica solidaria por el Caribe, Suramérica, Centroamérica, Medio Oriente y África. Nada menos que entre casi 2 mil millones de personas. Y su fuerza proviene de un pueblo combativo y guerrillero que históricamente se ha rebelado contra las injusticias, y que dio hijos dispuestos a vencer por la Patria o morir y decididos a hermanarse con la Cuba solidaria y fortalecer la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Otra de las más relevantes evidencias está por aparecer con mayor claridad cuando la exguerrillera brasileña Dilma Roussef pase a dirigir a la nación más influyente económicamente entre las potencias emergentes del siglo XXI y cerca de 200 millones de almas con deseos de libertad y emancipación socialista eleven su rango de combate democrático y pacífico, entre sambas y calipsos. El pasado año lo hizo el también indoblegable guerrillero Pepe Mujica en la República Oriental del Uruguay, también con ritmo afrolatinoamericano, y a paso de candombe captó el voto de las grandes mayorías.

Los dos unen sus gobiernos al otro guerrillero centroamericano Daniel Ortega que junto al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), primero derrocó a una dictadura con las propias armas y luego a una oligarquía con las herramientas de la democracia representativa pero con la visión puesta en la democracia participativa.

Otro movimiento guerrillero de esa región como el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), se llevó la victoria en un país que tiene el ejército más poderoso de los que armó EEUU en el área y que actúa como espada de Damocles cada uno de los 365 días del año sobre la cabeza de Mauricio Funes.

Un admirador de la guerrilla fue bendecido por el pueblo y lo llevó a la presidencia en Honduras, pero ante ese crecido presidente Manuel Zelaya se impuso la traición, vino el golpe de Estado y con el se pospuso la liberación, por ahora.

De eso se trata el tránsito entre dos sistemas sociales, los pueblos lo van comprendiendo, y sobre todo cuando un pueblo como el costarricense que observa y siente la amenaza de 47 buques de guerra estadounidenses en sus aguas territoriales.

Evo Morales no fue guerrillero pero abrazó tanto las ideas del Guerrillero Heroico que se fundió con él y le hace justicia en cada minuto que gobierna para el pueblo de Bolivia, mientras que Rafael Correa lleva a cabo la Revolución Ciudadana en Ecuador, una nación independizada por Simón Bolívar y el Mariscal Sucre, ambos símbolos y raíces de la Revolución Bolivariana. Ambos son ejemplos por el norte y por el sur para Perú.

En México y en Perú dos rebeldes con causa estuvieron a punto de alcanzar el poder del Ejecutivo. La patria de Juárez y Zapata se debate entre la vida y la muerte, sobre todo desde que la oligarquía mexicana apoyada por EEUU robaron las elecciones a Manuel Andrés López Obrador, y aplicaron la marcha forzada al Tratado de Libre Comercio y al plan de neocolonización usando la fuerza de los traficantes de drogas para penetrar los poderes y usarlos como terroristas contra los movimientos sociales que están ganando las elecciones por doquier. Ollanta Humala, insurgente ante una dictadura disfrazada de democracia, fue bombardeado mediáticamente bajo la batuta del incipiente Plan Perú que ahora aplica EEUU con mayor capacidad en todo el sistema político peruano. En ambos países los pueblos pueden pasar factura de un momento a otro a sus gobernantes y el imperio usa sus instituciones y vínculos para evitarlo.

En ese grupo de países está el futuro del estado de la correlación continental de fuerzas a favor del socialismo y en ellos está depositada la esperanza de varios cientos de millones de latinoamericanos y caribeños.

De manera que son dos poderosas razones de Goldberg para vender su alma al diablo. El conoce como piensa Fidel y seguramente ha leído muchos de los cientos de discursos publicados en Granma en varios idiomas. ¿Por qué no le preguntó a Fidel con más profundidad ante la novedad encontrada? ¿Cómo se le puede llamar periodista a un entrevistador que deja la entrevista cortada en su mejor parte?. Goldberg, con su estafa, dio a entender al mundo que dejó el periodismo para convertirse en mercenario de la noticia. Si no es así que demuestre lo contrario.

Con la racionalidad marxista que caracteriza el pensamiento político de Fidel, la respuesta no se hizo esperar: “Mi idea, como todo el mundo conoce, es que el sistema capitalista ya no sirve ni para Estados Unidos ni para el mundo, al que conduce de crisis en crisis, que son cada vez más graves, globales y repetidas, de las cuales no puede escapar. Cómo podría servir semejante sistema para un país socialista como Cuba”, aseveró el Comandante en el foro de la Universidad de La Habana.

El imperio quiere meter al genio en el ánfora pero los pueblos lo impedirán como siempre lo han hecho para que siga apoyando la batalla decisiva por un mundo socialista.

wongmaestre@gmail.com


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Ernesto Wong Maestre


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