El ultimo gran temor norteamericano

Una solución pacifista por la crisis económica a nivel mundial está dejando sin fundamento la premisa vital de Washington, de no negociar con el socialismo ni el terrorismo, o los revolucionarios, sino contenerlos por medio de los gastos militares.

El comunismo ya no existe desde 1991 cuando Mijail Gorvachov, disolvió la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) que desde 1917 eran controladas por el Soviet Supremo, y a una gran parte del mundo, hoy los socialistas, todavía no somos suficientemente fuertes para combatir la globalización del sistema capitalista y el poder militar del imperio. El mundo pide la paz y la solución al calentamiento global cuyos cambios climáticos destrozan la tierra.

La humanidad exige reorientar la tecnología y la ciencia con el dinero que se invierte en las armas. El imperio estadounidense le teme a la paz, a las soluciones políticas, al dialogo. Los EEUU, se muestran hostiles a cualquier tipo de concesión política con los revolucionarios y a finalizar las guerras.

Es irónico, que mientras Obama, lucha en Afganistán, y presiona con sanciones políticas y económicas a Irán, Corea del Norte y Venezuela, para tratar de sostener su dominio cuando simultáneamente se debilita en un conflicto interno y económico con Europa, que va profundizándose, y que revela los límites del poder imperial para alcanzar su ambición con el nuevo capitalismo que recluto a China y Rusia.

Ni el G8 ni el G20 expresan con claridad las condiciones y dirección de los desarrollos económicos y políticos del mundo con el capitalismo. La última crisis desnudo las diferencias con Europa, sobre dos puntos: Uno, quien lleva el peso del combate en Afganistán, y quien llevara ese peso en la futura guerra contra Irán, y dos, quien invierte más en los gastos militares ante semejante situación económica por la que atraviesan las principales economías capitalistas. Capitalismo, que va de mal en peor, solo sostenido por una impresionante campaña publicitaria que trata de ocultar la nueva crisis Obama.

El Washington Post, CNN, los Ángeles Times, Al Jazeera, publicaron como la cuarta brigada Stryker, de la segunda división de infantería abandonaba Irak, se cambiaba el nombre de combate “operación libertad” por “nuevo amanecer” de asesoramiento y entrenamiento, puro cuento esto del retiro de las unidades de combate, por intereses políticos de cara a las próximas elecciones legislativas y por las necesidades económicas. Retirar 10000 soldados de Irak, es un ahorro para la crisis económica en la que se encuentra el mundo capitalista europeo y estadounidense, de ninguna manera alejara las operaciones de combate.

El otro temor que envuelve a Washington, es su incapacidad para emplear su inmenso poder material y militar en derrotar la superioridad ideológica y humana de los movimientos revolucionarios en Venezuela, Irán, Corea del Norte, Palestina, constituye el centro de su frustración con Israel, Colombia y Corea del Sur.

Desde el punto de vista económico no pueden sostener sus proyectos de dominación con la mayor parte del mundo, a no ser que eviten, no sé cómo, que las naciones pobres y en vías de desarrollo se inclinen hacia la izquierda bolivariana o revolucionaria de Chávez, Ahmadinejad o de Kim Jomg-iL.

El carácter político de los gobiernos de Caracas, Teherán y Pyongyang, tiene más consecuencias en sus áreas de influencia que los designios de Washington, sobre esas regiones y las futuras políticas del Departamento de Estado. Zonas, que después de la segunda guerra mundial estaban claramente demarcadas en sus dimensiones para frenar al comunismo, pero, después, los intereses políticos-económicos hicieron que Washington, llamara a medio mundo terrorista y narcotraficante, lograron que esas dimensiones se ampliaran provocando su quiebra.

Toda esa maquinaria política y militar instalada en Europa, para frenar al comunismo, desde 1992 se reoriento hacia el este, constituía el camino de mayores posibilidades para el éxito de la OTAN, del pentágono, y de la ONU. La nueva Europa, constituida por los países que antes eran miembros del Pacto de Varsovia, creado en el 55 Bulgaria, Hungría, Polonia, RDA, Rumania, Albania, se integraron a las Naciones Unidas y a la OTAN, después llegaron hasta el mar Negro y al Cáucaso.

Ahora de 44 naciones de Europa y del Cáucaso, solo dos Chipre y Rusia, no pertenecen a la OTAN, y solo 6 Bielorrusia, Chipre, Moldavia, Malta, Serbia, Rusia, no tienen ciudadanos en Afganistán.

Perder lo ganado es el último de los temores que les quita el sueño a la casa blanca y a la OTAN, pues, no todas las naciones reclutadas tienen capacidad económica, muchas de ellas dependen de las economías más solventes de la Unión Europea, sumado a esto, los gastos de la guerra de Irak y Afganistán, la situación es crítica para la crisis financiera del capitalismo.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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