La propiedad revolucionaria frente al proceso

Las relaciones entre los actos y sus consecuencias son influidas por los requerimientos de una sociedad cambiante o de la organización mediante la cual funciona la sociedad. En tales circunstancias el proceso se vuelve especializado y dispar, especialmente por los distintos métodos de producción y distribución.

La organización social dedicada a la revolución, se circunscribe cada vez más dentro de requisitos políticos y se deriva menos y menos, al conocimiento de las necesidades sociales por las instituciones que intervienen en el proceso. A menudo la justificación no esta dada por los actos de la revolución, sino por la contribución que tales actos hacen al pueblo, con los bienes y servicios que se producen.

En la sociedad neoliberal la persona ha perdido la mayoría de sus índices sobre el valor de los servicios entregados por el gobierno a la sociedad. En esas circunstancias, la valoración de la persona, de la familia y de la sociedad, se torna sumamente difícil y hay propensión a la falta de reciprocidad entre el individuo y el gobierno, tornándose en una relación típica del neoliberalismo, compra y venta. En el proceso revolucionario, estas manifestaciones se mantienen, pero ya hay una diferencia sustancial, el empleo frecuente de la palabra humanismo como parte del socialismo o de igualdad, cooperación, términos opuestos al individualismo, egoísmo, y aun cuando resulta difícil encajarlas en el marco de la sociedad, por las diversas categorías de socialismo y propiedad privada, no hay duda que en el proceso prevalece los derechos colectivos del pueblo sobre los del individuo, retomando la condición innata del ser humano, libre y digno.

Esta ideología convencida, es propiedad de la revolución en un proceso, ayuda a construir un socialismo; si lo comparamos con el extremo individualismo del capitalismo, resulta extraordinaria las ganas puesta de manifiesto por los pueblos pobres del mundo, por remediar esa situación. Una sociedad necesitada, deseosa de libertad, rara vez trabaja exclusivamente para su beneficio personal, sino mas bien para actividades reciprocas, por las relaciones que históricamente unen a un miembro con su grupo social, este es un sentido de responsabilidad y de un gran valor para el pueblo en revolución, reforzado por las leyes cambiantes de un proceso, así como también por la aceptación de la opinión publica. Por consiguiente, la propiedad revolucionaria, es todos los valores morales, principios éticos, que ennoblecen una revolución, cuya practica la diferencia del sistema capitalista, por la cual se lucha. La distribución de las riquezas del país, equitativa dentro de la sociedad, es en su conjunto la propiedad común en manos del pueblo.

Hoy día existen una gran cantidad de definiciones sobre socialismo, la medula común en todas ellas, es la esperanza para todos los pueblos, de poder practicar el derecho a ser libres y decidir con autonomía los bienes de utilidad publica. No quiero poner en duda que existe una tendencia regional de pasar del capitalismo al socialismo, pero lo que ya no es tan indudable, es que existe una tendencia similar en el sentido de la propiedad, por el control casi completo de la vida económica por parte del gobierno, supongo hasta preparar al pueblo para que administre esos recursos, en sus prioridades para mejorar su estándar de vida, dentro de lo ilógico e irracional en las que se basan las acciones sociales, al igual que la naturaleza humana donde se originan.

Anteriormente se decía en el comunismo, que las revoluciones son los resortes de la historia y que es necesaria la violencia, para introducir transformaciones sociales, ¿hasta que punto es posible la libertad individual y la democracia política, con una planificación económica extensiva y centralizada, como quiere el socialismo? Esto constituye otro aspecto de cómo transformar las múltiples libertades negativas del capitalismo, en valores vitales positivos y plenos de significación revolucionaria. Aparte de la organización económica particular del proceso, el hecho indiscutible de la vida revolucionaria, es el manejo cualitativo y cuantitativo, de la conducta humana, cuyos factores, las necesidades, y engranajes constantes buscan la solidaridad social y es cada vez más exigente por las mismas circunstancias del proceso en las actividades políticas y sociales, por parte del gobierno revolucionario.

Este hecho decisivo del socialismo, permite el derrumbe del régimen de la libre empresa, con su siguiente paso en la construcción de un nuevo mercado de masa justo, entre países de la misma capacidad, en donde pueda intervenir el intercambio de bienes por servicios, como gesto financiero humano socialista y endógeno. La continúa amenaza de guerra permanente por parte de los países que sostienen el capitalismo, por frenar la natural exigencia de una masa revolucionaria con todos los recursos materiales y humanos, es propiedad revolucionaria, la revolución es propiedad de los pueblos.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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