Este 28 de julio se cumple un año del escandaloso fraude electoral por el que Maduro se autoproclamó presidente reelecto de Venezuela y que tuvo como respuesta una espontánea y generalizada protesta en muchas ciudades del país, con peso decisivo de sectores populares, pero donde la brutal represión se impuso. Presentamos a nuestros lectores un dossier completo sobre estas elecciones desde antes de la misma, el propio desarrollo, el anuncio fraudulento y la inusitada represión.
Fotografía: represión a protesta el 29 de julio en Caracas.
Días y semanas previas de las elecciones presidenciales del 28 de julio, desde La Izquierda Diario fuimos dando cuenta de la controversial elección presidencial que se avecinada montada sobre todo un esquema fraudulento de proscripciones y anulación de partidos, todo diseñado para garantizarse el gobierno un resultado favorable. Se trataba de una de las elecciones presidenciales más controversiales de América Latina, y los ojos del mundo estaban puestas en la misma.
Desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), que impulsa La Izquierda Diario, junto a otras organizaciones de izquierda, se decidió tener una política activa conformando un bloque político unitario, llevando a cabo una campaña donde se denunciaba toda esta situación imperante. Y ante la bochornosa proscripción de toda organización a izquierda de Maduro, y de la izquierda que se reivindicaba anticapitalista, se llevó a cabo la campaña "La clase trabajadora no tiene candidato", levantando un programa desde la perspectiva de los intereses del pueblo trabajador y de las grandes mayorías populares.
Para introducir a grandes rasgos a nuestros lectores, la noche de la totalización de los resultados el fraude comenzaba a concretarse: a mitad del proceso el gobierno decidió impedir el acceso a testigos del principal candidato opositor (Edmundo González, en representación de María Corina Machado) así como casi todas las otras organizaciones políticas menos las afines al gobierno. Se negó a darle copias de las actas a los testigos en numerosos centros de votación y, para rematar, el acta con los resultados finales no se imprimió en la sala de totalización del CNE, a la vista de todos los testigos, como debe ser y está estipulado, sino que la imprimió directamente el presidente del organismo, Elvis Amoroso, no se sabe dónde, y se la presentó al resto de rectores.
En ese contexto anunciaron que Maduro "ganó" con 51% de los votos, con una ventaja de 700 mil votos sobre González, quien habría sacado 44%. No bastando con los vicios anteriores, el CNE también evitó las auditorías que corresponden, de acuerdo a las propias normas del proceso, luego de anunciados los resultados, para completar la verificación. El órgano electoral, en la mañana del 29 de julio, se apresuró a acreditar oficialmente a Maduro.
El 29 de julio, la capital del país amanecía con un pasmoso silencio y de calles desiertas, y así lo era en la mayoría de las ciudades del país. Pero a media mañana de repente todo comenzó a moverse con un cacerolazo que fue in crescendo rápidamente y decantó luego en las movilizaciones y protestas en muchas zonas de Caracas y en cualquier cantidad de ciudades a lo largo del país. Ese proceso que se extendió hasta el día siguiente, y que tuvo un importante componente de espontaneidad, lo fuimos mostrando con énfasis y detalles desde La Izquierda Diario, en tanto la línea de María Corina Machado hasta ahora no ha sido llamar a este tipo de protestas.
Desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) denunciamos el escandaloso fraude electoral. Las maniobras y trampas del CNE eran evidentes. Esto no quería decir que otorgáramos plena credibilidad a lo que anunciara en cifras María Corina sobre las que no hubo ningún control independiente. Dijimos en su momento que, si bien enfrentamos al gobierno de Maduro, así como también a la oposición de derecha que representa Edmundo y María Corina, el pueblo tiene derecho a conocer los resultados concretos y que se respete la voluntad popular. Pero la brutal represión se desarrolló con saña, cayendo el golpe brutal sobre todo sobre los sectores populares que salieron a protestar con más de dos mil detenidos, en su inmensa mayoría jóvenes y hasta adolescentes, y con más de veinte muertos.
A seguir un dossier de los principales artículos que fuimos publicando antes, durante y después del 28 de julio, donde nuestros lectores se pueden hacer un cuadro completo de la situación en esos días en Venezuela.
El 28 de julio se realizan de forma anticipada las elecciones presidenciales en Venezuela, que deberían llevarse a cabo a final de año, siendo el 10 de enero de 2025 la toma de posesión de quien resulte ganador. Entre presagios de derrota para Maduro y una oposición envalentonada por la ultraderechista María Corina Machado y su candidato Edmundo González, se configuran críticos escenarios en una elección que el Gobierno ha construido a su medida buscando evitar un resultado adverso. Para conocer más sobre estas elecciones conversamos con Milton D’León de la Red Internacional La Izquierda Diario e integrante de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) en Venezuela.
La tensión política es extrema en Venezuela ante el escenario incierto. De la propia elección del domingo se sabe la hora de inicio, pero en el país ya es costumbre extender el cierre más allá del horario oficial. Si una elección termina cuando se anuncia el resultado, ese puede no ser el caso de Venezuela.
A las 6 de la tarde se cumplió el horario formal de cierre de la votación aunque las urnas continúan abiertas mientras haya gente votando y hasta que lo defina el Consejo Nacional Electoral. Venezuela vive unos comicios clave que definirán el próximo presidente del país y que vienen teñidos de incertidumbre y tensión.
En su primer boletín oficial del Consejo Nacional Electoral declara que con el 80% de las actas escrutadas anuncia ganador a Maduro con 51,2% de votos y a Edmundo González abanderado de María Corina Machado con 44,2%. Mientras el chavismo festeja, la oposición no reconoce los resultados. Tensión ante una crisis abierta en desarrollo.
Continúan las movilizaciones contra los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y recrudece la represión. Publicamos el pronunciamiento de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS).
Luego de la oleada de protestas del pasado lunes 29 de julio, en respuesta al fraude de los resultados electorales, el Gobierno pasó al ataque con su aparato represivo, principalmente en las zonas populares de la Gran Caracas y el resto del país, bajo la orden de "movilización permanente del pueblo, los militares y la policía". Una situación que la oposición proimperialista con María Corina Machado a la cabeza busca capitalizar.
Las protestas en Venezuela por el fraude cometido por el Gobierno en las elecciones presidenciales del pasado domingo han desatado una ola de represión, con particular énfasis en los sectores populares y la juventud. Como jóvenes revolucionarios y de izquierda, que nunca apoyaron al gobierno de Chávez ni de Maduro, y tampoco con la oposición proimperialista, damos nuestra posición. Exigimos la liberación de todos los presos por manifestarse. ¡Libertad para Rafael Sivira, Antony Granadillos, María Méndez, Armando Solís y Keiver Rincón estudiantes de la UCV!
Más del 95% de presos y presas son de sectores populares y la mayoría de las detenciones ocurrieron durante las protestas en los barrios los días 29 y 30 de julio, cuando el gobierno de Maduro realizó una brutal represión con la Guardia Nacional y la Policía Nacional y con bandas parapoliciales armadas. Está por iniciar una campaña nacional e internacional exigiendo la libertad para los presos por protestar, el grueso jóvenes de los barrios pobres.
Este 29 de agosto se realizó una rueda de prensa de la campaña nacional e internacional por la libertad a los presos por protestar, en esta se dio lectura al Pronunciamiento de las diversas organizaciones de izquierda y movimientos de lucha que la vienen impulsando, ante el salto represivo y autoritario del gobierno de Maduro luego del 28 de julio. "La gran mayoría de los presos son de sectores populares y son quienes llevan la peor parte", declararon.
Venezuela vive una vez más una gran crisis política tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE), tras largas e inexplicables horas, anunció que Maduro superaba al candidato Edmundo González que impulsaba la derechista María Corina Machado. Estaba todo dispuesto para lo que no podría ser otra cosa más que un fraude electoral. Los ojos del mundo se concentraron en lo que pasaba en Venezuela, con una crisis que aún no se ha terminado de cerrar y aún no está claro cómo se va a salir de la misma, pero todos los escenarios tanto de la derecha como del gobierno de Maduro, ninguno es favorable para el pueblo trabajador, por eso una alternativa es la necesidad de luchar por un polo independiente de Maduro, la derecha y del imperialismo.
A la clase obrera venezolana se le presenta una encerrona en estas elecciones: por un lado, Maduro, que se llena la boca hablando de "socialismo", cuando su gobierno somete al pueblo con capitalismo del más salvaje y represión; por el otro lado solo políticos de oposición patronal, ninguno que plantee un programa por los intereses de los trabajadores, desde Edmundo González (María Corina) a Ecarri, sus planes económicos también son para una minoría de empresarios y ricos, y eso no se aplica sin represión.
Publicamos la Declaración de las organizaciones de izquierda PPT-APR, Marea Socialista, el Partido Socialismo y Libertad (PSL) y la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), quienes realizaron una rueda de prensa este 25 de abril, en la que hicieron pública la decisión de llamar a votar nulo en las elecciones del próximo 28 de julio, donde presentaron el documento unitario fundamentando su posición política.
