El siglo XX fue el siglo de las guerras, dos guerras mundiales para establecer los imperios su hegemonía mundial. Los imperios y sus ideologías de derecha y de izquierda se han encargado de dividir al mundo en dos formas de pensar, y con estas dos formas de pensar, han montado su hegemonía mundial, se dicen ser enemigos, pero, comparten proyectos hegemónicos de poderío bélico como por ejemplo, pertenecer a organizaciones como la OTAN y la ONU. Han sometido al mundo a una pelea que solo libran los pueblos, mientras ellos en el poder observan como nos matamos, para que ellos conserven el poder.
Estas dos ideologías hegemónicas que en sus extremos se encuentran, y que en sus finalidades, sus objetivos son los mismos, se han ocupado de enfrentarnos por ellos. Con estas ideologías en el continente Suramericano ha llegado la barbarie, la pobreza y el saqulamentable,tas ideologías los pueblos de este continente han llegado a pensar que son menos inteligentes, que los rusos, que los chinos y que los gringos.
Los políticos que han gobernado nuestras naciones, hacen alarde de haberse leído y estudiado las teorías y los teóricos mas connotados de estas ideologías. Adams Smith, Carlos Marx, son citados de un lado y del otro, con el orgullo de ser mejores personas, por el simple hecho de haberse aprendido estos teóricos, sienten, que con eso se comen al mundo, y que con el conocimiento de estas, pues, es garantía de hacer un buen gobierno.
Durante todo el Siglo XX, montaron el teatro de la guerra fría, mientras de un lado y del otro avanzaban en sus conquistas ideológicas. Por su puesto asegurado en América latina sus colaboradores. En el transcurrir de todo el siglo XX, nuestros politicos sufrieron de la misma pandemia ideológica.
Comenzamos el Siglo XXI, con la misma enfermedad, un poco inclinada hacia los izquierdozos, presidentes llamándose progresistas como, Lula, Chávez, Kisner, Correa, Pepe Mujica y los
Castro que habían reinado por 60 años en el siglo anterior.
Es lamentable, que los pueblos de América no hayamos aprendido nada de los grandes de Suramericano, como Simón Bolívar, Sucre y Miranda, que no querían que América dependiera de ninguna potencia extranjera, fuese del color que fuera, o de la hegemonía que fuese.
Se pretendia que los pueblos del Sur de América, escogieran un destino común, desligándose de las ideologías eurocentricas y norteamericanas. Se buscaba crear con con el proyecto de la Gran Colombia, un bloque de países que hiciera frente al saque que por 500 años habían hecho los europeos. Además, hacerle frente a la nueva potencia que se estaba creando en al Norte de América (EEUU) que pregonaba su libertad, principio de su ideología hegemonica, pero para plagar de miseria a los pueblos del Sur.
Pero el proyecto Gran Colombia se desmorona por la traición y el asesinato de estos grandes lideres. La historia se ha repetido desgraciadamente, surge un líder y la traición de los malinches termina por asesinarlo. Los mercenarios malinches, están gobernando, tanto en Venezuela como en Cuba, como Brasil y en Colombia. Solo que bajo el engaño de que son de izquierda o de derecha, siguen traicionando, y siguen entregando a los países de América al saqueo a través de sus ideologías de derecha y de izquierda, las dos plagas que dividen a los pueblos, para, ellos recoger los frutos de su engaño.
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