Los pueblos de Latinoamérica y El Caribe cifran sus esperanzas en nuestra Revolución Bolivariana, al palpar la radicalización del proceso; el cual se concretará de manera inexorable en pocos meses, con el referendo constituyente y la nueva Constitución de la República Bolivariana y Socialista de Venezuela. Para lo cual debemos desde ya, ser persuasivos, perseverantes y constantes en la conformación de un gran bloque histórico integrado con obreros, campesinos, comuneros, pescadores, cultores y estudiantes, entre otros sectores, que resulte en una mayoría de la Asamblea Nacional Constituyente; y luego, asumir un protagonismo radical frente a la vocería territorial con ciertas posiciones reformistas y revisionistas propias de los socialdemócratas, pretendiendo preservar el dependiente y tutelado modelo capitalista de producción y mercantilización.
Un ejemplo de tal protagonismo, lo veremos cuando se debata el sistema económico contemplado en la Constitución vigente; donde, si bien es cierto, se fundamenta en los principios de justicia social, democracia y solidaridad para elevar el nivel de vida de la población y garantizar una justa distribución de la riqueza, también es cierto que no hay nada referido a prohibir los monopolios y oligopolios de todo tipo, con especial énfasis en materia agroalimentaria y su distribución, así como mecanismos de defensa contra la globalización exclusivista de grandes consorcios internacionales.
Al respecto, dicho bloque sectorial considerará dos iniciativas que ya existen, un proyecto de ley antimonopolio, antioligopolio y la competencia desleal, aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional, en el 2006; y la otra un año después, cuando el comandante eterno Hugo Chávez propuso, para la reforma de la Constitución, un artículo prohibiendo esta práctica capitalista que, como sabemos, no prosperó.
Otras batallas se darán en la región. En octubre de este año habrá elecciones legislativas en Argentina; y un mes después, elecciones presidenciales, legislativas y regionales en Honduras, y jurisdiccionales en Bolivia. En marzo de 2018, elecciones legislativas y municipales en El Salvador; en abril, las elecciones presidenciales y legislativas de Paraguay; en mayo, elecciones presidenciales en Colombia; en junio, las elecciones presidenciales y legislativas de México; y finalmente, en octubre, elecciones presidenciales, legislativas y regionales en Brasil. Pero, será en Venezuela la batalla final; con Latinoamérica y El Caribe s, mundo entero, los pueblos oprimidos.
