Al mundo le falta un tornillo! Tango que escribió Enrique Cadícamo en 1933, un año antes que Enrique Santos Discépolo escribiera el inolvidable “Cambalache”, genial pintura de la sociedad moderna de hoy y de ayer. ¡Hace la pelusa de ochenta años!
No resisto la tentación de poner algunas estrofas de Cambalache: “¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!...¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador! ¡Todo es igual! ¡Nada es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, ¡da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón!...”
Y así como vemos retratada nuestra sociedad actual en la letra de estos inolvidables tangos, hoy nuestra sociedad pareciera estar peor! Peor? si peor!
Digo peor en forma genérica, porque en algunos aspectos hemos adelantado mucho, sobre todo en lo tecnológico y también en medicina quirúrgica y producción de medicamentos, estudios químicos mediante, avances en la técnica espacial y en maquinaria de guerra (a la que hay que tenerla muy en cuenta).
Pero peor! Si ya sé, pensás que soy un pesimista y no es así. Tengo confianza en el ser humano, en su intrínseca calidad y capacidad para distinguir lo bueno de lo malo, de su capacidad como ser ético. Sí, soy septuagenario y con orgullo y tal vez por eso escribo, para poder regar con el agua de la experiencia el jardín de las plantas (mentes) jóvenes que crecen fuertes y robustas, y que crearan las condiciones para que el mundo mejore, para que se abra una verdadera posibilidad de trascender y no nos extingamos como especie. Porque hacia ahí vamos. Si no tuviera esa confianza en la humanidad, no escribiría. Bueno, disculpa, me salí un poco, pero sigo.
Así que la cosa está en considerar distintos aspectos para comparar y encontrar alguna respuesta a este desbarajuste en que nos han metido a todos, los excesos del capital, la lucha individualista, la sustitución en gran medida de una ética razón de vida por imitación de valores superfluos y prescindibles, a través de la maquinaria mediática, que nos bombardea y avasalla y, digamoslo, la pérdida de valores morales.
No digo que la sociedad era mejor en tiempos anteriores o que simplemente no aceptemos el cambio que sufre la misma; no todo tiempo pasado fue mejor, pero el ser humano tenía mas tiempo para disfrutar la vida, para compartir, para el encuentro directo, la reunión familiar, la familia, tenía menos opciones que lo encadenaran a un modo obsesivo de vivir.
He ahí el meollo del asunto! La Familia! La sociedad modernista del siglo XIX, XX y lo que va del XXI fue abandonando el núcleo central sobre el cual se fue armando al sociedad. Somos gregarios, desde que nacimos como especie, nuestro éxito consistió en que nos agrupamos para sobrevivir, al principio en grupos, luego tribus y así fuimos avanzando, interrelacionándonos unos con otros, protegiéndonos, dando lugar a las primeras divisiones del trabajo, a las especialidades y el núcleo central de todo esto siempre fue la familia, una pareja de seres humanos que se unen para procrear y criar a los hijos que llegan.
Pero, a la modernidad, al industrialismo, ese modo de vida no le servía y se dedicó a cambiarlo. Y así surgieron las ciudades, porque el industrialismo necesitaba mano de obra barata y cercana para funcionar y ya en las ciudades el ser humano empezó a perder de vista ciertos valores y a conocer otros, estuvo mas cerca de los ricos y opulentos y así empezó la carrera del individualismo, del cuanto tengo, tanto valgo.
Y luego del industrialismo llegó el capitalismo, en el que todo se hace en nombre del capital, del mas poderoso, el que nunca se conforma y siempre trata de aumentar sus beneficios. Así llegamos a la primera mitad del siglo XX en EEUU y el ataque a los valores se intensifica, se desarrollan primero la radio y la prensa y luego la televisión. Ahí si que nos tuvieron jodidos!
No hubo herramienta más poderosa que el medio televisivo como formador de conciencia, de nuevos valores, de nuevas necesidades el conocido ”American way of life” o modo de vida americano, y a través de ella nos impusieron necesidades falsas, modelos deprimentes nos los hacen ver como modelos a seguir. Y aquí me gustaría comentar el caso de las comiquitas y los héroes de tiras cómicas.
El Pato Donald, Mikey Mouse, Superman, Batman y Robin. Analicemos su entorno familiar. ¡no tienen familias compuestas por los padres e hijos!! Desaparecieron a los padres en la integración del grupo familiar! Y eso promovió el individualismo y la soledad. Últimamente el ataque viene en forma de burla con la Serie de Los Simpson, donde el padre y la madre, sobretodo el padre, es modelo aberrante de mal comportamiento. Y como esas otras seriales producidas por la industria televisiva norteamericana.
Y por estos caminos vamos mal.
Si miramos las ultimas décadas, la sociedad ha dado enorme paso de evolución positiva, la expectativa de vida es mas larga, la economía es mas globalizada, enormes avances en campos como la medicina y la informática, los niveles de educación y alfabetización también son mas altos, en fin, muchas cosas, si lo vemos así, creo que la sociedad a avanzado muchísimo. ???????????
Pero para algunos!!!, los menos, las grandes masas de seres humanos continúan ajenos a estas bondades. Sí, hay adelantos, pero tenés que tener la capacidad económica suficiente para poder hacerte partícipe de ellos. Si no, morís como un pendejo y solo te enterás que esos adelantos existen, pero para las mayorías que no los pueden pagar , es como si no existieran.
¿Y los valores? Que pasó con la solidaridad, la sensibilidad por el que está en peores condiciones, el respeto por el individuo, la prédica con la verdad, la verdadera soberanía, la educación, la salud y la justicia igualitaria? Esas deberían ser nuestras prioridades!
Y creo que en el proceso revolucionario bolivariano podemos encontrar un nuevo enfoque una nueva esperanza, porque que tiene como prioridad el Hombre, la satisfacción de las necesidades humanas, sin que se tengan que buscar a través de la competencia y la deshumanización, sino como un derecho inalienable de los seres humanos, el rechazo a la explotación del ser humano, "el respeto al derecho ajeno es la paz". En el capitalismo no existe ese respeto.
¡Claro que la revolución bolivariana no es perfecta! Claro que en algunas cosas está errando! Es cierto que podemos encontrar males que afectan en mayor o menor medida a la Revolución Bolivariana, pues venimos desde la Cuarta República, fuimos formados en ella y reproducimos sus modelos inconscientemente. La corrupción florece en esta sociedad capitalista, porque aun somos una sociedad capitalista.
Pero, amigos, el camino parece estar del lado de la solidaridad entre los seres humanos, de la comprensión y el buen manejo de las tecnologías, pues aunque las creamos no hemos aprendido a manejarlas y ellas nos han puesto a su servicio, ponerlas al servicio de todos los seres humanos, no de algunos, proteger los recursos naturales no renovables, cuidar la ecología, promover la conservación de la vida en el planeta, esa deberá ser el fin último de la tecnología y de los cambios.
Si no recogemos los tornillos y los apretamos este mundo se va “p'al tacho”
“Al mundo le falta un tornillo que venga un mecánico...¿Pa' qué, che viejo?
Pa' ver si lo puede arreglar. !!!!”
miguelabrunoc@gmail.com