Los líderes y la Revolución

Se dice que atrás quedó la 4ta República y sus líderes que plagaron nuestra historia política de vicios y corrupción silenciosa que sumió a nuestra nación de miseria y pobreza a nuestras grandes mayorías y de riqueza y poder a las minorías que detentaban el poder político y económico del Estado Venezolano.

Pero haciendo un análisis crítico con base en lo histórico y social me atrevo a decir que solo quedó atrás la 4ta república como época histórica y como fracción de nuestra historia republicana; mucho de la 4ta sigue amasando en la 5ta.

La revolución no se ha decretado, se está construyendo y muchos de quienes están al frente del proceso se autodenominan líderes o se abanderan con la investidura que los cubre; pero eso es un liderazgo por defecto no por hecho. Los verdaderos líderes revolucionarios son aquellos que hacen transformaciones reales y profundas no solo en lo económico sino en la conciencia de la masa y la guía hacia los objetivos y fines de la revolución.

Esa cultura de 500 años de dominación dejó instalada en nuestra cerviz los valores del capitalismo para legitimarlo y autodestruirnos. El capitalismo entendió que es más sencillo dominar de esa forma que a punta e´ plomo. Por consiguiente es absurdo pretender que todo líder que está al frente de un organismo de la revolución sea revolucionario por convicción y por acción. Para ello se requiere la formación que le permita erradicar (arrancar de raíz) la lógica capitalista y empiece a manejarse con una nueva ética socialista.

Es sencillo decir “soy revolucionario” o “estoy con la revolución”, mientras la revolución le da mieles, arrecho es, no decirlo sino serlo aun cuando la revolución te pone pruebas, ojo, pruebas de verdad. Hay gente que piensa que revolución es solo cambiar lo que está, y ese es el mayor error que se comete cuando se toman decisiones “radicales” sin saber qué es el radicalismo y en qué lado del espectro político se ubica. La revolución se centra en transformar lo que haya que transformar, no en cambiar todo lo que se consigue en el paso, solo porque viene de otra época. No todo cambio es una transformación propiamente dicha, usted puede generar un cambio pero no transformó nada solo le cambió el autor a la misma historia, es decir hizo una simple y vulgar reforma, y el reformismo termina beneficiando a la burguesía.

La revolución ha de estar por encima de los revolucionarios, la revolución nace de las entrañas de la arrechera de la gente cansada de la bota imperial sobre el lomo sudado y encorvado por los años de sometimiento cultural, político, social y económico; siendo el pueblo quien hace todo lo que sus ojos ven en todos lados, nada se hace solo (excepto la naturaleza) todo lo hace el hombre y la mujer, son quienes transforman la naturaleza para preservar la especie, pero es el hombre y mujer común, no el que enriquece por el esfuerzo del otro. ¿Usted ha visto algún rascacielos que tenga una inscripción que diga así: “este edificio fue construido por: fulano, mengano, perencejo y los otros 3000 que trabajaron en la obra? no, el cinismo es tal que se dice: eso lo construyó Donald Trump, o eso lo hizo el jeque tal.

Entonces la revolución en sus distintas etapas o fases históricas arropa a mucha gente que en la medida que se va cerrando o avanzando en etapas van cayendo y el proceso que los arropó ahora les pasa por encima dejándolos atrás en la brecha que se abre hacia las verdaderas transformaciones profundas que germina una revolución.

El Che nos dejó una de las máximas más contundentes que haya podido lanzar revolucionario alguno: con las armas melladas del capitalismo no podemos hacer la revolución. Entre esas armas melladas él se refería a la conciencia, cultura, instituciones, ideas y por supuesto la lógica del sistema.

Digo todo esto ya que mucha gente se asombra de cosas que suceden en el marco del proceso revolucionario y hasta se desencantan de la revolución y se pasan para el otro bando como si allá está la solución a sus problemas fundamentales, y esa gente que se va obedece a dos razones lógicas: una que la gente tiene las armas melladas en su mente y la otra que el líder o el cuadro no ha hecho el trabajo de transformación cultural que permita afianzar a la masa dentro de la revolución, porque el también lucha con las armas melladas del capitalismo apuntando en su sien.

rrhhiutapure@gmail.com
@iskra_apure


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José Barroso


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