Hacia finales de 2023; aun con Biden, aseguramos que; "Al corto plazo EEUU no necesitaba de Venezuela en materia petrolera más allá de alguna que otra demanda puntual de cierto tipo de segregaciones, pero si necesitaba salir de Maduro" [Al corto plazo EEUU no necesita de Venezuela en materia petrolera, pero si necesita salir de maduro - Por: Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan].

Para 2023 basamos nuestro planteamiento en el hecho de que para el momento EEUU controlaba más del 50% de las reservas del mundo, teniendo acceso al menos al 40% de la producción total. Pero a medida que ha avanzado el tiempo el entorno geopolítico se ha venido enrareciendo particularmente con la llegada de Trump al poder. El cambio de administración ha distanciado a EEUU de algunos de sus más cercanos colaboradores; Canadá y Dinamarca entre estos, exponiéndolos a una fragilidad estratégica considerable por el lado del suministro, sin contar a la mayor porción de los países europeos, por el lado de la demanda.

Pero más allá de ello, las reservas del grueso de países controlados por la órbita estadounidense se han ido reduciendo, y con ellas su producción esta desinada a entrar más pronto que tarde, en una espiral descendente.

Ya para 2030-35, al menos el 60% de los hoy países productores entraran en la etapa de vaciamiento diferencial acelerado de sus reservas, considerando un umbral del 75% percentil de las reservas actuales, ya que la producción no se sostiene al mismo ritmo ante el continuo vaciamiento de reservas in-situ, bien por escasa energía [presión] o bien por baja rentabilidad.

Tal es el caso de EEUU por ejemplo, país cuyas reservas probadas actuales a duras penas superan los 30.000 millones de barriles, con una ventana de producción al 75 percentil de solo 6 años, bajo el supuesto de no descubrimiento de nuevas reservas.

Aun en caso de ser incorporadas como probadas dichas reservas hoy hipotéticas de 198.000 MMBBls, ello solo daría cerca de una década adicional de reservas fósiles a la demanda doméstica actual, ya que dichos barriles hipotéticos indefectiblemente se reducirán entre un 70% y 80% en magnitud, una vez llevados a términos de reservas probadas.

De hecho, el grueso de los activos de crudo de EEUU ha venido mostrando signos severos de estar en plena etapa de vaciamiento final desde el entorno de 2017-18. Muchos de sus activos están ya en proceso de liberación de gas in-situ o desinfle [gassing out], lo que significa que su energía natural está desapareciendo cada vez con mayor celeridad y con ello su productividad.

La agencia de energía [IEA] de estados unidos ha venido publicando sus estadísticas de producción de forma rutinaria, dando la impresión de que existe un aumento de producción de crudos, cuando en realidad lo que ha estado aumentando desde el entorno de 2017-18; repito, ha sido la producción gas. Dicha producción es incorporada el torrente reportado como volumetría total en forma de barriles equivalentes.

Es así como la contribución en "barriles equivalentes" de los líquidos del gas natural [NGL’s] en EEUU ha pasado de cerca de 2.07 MMBOED en 2010, a 7.90 MMBOED en lo que va de 2025.

De hecho, la actividad de taladros activos en los estados unidos al nivel de precios actual del WTI de cerca de $59, refleja que la mayor porción de los activos no convencionales está en terreno de ganancias marginales a perdida. De allí que el esfuerzo de perforación se haya enfocado hacia los activos de gas, cuyo MMBTU se cotiza en el entorno de los $5. El número de taladros activos dedicado al desarrollo de producción de crudo ha pasado de 487 en Enero’2025 a 407 al cierre de Noviembre, mientras que los dedicados a desarrollo de gas, de 100 a 130 durante el mismo periodo.

De manera que está claro que EEUU tiene sus días contados como productor prominente de petróleo; y ellos lo saben. Saben que una nación que consume alrededor de 21.000.000 BPD necesita asegurar su subsistencia energética fósil, ya que para nadie es un secreto que las renovables no son confiables debido a su "erraticidad estacional" y son solo económicamente viables por los grandes subsidios que reciben desde las naciones desarrolladas.

Hoy por hoy Venezuela, aun sin incluir las reservas no convencionales, es uno de los pocos nichos remanentes de abundantes reservas fósiles en suficiente volumen en todo el mundo, como para asegurar un retorno atractivo para las grandes inversiones de mediano y largo plazo y lo seguirá siendo por las próximas décadas por venir.