¿Quién califica a las mejores universidades del mundo?

La universidad nació en el viejo continente en la edad media, la universidad implica universalidad, se entiende como una estructura apropiada para pensar, debatir, investigar, lamentablemente, en Europa el absolutismo monárquico y religioso de la época afectaron los foros universitarios para terminar aceptando las conquistas a los continentes de los indios y de los negros.

Con el renacimiento, la filosofía y las artes acentuaron la idea de una institución universal pero la política no acompaño la idea de tolerancia, ética, respeto al pensamiento ajeno y a las tesis de los límites del poder ni a los fundamentos de la representación, participación y obediencia, todas estas tesis no cuajaron por la inquisición reinante, la prohibición de la Iglesia hacia lo que le da la gana, en ese contexto, las universidades pensaban ¿Qué pensaban? Para una educación de calidad.

Calidad de educación dispuesta para el área empresarial o solo diseñada por la experiencia fabril o para el cambio de la matriz productiva de moda en estos momentos olvidando el desarrollo integral ¿Qué cultura buscamos para nuestros países? Con una educación con los viejos modelos eurocéntricos o con los modernos, violentos y xenofóbicos modelos estadounidense.

A finales de los 90 empezaron a aparecer los rankings internacionales para calificar, medir a las mejores universidades, en esas listas siempre aparecen las universidades de Oxford, Cambridge, Escuela de Economía y Ciencias Políticas, Dírham, Universidad Colegio de Londres, Manchester, todas estas en Gran Bretaña, Universidad de California, MIT, Harvard, Berkeley en EEUU, Universidad Nacional de Australia, la nacional de Singapur, etc.

¿Por qué siempre las mismas universidades encabezando la lista? Una de las explicaciones es el acelerado crecimiento del mercado de becas, un negocio calculado en más de 500.000 millones de dólares.

Grete Luxbachet, experto ingles que escribe sobre educación en The Guardián dice “la elaboración de estos rankings internacionales se ha convertido en un excelente negocio para la globalización y masificación de la educación superior”.

Estas listas son elaboradas para favorecer a EEUU y Europa monopolizando la educación la ciencia y la tecnología por organismos privados, instituciones de investigación y otras ONG relacionadas con los Nobel y con las asociaciones de científicos aparentemente sin fines de lucro, pero que, en el fondo están relacionados con el capital ya que estudian y aceptan los adelantos para el enorme negocio de las patentes que alimenta el neoliberalismo en la globalización.

Estos rankings surgieron con el de la Universidad de Shanghái, de ahí vinieron los de QS Word University Ranking, Times Higher Education Wlorld University Ranking, estos escalafones no tienen valides pero son tomados con bastante seriedad porque cumplen con los requisitos legales del país y el público los acepta como las propias universidades.

Serio problema para nuestros países esa aceptación porque en ella se basan las decisiones políticas ayudadas por las limitaciones metodológicas y de cobertura por la que atraviesa nuestra educación superior. En Latinoamérica nuestros gobiernos no se quedaron atrás, elaboran listas de las mejores universidades pero todos incluyendo a los gobiernos promocionan becas para que nuestros jóvenes estudien en las mejores universidades del mundo; nuestros presidentes, incluso, publicitan las becas de los gobiernos en un baño de honestidad y de estupidez política al mismo tiempo, dinero con el que se puede mejorar nuestras universidades una vez saneadas del botín político y económico en el que se encuentran.

Respecto a la educación para nuestros países no se entiende ni los conceptos ni la complejidad de una educación de calidad, gratuita, masiva y obligatoria como universidades proveedoras de tecnología pilar de la economía de los Estados bajo los esfuerzos de los gobiernos y con la participación de los empresarios para desarrollar investigación, ciencia y tecnología para los parques industriales capaces de mitigar el desempleo y reducir desde esa proyección universitaria la pobreza a cero.

Resolver el tema de la pobreza significa mejorar los sistemas de salud, seguridad social para los desempleados, ancianos, niños y jóvenes. Universidades que ayuden con los análisis para establecer pisos de ingresos para familias promedio con alimentación, vivienda, vestuario, educación, así, poder establecer cuantas familias están por debajo de ese nivel para que el gobierno les brinde subsidios mensuales. Mejor forma de utilizar la política revolucionaria petrolera.

Es un tema complejo el de nuestra educación superior porque nuestras universidades con poquísimas excepciones se politizaron y se santificaron con los partidos políticos de la derecha cristiana, propiciaron el crecimiento del pensamiento único negando la diversidad, llenando las calles con cientos de abogados, ingenieros, arquitectos, administradores de empresas, médicos mediocres, y, cuando recién graduados para trabajar tenían que pasar por los monopolios de firmas, constructoras, clínicas y empresas privadas ya que todo lo público, se les enseñaba era malo.

El concepto de masa está mal entendido en la educación superior. Una educación masiva gratuita y de calidad es lo que se debe buscar como gestión política para ser elites y propiciar dirigencias críticas en las tareas de enseñar, administrar y dirigir una empresa o un país.

Estos tipos de educación superior globalizadas no generan cultura ni permiten reflexionar a la gente porque no existe libertad intelectual por lo tanto no hay libertad ideológica ni generación de ideas por la falta de convicción y alternativas. En un gran porcentaje la militancia política no aseguro la tolerancia peor el respeto por la crítica a lo establecido, a la uniformidad del pensamiento.

La masificación de la educación no reniega de la excelencia que es la meta de la investigación, y este es el mayor problema porque el dinero entregado a nuestras universidades se transforma en botines económicos y políticos “olvidando” la investigación, condescendencia mortal para nuestros países y ciudadanía.

Negativismo reflejado en nuestra cultura que poco se alimenta del producto ciudadano, ciudadanía cuyo resultado no es la convivencia. Las universidades, no importa el país no entienden la cultura preservando sus valores y propiciando su desarrollo; ellos, los europeos y estadounidenses nos ven como reservas alimenticias y de otros recursos, les encanta vernos en el subdesarrollo faltos de ciencia y tecnología, les encanta vernos como venas abiertas para que fluyan nuestros recursos mientras nuestros jóvenes, los que salen con becas son lavados el cerebro en las mejores universidades para que todo continúe tal como está el sistema globalizado.

Así, de apoco nuestras cultura y ciencia se fueron quedando atrás muy atrás, se ocultó la desigualdad, la inequidad, muy pocos accedían al negocio de las becas para una educación privada.

Politizadas las universidades se olvidaron de ser la avanzada de nuestra sociedad para entenderla, proyectarla, criticarla, solo egresaban ejércitos de mediocres desocupados estancando también la creatividad de los lideres; las facultades eran cuarteles llenos de batallones de profesores, empleados preocupados por los mega sueldos y la estabilidad, mientras en los ejércitos de estudiantes, solo las minorías selectas gozaban de privilegios para una mejor práctica de la teoría.

Todas las universidades del mundo se olvidaron de la tarea moral, ética, cultural, que debe tener un foro universitario para marcar caminos hacia la verdad política, económica y social.

Es que ni siquiera entienden que es cultura en las universidades, allí la gente se queda sin memoria, la gente no produce cultura de nuestras raíces, la cultura se alimentó de apoco con hábitos llegados del exterior hasta terminar uniformados con el calentamiento global y los cambios climáticos, no se abren las mentes, no se asume el pasado ni el futuro con responsabilidad, todo dejamos para que EEUU nos de resolviendo los problemas, nos dicen en algunas universidades, ellos son la potencia, saben lo que hacen…ahí y en Europa están las mejores universidades del mundo, si sus científicos no resuelven los problemas que más aquejan a la humanidad nadie lo podrá hacer, es la creencia en nuestras universidades.



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Raul Crespo


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