Domingo, tarde-noche. Repaso mis "antiguos" apuntes sobre los cambios fonológicos ocurridos en la lengua griega del período histórico, concretamente: las glides o semiconsonantes [y] y [w]. Reviso los cambios ocurridos en los distintos dialectos hablados en la Hélade cuando Homero era Homero y Safo era Safo. Reviso las distintas posiciones de esos fonemas: al inicio de palabra, en posición intervocálica, ante grupos de oclusivas dentales, labiales o velares. Es tan fascinante ver su desarrollo en el tiempo; leer los ejemplos de autores como Píndaro o Alceo en su poesía. Todo está bajo el influjo de la magia del sonido, de la métrica, de la duración silábica, de la armonía. Número de oro, proporción aurea, matemática fonológica. Cómo me gusta esto, ¡Oh dioses!
De repente me olvido que mi universidad está en paro, que en el rectorado hay unos chamos en huelga de hambre, tirados en unas colchonetas, arropados con unas cobijas mustias de tanto ocio, que el rector marcha con la toga remendada por la Plaza Bolívar, que ondea su honorable título de doctor emitido por la novísima Universidad de Panamá. Recuerdo que el secretario de Asuntos gremiales de APULA, profesor Ángel Andara, me dijo por la radio de la ULA, a mí y a los profesores que no hemos acatado el Paro, que "será la historia la que nos juzgará" y deja entrever a un Tribunal Disciplinario que podría "ejercer su función" contra aquellos profesores apátridas de su nación ULA, un Estado dentro de otro Estado que vive de ese Estado que aborrece y que niega pero del cual recibe su financiamiento para organizar tomas de calles, misas en honor a los huelguistas, marchas en solidaridad con aquellos "héroes que están dando su vida por la educación", afiches a todo color con los rostros de los huelguistas que están muriendo por la educación.
Me olvido que yo no estoy en paro, que mañana iré a dar mi clase de los lunes: "Seminario de Filología Griega", que explicaré los cambios fonológicos de unos fonemas que no sirven para explicar esta incongruencia de nación llamada ULA y el accionar de sus dirigentes. Descubro a unos ciudadanos ulandinos sumidos en la "esquizoide levedad del ser", evitando saludarme cuando camino por los pasillos, murmurando entre dientes que soy una loca chavista, que no me uno a su lucha y que debería ver unos videos de Hitler para entender por qué soy así. Pienso: "Bueno, las primeras reflexiones teóricas sobre la Filología Griega nacieron en Alemania, ¿será por eso que me llego a parecer a Goebbels?"
Recuerdo que hace una semana me llamó a mi celular el representante de los estudiantes de mi otro curso: Griego III; recuerdo que me dio unos argumentos insostenibles para expresar que el curso en pleno había decidido sumarse al paro, que se hacían solidarios con el conflicto profesoral, aunque yo, su profesora de Griego III no sentía ningún conflicto. Recuerdo que ese muchacho me dijo que como el semestre lo iban a reprogramar, que como yo tendría que repetir los contenidos, que como según oficio expreso del Consejo Universitario de la ULA quedaban suspendidas las evaluaciones y las tomas de asistencia por solidaridad con los estudiantes que se solidarizaban con sus profesores, yo no los podía evaluar ni les podía exigir asistencia, que entonces ellos habían decidido, por unanimidad, no asistir más al curso.
En esta declaración de principios, mis estudiantes se negaban el derecho al estudio y lo peor era que contaban con la connivencia de Control de Estudios y del Decanato de la Facultad de Humanidades y Educación de mi universidad. Recordé que hace una semana, la coordinadora del decanato había enviado a la lista de correos el siguiente mensaje:
"Estimados todos! En virtud de las denuncias formuladas ante el Decanato y Direcciones de las Escuelas, les recordamos el cumplimiento del contenido de la CIRCULAR Nº CU-0920/13, a través de la cual se "acordó como medida de protección para los estudiantes de la Universidad, suspender las evaluaciones y el control de asistencia en las Facultades y Núcleos de la Universidad de Los Andes, a excepción de las pasantías, defensa del trabajo especial de grado...". En la seguridad de contar con su comprensión y apoyo, los saludo. Muy cordialmente, Belkis BosettiCarnevali Coordinadora del Decanato."
Ante semejante mensaje incoherente, inmoral e incomprensible para cualquiera que defienda la educación como un derecho inalienable me pregunto: ¿Qué piensa el decano de mi facultad sobre esto, un profesor cuya trayectoria académica ha sido intachable? ¿En qué estaban pensando los decanos y las autoridades de mi universidad cuando emitieron esta medida? ¿En la vida por la educación o en la educación por la vida?
Creo que es imperante una transformación universitaria que pase por la revisión de estas medidas, que requiera de un exhaustivo examen de autoconciencia cuando se dice que la ULA está entre las mejores universidades de Latinoamérica (rector dixit). Creo que es urgente que las autoridades de las universidades autónomas que están en Paro Indefinido y los gremios que las conducen se sienten, ya mismo, a reorganizar la agenda de su conflicto. Decía Aristóteles en " su Poética" que la tragedia debe imitar acciones verosímiles. Así, las agendas de la huelga de hambre y del paro indefinido deben ser revisadas en su interior para que quienes creen en ello no empiecen a dudar. Creo que quienes dirigen estas universidades en huelga deben sincerarse con la historia y definir su accionar en el marco de un Golpe de Estado contra Nicolás Maduro y su tren de gobierno. Este acto de constricción sería más honesto, inclusive dentro de su propia naturaleza.
Abramos las compuertas de este sainete y empecemos a decir la verdad. Sé que un homicida finalmente termina confesando su crimen y va al cadalso en paz porque, además de revelar su verdad, pasa a la historia por haber sido el asesino en serie más tenebroso de la ciudad.
Vamos, colegas, estudiantes y autoridades universitarias que están en Paro Indefinido, vamos a sincerar el juego y empecemos a argumentar algo que tenga más sentido que esto. Ah... y por favor, déjennos trabajar y seguir amando nuestras disciplinas. Yo quiero seguir enseñando lo que aprendí y para lo que el Estado bien me paga.
Hagamos una tregua y definamos el fin de esta indefinición que ustedes, autoridades y gremios de las universidades han llamado Conflicto Universitario.
Rosa Amelia Asuaje
Profesora Asociada del Departamento de Lenguas Clásicas
de la Universidad de Los Andes
