12-01-25.-La Cancillería de Brasil emitió este sábado, 11 de enero, un comunicado en el que señala que el gobierno “sigue con preocupación las acusaciones de violaciones de Derechos Humanos contra opositores al gobierno en Venezuela, especialmente después del proceso electoral celebrado en julio pasado”.
El documento no se refiere al acto de investidura de Nicolás Maduro, de modo que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva sigue sin fijar una posición clara sobre la controversia sobre la legitimidad del oficialista, mientras diversos países han reconocido a Edmundo González como presidente legitimo.
Asimismo, el comunicado de la Cancillería brasileña asegura que reconoce “gestos de distensión” por parte de Maduro, aunque condena nuevas detenciones, que han arreciado en los últimos días.
“Aunque reconocemos los gestos de distensión del gobierno de Maduro -como la liberación de 1.500 detenidos en los últimos meses y la reapertura de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Caracas-, el gobierno brasileño deplora los recientes episodios de detenciones, amenazas y persecución de opositores políticos“, indica el texto.
Y agrega: “Brasil señala que, para la plena validez de un régimen democrático, es esencial que a los líderes de la oposición se les garanticen los derechos básicos de ir y venir y manifestarse pacíficamente con libertad y con garantías para su integridad física“.
Asímismo, se insta a “dialogar y buscar el entendimiento mutuo, basado en el pleno respeto a los derechos humanos, con miras a resolver controversias internas”.
Previamente, Lula da Silva y el presidente francés, Emmanuel Macron, instaron a Nicolás Maduro a retomar el “diálogo con la oposición”.
“Francia y Brasil se brindan a facilitar la vuelta a los contactos (entre Maduro y la oposición), lo que debe de permitir la vuelta de la democracia y de la estabilidad a Venezuela”, informó el gobierno francés. En la misma línea, el colombiano Gustavo Petro dijo que es necesario que en Venezuela se retome un “diálogo” e insistió en su propuesta de hacer nuevas elecciones, al culpar a Estados Unidos de que en Venezuela no se hicieran “elecciones libres” por un supuesto “bloqueo económico”.