¡Sigue errada la política antidelictiva del gobierno venezolano!

Para no ir muy lejos en el tiempo, arranquemos desde la época en que se instaló en el país el PACTO DE PUNTO FIJO, 1.959, desde aquel tiempo hasta hoy, 2.010, se han puesto en práctica sopotocientos planes para el combate de la delincuencia y ésta sigue todavía existiendo pero ahora con mucho mayor vigor, pareciera que los operativos policiales que hace el gobierno en su contra la vigorizarla en vez de debilitara, claro que ésto no es así, pero como la población se va incrementando con el pasar de los años, aumenta también los delincuentes y por más que se combata el delito por los medios tradicionales éstos irán creciendo debido a la mayor cantidad de personas que son captados para integrar el sórdido mundo del robo, hurto, drogadicción, trafico de drogas, atracos, secuestros, sicariato, homicidio y demás modalidades de los delitos. Todo esto quiere decir que aplicando solamente los sistemas conocidos en el combate del delito, a pesar de los ingentes recursos humanos, económicos y tecnológicos que en él se invierte, pues los actos perversos cometidos por los delincuentes siempre sobrepasarán la capacidad en su combate. La lucha actual contra la delincuencia pudiera llamarse de pañitos calientes, debido ésto al extraordinario y creciente mal que tiene agobiada al país en general. De manera que las autoridades venezolanas tendrán que considerar que el combatir la delincuencia como todavía se hace nunca dará el resultado apetecido: minimizar drásticamente la delincuencia en el país.

Hace algún tiempo una organización deportiva puso de moda en el país, y así se repetía en muchos lugares de la geografía nacional: UN DEPORTISTA MÁS ES UN DELINCUENTE MENOS. Probablemente que en este eslogan no sea totalmente cierto, pero lo que si se puede estar seguro es que de hacer un análisis profundo, científico, técnico, sociológico y psicológico entre 100 deportistas, por lo menos 90 de ellos tendrán el perfil de conducta de ser buenos ciudadanos; gente sana de cuerpo, mente y espíritu. La práctica constante de algún deporte en los niños, las niñas y los adolescentes, que en sus ratos de ocio concurran a las canchas y campos deportivos, donde se les preste la atención técnica y se les dote de los elementos deportivos de juego, a esos lugares ellos acudirán cotidianamente; en ese momento se estará evitando que alguna persona inescrupulosa en la calle los estimule para perpetrar alguna fechoría. La prevención de que los niños y adolescente deambulen por las calles sin rumbo, es crucial para cortar el riesgo social que pudiera producirse entre el malhechor y el inocente.

Si es verdad que los organismos deportivos oficiales incentivan y patrocinan se practiquen los deportes, pero por lo general ello solo sucede en los alrededores de las grandes urbes que forman la capital del país, la de los estados y la de las alcaldías, mientras que barrio adentro todavía existen niños que nunca han visto un balón nuevo de fútbol, de básquet, un guante de béisbol o una pelota; es más, hay comunidades en donde no existen canchas ni campos deportivos y menos personal de organismos oficiales que se ocupen de formar equipos deportivos entre la muchachada. Además, da lástima cuando se pasa por delante de una cancha o campo deportivo y uno se da cuenta que ni siguiera en días festivos nadie está jugando allí. El niño desde que nace tiene su instinto desarrollado hacia el juego y es por ello que desde bebé sus padres y familiares les regala artículos semejantes a los deportivos, por lo que si durante el crecimiento de cada niño se le brinda la oportunidad de estar cotidianamente haciendo deporte, a la vuelta de unos años Venezuela tendría un creciente número de buenos y útiles ciudadanos. En fin, se quiere aquí dejar establecido que con la práctica constante del deporte el combate contra la delincuencia sería sumamente efectivo, y solo ello representaría la obtención para el país de un 90% de gente de bien. Las instituciones oficiales deberán aumentar los presupuestos de sus direcciones de deportes y también crear una nueva política deportiva, que sin descuidar al atleta de alto rendimiento, se centre más en afianzar el buen comportamiento en las niñas y niños de la patria. Figura en la Constitución Nacional un gran compromiso del Estado con el deporte, allí el artículo 111 establece que las todas personas tienen derecho al deporte como actividad que beneficia la calidad de vida individual y colectiva, y que las instituciones públicas, nacionales, regionales y municipales están obligadas a garantizar los recursos para su promoción; fundamentalmente en la formación de la niñez y adolescencia.


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José Manuel Ameliach


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