Bajo el pretexto de la lucha contra las Drogas, Estados Unidos desempolva la Diplomacia de las Cañoneras, pero están desnudos ante el mundo, ya que lo que buscan es ponerle la mano al Petróleo venezolano.
Mediante el uso de la fuerza militar y en este caso, especialmente la naval, Estados Unidos, desconociendo el Derecho Internacional, pretende intimidar al Gobierno Soberano de la República de Venezuela, con el objeto de buscar cambios en la dirección política que le permita acceder a los recursos naturales del país y muy especialmente a los petroleros.
Una potencia nuclear como lo es Estados Unidos, presiona con todo su poder militar a una país, poniendo en riesgo la paz de toda la región (América Latina), en su afán de apoderarse mediante el uso de la fuerza de los recursos petroleros de Venezuela y esos propósitos están a la luz del día.
Ningún país de nuestra región, salvo aquellos, donde sus gobiernos han inclinado la cerviz, frente al poder imperial, ergo: Argentina, Guyana, Ecuador Paraguay, puede creer y pensar que el objetivo de los Estados unidos al desplegar su armamento nuclear contra Venezuela, lo hace para combatir el Tráfico de Drogas. Eso no lo cree ni el más ingenuo de los ciudadanos.
Posteriormente, durante el Gobierno de Cipriano Castro, continuó el asedio militar contra Venezuela, bajo el argumento de deudas contraídas:
"El bloqueo naval a Venezuela fue un incidente diplomático entre fines de 1902 y principios de 1903 en que las marinas de guerra del Imperio británico, el Imperio alemán y el Reino de Italia[1] bloquearon las costas y puertos de Venezuela exigiendo el pago inmediato de las deudas contraídas por el gobierno con las compañías de sus connacionales"
De este hecho, está documentado y quedó para la historia, la disposición del ahora declarado Santo, José Gregorio Hernández:
"La figura de José Gregorio Hernández (1864–1919) ha sido irreversiblemente grabada en la memoria colectiva como el médico humanitario por excelencia, el "doctor de los pobres". Pero pocas veces se destaca otro aspecto fascinante de su vida: su breve, pero significativo paso por la milicia durante el bloqueo naval a Venezuela de 1902–1903. Su acto de ofrecer un servicio militar al país aporta una nueva dimensión a la complejidad de su compromiso con la patria.
Inglaterra por su parte también utilizó el poderío militar y naval para agredir a Venezuela:
Llegaron hasta crear un movimiento separatista que conformaron con Vice Cónsul en Ciudad Bolívar, El Ministro Británico en Caracas y el Gobernador de Guayana Británica con el objeto de anexar la Guayana Venezolana a la Guayana Británica.
En 1840, Inglaterra, de una manera arbitraria y apoyada en la fuerza de las armas, impuso como límites entre sus dominios y el territorio de nuestro país postes y otras marcas desde Barima, por los ríos Amacuro y Cuyuní, hasta la montaña Roraima, con lo cual resultó despojada Venezuela de más de la mitad del territorio que venía reclamando como suyo desde los días de la Guerra de Independencia (Cita, Eduardo Machado)
No paró la Inglaterra su asedio contra Venezuela, hasta logar mediante un Laudo Arbitral irrito, donde Venezuela, no fue representada por ninguna de sus autoridades, para despojarla de 159 542 km², territorio hoy en Controversia, que debe ser resuelto de Acuerdo a lo Estipulado por el Acuerdo de Ginebra.
Pero ese poder de Inglaterra, también ha sido, perverso contra Venezuela en muchas oportunidades. El Dr. Pedro José Lara Peña, pudo demostrar con documentos, que Inglaterra propuso formalmente a los Estados Unidos, dividir a Venezuela en dos partes, una sería colonizada por ellos y la otra, utilizada por los Estados Unidos para trasladar a la población negra que vivía en ese país.
Vemos entonces, como históricamente Venezuela, ha sido asediada por grandes poderes que han pretendido dividirla, extraerle sus recursos y dominarla políticamente.
Estamos nuevamente frente a otra amenaza, ahora el Petróleo, es lo que se busca, porque nuestro país mantiene reservas probadas de las mayores del mundo, apetecidas por los Estados Unidos.
De allí que el despliegue militar que hoy estamos viendo frente a nuestra costas, en el pacífico, utilizando como falsa bandera una supuesta lucha contra El Tráfico de Drogas, es sólo una excusa, para apoderarse de las reservas petroleras de nuestro país, esto lo debe saber el mundo.
Ni legal ni moralmente, los Estados Unidos pueden justificar una intervención por estos motivos, porque ninguna norma del Derecho Internacional avala ese atropello y por otro lado está probado y documentado que ese país es el mayor consumidor de drogas de todo el Planeta (ONU-UNODC), produce drogas diversas, su banca lava dinero proveniente de ese delito, fabrica drogas sintéticas e industrializa, ahora, la siembra de Marihuana y para colmo surte a los Carteles de drogas. donde existen, de armas de todo calibre. Para ellos El Tráfico de Drogas es un negocio redondo.