Cuestionada por el pueblo peruano, denunciada por la Corte Interamericana como responsable de masacres, sólo con el apoyo de una mayoría corrupta del parlamento peruano y del gobierno de los Estados Unidos, la dictadora Dina Boluarte, pretende ahora disfrazarse de "Bukele" y buscar en la lucha contra una supuesta delincuencia, un escaparate para esconder su represiva actuación.
Destituyen a la fiscal general
Delia Espinoza, investigó y acusó a la presidenta Dina Boluarte y a su hermano, así como a ministros y congresistas.
Jesús Sotillo Bolívar. Profesor de la UCV
Con el apoyo de los Estados Unidos, la anuencia de un Congreso con grandes niveles de corrupción y el asesoramiento de los relacionistas públicos norteamericanos, la Dictador peruana Dilia Boluarte, pretende posicionarse ante el mundo, que ve incrédulo lo que sucede en la República de Perú, con una nueva imagen, la de una gobernante que quiere adecentar su país.
En ese sentido públicamente: "anunció un conjunto de acciones destinadas a frenar la delincuencia en el país, que van desde declarar el estado de emergencia en el Cercado de Lima, evaluar esta medida en otras zonas del país, hasta cambiar el marco legal vigente para sancionar los casos de violencia".
No, contenta con que ha mantenido prácticamente a la República de Perú, en un estamos de emergencia permanente, para consolidarse ejerciendo persecución y represión, contra los que se oponen a la usurpación del poder, que llevó a la destitución y prisión del Presidente Castillo, electo democráticamente, ahora pretende darle estatus legal, a lo que ya es un estado de emergencia de hecho, para continuar ejerciendo ilegítimamente el poder.
Pretendiendo emular a Bukele, la dictadora Dina Boluarte, anunció un conjunto de acciones destinadas a frenar la delincuencia en el país, que van desde declarar el estado de emergencia en el Cercado de Lima, evaluar esta medida en otras zonas del país, hasta cambiar el marco legal vigente para sancionar los casos de violencia contra las mujeres.
"Cambio del marco legal, bajo el supuesto de protección a las mujeres, pero que no sabemos hasta donde lo extenderá, pero presumimos que es para apuntalarse en el gobierno".
Sería muy ingenuo pensar, que esta postura no busca sino, tratar de ocultar la denuncia que la Corte Interamericana de Justicia, acaba de hacer con relación a los acontecimientos de Perú:
"Dura condena contra el actuar policial del Gobierno de Dina Boluarte durante las manifestaciones acontecidas en Perú tras la destitución del ex presidente Pedro Castillo, especialmente en las regiones sureñas de la nación. La Corte Interamericana de Derechos Humanos calificó las muertes producidas durante estas protestas de "ejecuciones extrajudiciales" por ser asesinatos arbitrarios cometidos por fuerzas del orden peruanas".
Ejecuciones extrajudiciales y asesinatos arbitrarios, cometidos bajo su autorización, que han contado también con la anuencia de una mayoría parlamentaria corrupta, cuestionada por la gran mayoría de la población peruana.
Y eso que la investigación de la Corte, de acuerdo a la fuente de ese organismo en un período corto y no en otros episodios represivos que se pueden sumar a la investigación:
"La investigación se centra en el período que comprende entre el 7 de diciembre de 2022 y el 23 de enero de 2023, y concretamente en la ciudad de Ayacucho, donde ocho personas fueron asesinadas y 26 heridas por herida de bala mientras intentaban tomarse el aeropuerto local, en medio de una de las protestas más fuertes registradas en esta nación.
La CID, concluye : En su informe, la CIDH añade que esta "masacre" debería ser atendida desde un enfoque "étnico-racial" y afirmó que la reacción del Estado fue desigual según la región donde se dieron las protestas, siendo especialmente virulenta en la zona sur del país.
Cual ha sido la respuesta de la dictadora?
Frente a esta grave denuncia y otras porque e número de muertes por la represión contra el pueblo peruano, casi llega a medio centenar, la dictadora no sólo lo ha negado, justificando su actuación, tratando de señalar a los que luchan contra la dictadura como terroristas, sino, que se ha negado a responder a las preguntas que al respecto le hace la Fiscalía.
Para tapar todo este escándalo, asesorada desde Washington, la dictadora, pretende presentarse ahora como defensora del "orden" y anuncia arremeter sin piedad "al estilo Bukele", contra la delincuencia, tratando de olvidar y a que el mundo olvide, que es ella, la principal delincuente del Perú, porque con el apoyo de sectores corruptos del parlamento, fraguó un golpe de estado, contra un Presidente, electo constitucionalmente, y de un plumazo sepultó a la Democracia Peruana. Ella es la principal delincuente y le queda grande utilizar la estratagema del ladrón que dice: "Allá va…agarren el ladrón".
Para ponerle una guinda a su gestión dictatorial, ahora permite que las tropas norteamericanas violen la soberanía peruana, como una manera de pagar los servicios prestados de la nación del norte que la apoya en su ejercicio dictatorial, así como a los sectores corruptos del parlamento peruano.
Lo que estamos viendo en Perú, reafirma, lo que en otras oportunidades hemos señalado: a los gobernantes de los Estados Unidos, les importa poco la democracia o que los que gobiernen sean dictadores o electos constitucionalmente, a ellos lo que verdaderamente les interesa es que estén a su servicio y si no lo están, son sus enemigos y buscan desestabilizarlos y derrocarlos para poner los títeres de los que siempre se han servido.