En Estados Unidos se libra una controversia marcada por la ilegalidad, Trump en un alarde de xenofobia y locura, mantiene ordenes, donde señala que los hijos de los inmigrantes nacidos en territorio de los EEUU, con visas temporales no están sujetos a la jurisdicción y por lo tanto no son ciudadanos, esta decisión echa por la borda la Enmienda 14 ava de la Constitución Nacional; que en forma explícita señala que estos niños son ciudadanos de EEUU y del estado donde residan.
En todo caso esta ley no tiene carácter retroactivo, solo afectaría a los niños después de entrar en vigor la ley. En todo caso a raíz de la razzia persecutoria desatada por Trump, contra los inmigrantes, uno de los grupos más afectados son los niños. Algunos han quedado en situación de calle, mientras sus padres son detenidos; otros son arrancados de los brazos de sus propias madres en el momento de su repatriación. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), hace redadas en los lugares más "sensibles", donde frecuentan o asisten estas familias. Padres que nombran a tutores que se encargan del cuidado de estos menores de edad en caso de caer en las redes del ICE. Nadie está a salvo, ni en los hospitales, ni en las iglesias, ni en las escuelas.
Han violado hasta hogares, creando incertidumbre, miedo y terror. Los niños son llevados a sitios altamente riesgosos, donde sus padres desconocen su paradero. Jueces en ese país, dentro de un apego a la ley se han pronunciado para evitar que los niños nacidos en EEUU, cuyos padres este indocumentados o tengan vida temporal puedan gozar automáticamente de la ciudadanía de ese país. Algunos estados de ese país, han presentado demandas para bloquear la orden de Trump. Pero, quien lleva las riendas de ese país es un dictadorzuelo que le importa un pito ponerse a espaldas de la ley. Es más, ha dicho que esta Enmienda 14 ava, está basada en un mito histórico y una malinterpretación deliberada de la ley". Están otros niños, los que se le extravían sus padres, pasan a ser cuidados de las Oficinas de Reubicación de Refugiados (ORR). Estos son alrededor de 2500. Por ahí han circulado nombres de 36 menores de edad, que son venezolanos y fueron separados abruptamente de sus padres y se encuentran secuestrados en EEUU.
Ahora bien, que ha hecho la Organización de las Naciones Unidas, con un comisionado rapaz y sumiso como Valter Turk, guarda silencio ante estas atrocidades. O un organismo como la Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que, dentro de uno de sus objetivos, está el de garantizar a los niños en el mundo el derecho a sobrevivir y desarrollarse dignamente. No se han percatado, menos mantener una posición crítica ante estos atropellos; a pesar que este organismo tiene sus oficinas centrales en Nueva York, llevan a cabo trabajos en 190 países y su junta ejecutiva la comprenden 36 Estados. Nadie dice nada.
