Inseguridad con "In" hacia dentro

Inseguridad, palabra que se impone con mayor fuerza cada día, en nuestro territorio es inevitable para cualquier ciudadano que este en contacto con la realidad, asociar su resaltado uso a las elecciones de diputados para la Asamblea Nacional.

  Sin ánimo de minimizar o descalificar las voces que de manera circular planteamos la  inseguridad, como uno de los problemas que más nos aquejan, ya que la voceamos todos, en la complejidad de esta civilización que nos atrapa de diferentes maneras, ésta que nos ha impulsado a la búsqueda afanosa del tan anhelado desarrollo desde que obtuvimos la titularidad de subdesarrollados, y lo que es peor, siempre estamos en vías de desarrollo. Tan ocupados hemos estado en esas tareas, que como sociedad  olvidamos la necesaria revaluación de significados empleados invariablemente en el tiempo.

   Desde hace once años en nuestro país, coexisten dos formas o maneras de hacer las cosas, una infraestructura organizativa que aún muestra un estilo que mantiene vivo el hacer de la IV República, y otra, que ha emergido como respuesta a las actuales expectativas de una gran parte de la sociedad, quienes buscan una participación protagónica en todo el quehacer de la dinámica social. En esta nueva realidad, es inaplazable para los venezolanos redireccionar las acciones que posibiliten nuestro avance con pasos firmes, luego del 26 de septiembre, hacia la consolidación de lineamientos para un programa de seguridad que nazca en el seno de la familia y avance hacia un proceso de formación desde la adolescencia temprana (futuros padres) hasta la reeducación de adultos; es decir, gestar un proceso de entrenamiento y reentrenamiento en el arte de ser padres, de tener una familia, del ser y del hacer ciudadano. Para ello, necesitamos definir muy bien la dirección a seguir, la que hoy en este fascinante tránsito hacia una nueva cultura, se ve un poco desdibujada, empañada con frecuentes sabotajes y fraudes como nunca en la historia, lo bueno, lo plausible, es que como sociedad hemos vivido la respuesta de un pueblo y un gobierno decididos a defender el cambio que hemos iniciado nada fácil, pero sí posible.       

    Propongo en estas líneas, iniciar la gran tarea con una revisión del significado de la palabra INSEGURIDAD, dejando claro que la intención no es realizar un análisis lingüístico pertinente a los especialistas, pero sí una revisión atendiendo a la invitación que nos hace Mario Eduardo Viar, en su artículo La importancia del latín en la educación, nos motiva a transitar por esta lengua, ya que nos sirve como trampolín para sumergirnos más profundamente en nuestra visión del mundo, en nuestra manera de pensar, en nuestra vida; veamos, el Diccionario de la Real Academia Española la define como, f. falta de seguridad y la palabra SEGURIDAD es ilustrada como, 1. Cualidad de seguro. 2. certeza ( conocimiento seguro y claro de algo). 3. Fianza u obligación de indemnidad a favor de alguien, regularmente en materia de intereses. Seguridad Jurídica: Cualidad del ordenamiento jurídico, que implica la certeza de sus normas y, consiguientemente, la previsibilidad de su aplicación. Seguridad Social: Organización estatal que se ocupa de atender determinadas necesidades económicas y sanitarias de los ciudadanos. En consecuencia, si contrastamos la realidad en nuestro país, con la definición de la  Real Academia, Seguridad Social, Seguridad Jurídica, constatamos con toda certeza, que hemos avanzado significativamente en este terreno, es cualidad de seguro para todo venezolano y reconocido por instancias internacionales, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe ( CEPAL) han ratificado reiteradamente nuestros significativos avances en materia de Desarrollo Humano e igualdad.

    En lo interno, hemos sido testigos de hechos de reciente data, que tienen que ver con los ahorros, las viviendas, los alquileres, los automóviles y hasta los dólares de miles de venezolanos, sometidos a una serie de acciones fraudulentas, desestabilizadoras del presupuesto familiar y el de la economía del país; casos muy conocidos que involucran al Banco Federal, Econinves y todas las empresas derivadas, asociados con Mezerhane y otros encumbrados  empresarios venezolanos; ante estos fraudes el gobierno  responsablemente ha auxiliado a las victimas oportunamente, con lo cual también ha evitado su descalabro moral y económico, con éste actuar nadie puede dudar que ha ofrecido CONFIANZA y SEGURIDAD, la misma que da a todos los venezolanos el cumplimiento, desde ya, de las Metas del Milenio previstas para el año 2015.

    En este contexto, veamos la diferencia en el prefijo "IN”, tiene dos acepciones: in - 1. (Del lat. in-, hacia dentro) pref. Se convierte en im- ante b o p, y en i- ante l o r. Suele significar 'adentro' o 'al interior'. Incluir, insacular, importar, irrumpir. in - 2. (Del lat. in-, de valor negativo  o privativo) pref. Se convierte en im- ante b o p, y en i- ante l o r. Indica negación o privación. Inacabable, incomunicar, inacción, impaciencia, ilegal, irreal. Tenemos entonces que “IN” denota dos significados, el primero, se ilustra con menor frecuencia en la vida cotidiana, es usado casi exclusivamente por las ciencias biológicas y sus afines; el segundo, es un prefijo de negación, partícula que al unirse a determinadas palabras forman antónimos u opuestos, es el que más uso cotidiano tiene y podemos agregar el que más uso mediático tiene, indicativo de negación o privación.  
 
    La acepción "IN" hacia adentro, al interior, nos da la gran alternativa de concebir la inseguridad, como inclusión de todos (situación que ya el gobierno sabiamente lo está cumpliendo) eso significa que la SEGURIDAD, aunque la hemos entendido desde afuera, «es al gobierno a quien le toca, es a la escuela, es al maestro, es al policía…siempre es a otro u otros» ; señores nos toca a todos y tenemos que asumirla desde adentro, desde nuestra casa, nuestra familia, nuestra comunidad, desde el mismo momento en que planificamos tener un hijo, conformar una familia, desde allí comienza el continuo de seguridad familiar, comunal y social.

      Todo esto implica hacerse varias consideraciones: ¿Cómo coordinar la organización social-familiar para que los hijos no queden con extraños y haciendo qué? ¿Seguirán hoy creciendo los hijos sin la figura de ambos padres, ya que ellos trabajan todo el día para brindarles más “confort”?¿Cuál es el confort deseable?¿Será muy difícil la organización socio-laboral, que permita a la madre realizar parte de su tarea laboral en su casa? O ¿será que pueda coincidir la salida del trabajo, con la salida del colegio o una hora antes?¿Será que en la afanada búsqueda de la igualdad de género y de oportunidades, las madres quienes permanecían más tiempo con los hijos ahora casi no están con ellos?¿Será que los consejos comunales puedan ser más eficientemente escuchados, atendidos, a fin de concretar los proyectos (convenientemente supervisados) que faciliten la seguridad familiar-comunal?, preescolares, escuelas, canchas múltiples, entre otros. Son muy variados los cuestionamientos, las inquietudes, que derivan en la necesidad de un debate necesario, pertinente, desde el pueblo organizado para lograr la verdadera transformación «desde el interior, desde adentro, incluyéndonos todos» y comenzando ya..     

*Orientadora-Vocera Comunal


ruthcueto7@gmail.com



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Ruth Cueto *


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