Emergencia por la corrupción

Estos procesos pacíficos tan lejos del concepto de revolución, en un contexto de perenne crisis democrática, nos alejan del socialismo. A lo largo de estos años buscamos con variables enfrentar los problemas que nos afectan desde el principio del proceso sin que hayamos encontrado la fórmula para solucionarlos o al menos mitigarlos entre otros motivos porque la ideología revolucionaria la creamos con fragmentos que van desde el folklorismo, empirismo, tradicionalismo, que no cuajan para el socialismo del siglo XXI.

Izquierdas marxistas, leninistas, chavistas, bolivarianas, trokistas, gramscianas y revolucionarios continúan siendo representativas en el PSUV porque nuestra ideología no está encaminada al poder popular. El PSUV trata de unir esta singular capacidad para trastocar los valores y principios revolucionarios que cada vez nos colocan más lejos de la cultura socialista.

Es necesario preguntarnos si quienes vivimos detrás de Bolívar y Chávez, los que heredamos esta revolución estamos a la altura o nos falta cojones, responsabilidad y compromiso para llevar el color rojo de la revolución y construir una República socialista, defender las libertades y hacer de nuestra herencia una revolución respetable, autónoma, soberana, un ejemplo para la región y el mundo, mas allá de los discursos.

De donde sacamos al hombre y mujer nuevos solo hablando de soberanía, libertad, patria grande; lemas revolucionarios mientras protestamos por la corrupción no por la inflación. Colocamos al sistema en emergencia por la corrupción pero no decimos nada por la especulación que es otra forma de corrupción, es decir, continuamos tratando de resolver los problemas por separado creando resoluciones para combatir la corrupción, otra para la inseguridad, otra para la especulación cuando están unidas por un cordón umbilical llamado burocratismo, sectarismo, primos hermanos de la corrupción.

Declarar una emergencia para combatir la corrupción, es una excusa para que la mediocridad de la que hacen gala las estructuras políticas sea más larga con parrandas, marchas y asambleas de calle; este acomodo solo deja espacio para la curiosidad mientras los hechos y resultados tardan en llegar.

Este asunto está detrás de la vocación revolucionaria, pero, sirve para explicar la solemnidad de los ofrecimientos para reformar la Constitución, cuando somos incapaces de hacer cumplir las existentes leyes ¿Dónde están los asesinos de la MUD?

Soluciones de emergencia que no resuelven ningún problema desde el discurso sino se aplica el radicalismo. Las medias tintas y la demagogia no sirven para enfrentar la corrupción ni la violencia ni el burocratismo.

¿Que principios éticos rigen para combatir estos problemas? Las asambleas de calle, perfecto, ¿Cuándo se empiezan a buscar con el pueblo las soluciones? Ahí está el problema porque las soluciones acordadas deben pasar por los filtros de las estructuras políticas en donde el burocratismo las hace dormir hasta llegar al cementerio del archivo.

La declaratoria de emergencia a nivel nacional debe ser para todos los problemas no solo para la corrupción ¿Dónde quedan el sectarismo y la ineficacia? Estos asuntos alimentan la corrupción y son parte del burocratismo que a su vez frena los trámites para combatir la inseguridad, la inflación y la especulación.

La corrupción tiene varias caras como el enriquecimiento ilícito ¿Dónde están las declaraciones de bienes de todos los funcionarios del gobierno?

Ejecutivo, Asamblea Nacional, consejos comunales, movimientos sociales y PSUV, están anclados en los objetivos primarios en vez de buscar de una vez por todos los derechos colectivos y las libertades en todo el sentido del pensamiento decisivo a la importancia revolucionaria que debe luchar por un socialismo apartándose del cinismo, egoísmo, espectacularidad que buscan quienes llegan a los puestos directivos de estos eslabones públicos.

¿Por qué al sol de hoy, seguimos lidiando con los mismos problemas, temerosos de nuestros derechos, planificando como cientos de veces resolver los mismos problemas y el futuro de la revolución y de este país?

La demagogia nos agobia, no solo es un problema de esta administración, se arrastran estos ofrecimientos desde el presidente Chávez, asunto que conspira en contra del pueblo y del espacio que requiere una verdadera revolución que demanda soluciones a los problemas que están unidos y que desembocan en la corrupción, tema que rechaza la construcción del socialismo.

No estoy diciendo que volemos en vez de caminar. Esta revolución tiende a quedarse en lo pequeño, a mediatizar los principios éticos del cambio cediendo ante el neoliberalismo y es una actitud de todos, cobarde, cínica, que induce a continuar como estamos olvidando que, sin cambiar nuestros hábitos no es posible el socialismo que quiso Chávez y el pueblo de ese entonces.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2106 veces.



Raúl Crespo


Visite el perfil de Raul Crespo para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: