¿Qué pasa Dios mío? ¡Será que no hay booool… para enfrentar y controlar la especulación!!

Me resisto a creer que no hay Booooluntad del gobierno para encarar este flagelo. La especulación no tiene a nadie que le dé un parao… Porque no hay gobierno que gobierne y no hay funcionarios capaces y con booolas que cumplan y ejerzan sus funciones como es debido. No hay funcionarios que les apliquen a esos maleantes todo el peso de la ley… ¡Ah malaya la radicalización del proceso, con un Eduardo Samán como funcionario de talla y peso moral!!

¿Es posible que un vehículo pequeño cueste ahora Bs 150.000 y que apenas hace 3 años costaba solo Bs 30.000 o 35.000… Es decir, ese mismo vehículo en tres años tuvo un brutal incremento del 500%. O lo que equivale a decir, un incremento anual de 166,66%. En una discusión que tuve con mi hijo en relación a este pequeño ejemplo él me decía: Papá este es un gobierno que no sirve para nada… porque teniendo todo a la mano, sencillamente no aplica las leyes y no corrige a tiempo la especulación y los desafueros que cometen a diario los comerciantes inescrupulosos. Papá… este gobierno es permisivo y no tiene carácter para gobernar y todo es mucho bla bla bla…, no gobierna como debiera ser y no tiene la VOLUNTAD para aplica la ley y sus reglamentos…

Y de los repuestos y accesorios, mejor no hablar…, porque eso es quizás peor que la especulación con los vehículos.

Este artículo lo hago con la arrechera que llevo consigo desde muy adentro. Porque veo que Chávez no pega una con los funcionarios que nombra, o es que de antemano se hace el sordo y convalida subrepticiamente el pírrico ejercicio de esos funcionarios, que no son buenos para nada. Valga decir, esos funcionarios no quieren hacer nada por su país o por su pueblo y, más que bien, le hacen un flaco servicio al proceso revolucionario.

Y lo más grave de esos funcionarios es que a parte de hacerle un gran daño a las instituciones democráticas, dañan también la imagen y credibilidad de Chávez y le minan la confianza del pueblo hacia él, como gobernante. ¿Será que el desgaste del presidente durante estos 11 años de gobierno ha hecho mella en su agudo instinto político, y por eso no da pie con bola con el nombramiento de esos funcionarios?

¡Será que el presidente está solo y no hay nadie que lo secunde o lo acompañe!!!

A los ministros, presidentes y directores de institutos autónomos les falta guáramo, y no hacen nada por arreglar las cosas o por comenzar a aplicar las leyes y sus reglamentos. Se hacen los sordos y ciegos cuando les conviene y son proactivos y diligentes cuando hay un interés pecuniario de por medio… Esos funcionarios (civiles o militares) ahí tienen a la mano a la constitución, ahí tienen a la mano a las leyes y sus reglamentos, ahí tienen a la mano todo, todo y…, qué pasa… pues, no pasa nada, nada… ¡Un saludo a la bandera!

Los vagos, maleantes, especuladores, truhanes, estafadores, corruptos de oficio, comerciantes y empresarios inescrupulosos, y toda esa caterva de pillos, maleantes y… pare usted de contar…, tienen ante sí el caldo de cultivo y la venia de un gobierno permiso y complaciente para hacer de las suyas como les venga en gana, y cometer a su antojo todo tipo de pillerías y tramposerías, con la mayor y total impunidad (¡!)

Veo con mucha preocupación que desde el alto gobierno se amenaza y se dicen muchas cosas contra los especuladores, pero no basta con decir y vociferar que se va a aplicar todo el peso de la ley… bla bla bla bla… No basta con que se saque una propaganda por VTV y se diga que en Venezuela –en comparación con otros países latinoamericanos— sí existe especulación con los vehículos, y que su precio en nuestro país es más del doble de lo que cuestan en esos países. No, no, no… ¡Así, no se gobierna! ¿Aplique los correctivos de ley y ya…!!

Ante tal desmadre de impunidad, sólo me queda decir… ¡Dios mío qué pasa! ¡Qué impotencia tan grande!! Pienso, que quizás desperté de pronto “ayer” en el país o la Venezuela equivocada, y me encuentro ahora ante una triste realidad, que cual mal sueño, me hace pensar que no es verdad que vivo en la Venezuela de la impunidad y del asiento de forajidos de todas las calañas. No, no es verdad que la impunidad se haya adueñado de nuestro país, y se hayan echado por la borda los sueños de ver a nuestro pueblo gozar, en justicia, de la mayor suma de felicidad posible…

En la Hojilla se hacen denuncias a diario sobre especulación y tantos otros delitos, y qué pasa….La verdad verdadera, es que no pasa absolutamente nada… Muchas declaraciones, muchas amenazas, muchas averiguaciones… Y no hay autoridad que enfrente o aplique los correctivos de ley para ponerle coto a esos actos delictuales. ¡Hay que ponerle coto a tantos delitos sin delincuentes…! Permisividad, permisividad, permisividad…, en eso andamos y nos movemos…. permisividad, permisividad…

Si no hay gobierno que gobierne, qué se puede esperar de los planes golpistas que a diario implementan los lacayos escuálidos con la mayor desfachatez e impunidad… A falta de autoridad y “carácter”, el gobierno les facilita a un “grupito de disociados” el caldo de cultivo y les pone en bandeja de plata las herramientas para que especulen, conspiren y atenten libremente contra el presidente y sus instituciones democráticas

Solo me queda citar lo que dice con tanto cierto, un fulano del mundo:

"Si hay rectitud en el corazón, habrá belleza en el carácter.
Si hay belleza en el carácter, habrá armonía en el hogar.
Si hay armonía en el hogar, habrá orden en la nación.
Si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo."

joseagaporam@gmail.com


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José Agapito Ramírez


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