¿Cuántos niños y niñas en el mundo tendrán que morir de hambre para que fotografías como ésta no sean posibles?

Niña esquelética, hambrienta y agonizante, arrastrándose en busca de comida cerca de un campamento de la ONU, mientras un buitre espera a que muera.

Niña esquelética, hambrienta y agonizante, arrastrándose en busca de comida cerca de un campamento de la ONU, mientras un buitre espera a que muera.

Credito: Kevin Carter

Sudán mayo 2006. - La hambruna que actualmente azota a cerca de seis millones y muchos más habitantes en el mundo, en África donde los siglos de explotación y neocolonialismo le han provocado grandes penurias como un saco inmenso el subdesarrollo que sufren y le es enterrado a los pueblos como cuchillo por los organismos neoliberales financieros globales y los “países desarrollados” con sus poderosas compañías transnacionales saqueadoras de todos los pueblos del mundo que poseen riquezas naturales. Trae a la memoria esta muy famosa y polémica fotografía.
Han transcurrido apenas 12 años desde que el fotógrafo sudafricano Kevin Carter, uno de los maestros de la fotografía documentalista, de origen sudanés, que hizo noticia mundial con su famosa fotografía capturada en una pequeña aldea de Sudán.

La fuerte e impactante imagen fue portada del Time y que muestra a “una niña esquelética, hambrienta, y agonizante, arrastrándose en busca de comida a un campamento de la ONU que quedaba a 1 Kilómetro de distancia, mientras un buitre espera a que muera”, ganó el importante Premio Pulitzer 1994.

Su fotografía dio vueltas alrededor del mundo, cubriendo su nombre de un reconocimiento que él comenzó a odiar hasta el límite de lo intolerable, “una foto que puede considerarse la suma de lo inhumano: en primer plano una niña sudanés está doblada sobre la tierra, casi moribunda, a causa del hambre. Unos metros más allá, un buitre observa con serena impaciencia el desenlace del drama para iniciar el banquete”.
Esta fotografía dio gran renombre a Carter y fue la de mayor trascendencia en su carrera fotográfica. Sin embargo fue considerada por el autor como la imagen más detestable.
Cuando Carter recibió su premio en Nueva York mencionó que todavía estaba arrepentido de no haber ayudado a la niña y sólo cuatro meses después, el 27 de julio de 1994, Kevin Carter se suicidó.

Mucho se discutió acerca de la responsabilidad de este fotógrafo documentalista al no haber ayudado a la niña. Pero la pregunta cae por su peso:
¿ Cuántas personas en el mundo aportan para ayudar a erradicar el HAMBRE Y LA MISERIA para que fotografías como esta no sea posibles capturarlas ?
Yo rescato, precisamente a que gracias a los fotógrafos documentalistas como Kevin Carter, el mundo tenga la oportunidad de tomar conciencia de la muy dura y triste realidad que muchos seres humanos padecen y viven en nuestro planeta.


*...Y ahorA, Noticias en paralelo afiliado al Bloque de Prensa Alternativa (BPA)


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