Se cumplen 80 años del nacimiento del gran luchador politico Alfredo Maneiro

Alfredo Maneiro

Alfredo Maneiro

30 de enero de 2017.- Este filósofo, artista de la política, y como dijo Gustavo Pereira "…su nombre es aventura, fulgor, torrente de arena, disparo, osadía, reflexión y también suprema inteligencia, destello del pensamiento, aguacero sobre los techos de zinc de mi ciudad y también sabiduría y lealtad y duda y estratágema y cántaro inagotable y desasosiego…", era como la vida misma y con una profunda convicción que el pueblo puede y debe resolver, entre ellos mismos, la construcción de su propia vanguardia política

A los 45 años de edad, muere Alfredo Maneiro por un infarto fulminante del corazón, en el Hospital Clínico Universitario en Caracas el 24 de octubre de 1982...en ese momento sus hijos tenian 21, 17 y 3 años respectivamente.

En un atardecer de los últimos días de enero, al asomarse el 80 aniversario del nacimiento de Alfredo Maneiro (30 de enero 1937), sus tres hijos, Manuel, Ana y Mariana conversaron sobre él, como persona, como político, como humano. Con la serenidad para reflexionar que da el paso del tiempo, los tres hermanos intercambiaron opiniones, historias y revaloraron lo vivido. Esta es un recuento de esa conversación, a veces en retazos, pero asi son las conversas, cuando son de verdad.

"Creo que él logró algo que no logra mucha gente, el poder ser libre en su pensamiento y, a mi manera de ver, deslastrarse de visiones ‘políticas’ que eran preconcebidas y masificadas en terminos globales...fue lo suficientemente valiente para ir contracorriente de todo un grupo de intelectuales de izquierda (de su tiempo), que en lo personal no los considero como tal, porque un intelectual siempre se cuestionaría a si mismo, sus ‘verdades’…y ellos no lo hacían", eso se puede leer en los escritos que quedaron manifiestos en la publicación La Letra R de La Casa del Agua Mansa sobre el compromiso de los intelectuales, relató Manuel.

Manuel explicó que en esa época – final de la década del sesenta y setenta – la izquierda veía hacia Europa o hacia Rusia, "tenían patrocinadores".

"Habían unos tres que los patrocinaba Corea del Norte y uno, Libia, pero en el caso del Movimiento al Socialismo (MAS), ellos eran los que habían adoptado la vía europea al socialismo…eran los reformistas o los socialistas para decirlo de esa manera. Creo que Alfredo fue mucho mas allá. Fue ‘precursor’ (aunque no me gusta esa palabra) con los matanceros, los catienses, quienes con su práctica política cotidiana, en aquella época (década del 70) le dieron vida a lo que en la Constitución venezolana es la democracia participativa y protagónica, con la participación de las personas de verdad y no dejar la acción política en un grupito de ‘profesionales’ de la política…Alfredo rompió esquemas y estaba prácticamente solo en eso, eso es lo que lo hace tan increible".

Explicó que ‘lo increible’ es que se enfrentó a sus propios dogmas, los que eran imperantes en ese momento en el ámbito político (sobre el partido, la vanguardia, el camino para hacer la revolucion).

"Después de muerto, ahí si, ahí fueron todos al funeral, pero a él, en vida, lo dejaron solo, en el sentido de que estaba enfrentado a una sociedad de cómplices y de peligros".

AMPLIACION Y PROFUNDIZACION DE LA DEMOCRACIA

Al hablar del peligro, Manuel se refiere, a lo que implicaba, de verdad, el plantear la ampliación y profundización de la democracia, porque era darle contenido real a la democracia representativa.

"Era disputarle, a los poderes del status quo, en su propio terreno de juego, la bandera democrática, de la que se habían adueñado y reducido a su mínima expresion: votar cada 5 años. Era recuperar el sentido de la democracia profunda, como un ejercicio real de poder cotidiano por el pueblo", expresó Ana.

"En 1981, en pleno gobierno de Luis Herrera Campins (1979-1984), en un viaje a República Dominicana, Alfredo lo pusieron preso y decían que no estaba, que no lo tenían, y entonces creo que fue gracias a Jovito Villalba que tuvieron que liberarlo, pero lo iban a desaparecer. Lo tenían vigilado, y no solo en Venezuela, porque lo de República Dominicana es por los EEUU. Él era un peligro a nivel internacional, para el status quo del momento, porque el avance, el desarrollo de las ideas iban hacia una ampliación de la democracia, encaminado a la inclusión. Estaba develando lo que estaba detrás de las bambalinas de la democracia representativa, con un quehacer político que estaba teniendo una incidencia transformadora en las personas y en los movimientos en que participaban al elaborar su propia política desde las bases y en ponerlas en práctica: ese era el peligro. Alfredo era peligroso por sus ideas y por cómo esas ideas estaban tomando cuerpo en lo social", afirmó Manuel.

"Es que ampliar y profundizar la democracia, asumir que sea participativa y protagónica, no solo es una consigna, aunque para muchas personas es conveniente que sea una consigna. El trabajo político que desarrolló Alfredo dio muestras de lo que en el fondo se trataba y eso era una afrenta también para los políticos ‘profesionales’ de la izquierda, porque Venezuela es un país que históricamente no ha pasado más allá de un estadio: el de los líderes, los caudillos, como en el siglo XIX, y eso ocurre también en el campo de la izquierda. Alfredo estaba haciendo un esfuerzo real para transformar eso".

Cuentan los compañeros que tuvo en el Frente Manuel Ponte Rodríguez en Oriente, que Alfredo rompió con esa práctica de que el comandante hablaba primero para dar la "línea". "Promovía que hablaran los compañeros, que cada uno expresara cómo veía la situación y propusiera, escuchaba y lo que hacía al final era una especie de síntesis y planteaba nuevas interrogantes para ir elevando el nivel de conciencia, no era un hombre que dictara la línea. Construía con ellos, pero eran ellos los que construían la política y eso no es facil", expresó Ana

"Para mi, hay otro punto que muestra el tipo de persona que era Alfredo. En plena lucha guerrillera, habían unos compañeros que por circumstancias que no son esenciales a la historia, se habían quedado varados en el exterior y Alfredo solicitó el apoyo de Cuba, le respondieron que lo apoyaban para ‘reingresar’ a los compañeros, pero si se dejaba ‘orientar’ por los cubanos en la lucha guerrillera que desarrollaba…Alfredo contestó que no, por mucho que necesitaban el apoyo, el Frente que el comandaba, decidía por si, y ante si, las acciones que iban a realizar. Busco apoyo ante otras organizaciones de izquierda y quien le brindó el apoyo, sin condiciones en aquel momento, fueron los chinos.Alfredo tuvo una relación muy cercana con China y se reunió directamente con Mao Tse-tung".

¿CÓMO ESTÁ LA CAUSA?

"Èl tuvo la habilidad de transmitir las ideas de unos a otros, como un conector entre diferentes realidades. Recuerdo cuando la gente de Pro Catia viajo en solidaridad con Los Matanceros en Ciudad Guayana, creo que llevaron una obra de teatro. Diferentes realidades, diferentes luchas, con dinámicas propias, pero una causa en común, apropiarse del ejercicio democrático".

"Alfredo conectaba a la gente, de verdad viajaba de un extremo al otro del país para sentarse a hablar con solo una persona. Si le hablaban que había alguien interesante que se estaba cuestionando el quehacer político ‘tradicional’, que tenia un trabajo en su comunidad o con los estudiantes - por dar un ejemplo - él se movía en el volkswagen y llegaba hasta donde se encontrará. Era la búsqueda de los iguales, en el sentido de que se estuvieran cuestionando los dogmas, lo que existía como la práctica política, y también estaban en algo, tenían una ‘causa’ por la que estaban dando su pelea. La pregunta era ¿cómo esta la causa? y la discusión era franca y directa, con argumentos, creo, de verdad, que él iba mucho más allá de la izquierda".

"Yo creo que ya el es un personaje histórico. El es muy ‘folklorico’, en el sentido de que era una muestra de lo que es el país...el era muy el país. La contradicción de una persona iluminada, de alguna manera, y todos los tabúes de un venezolano, porque logró ir mas allá del dogma, porque logró vencer sus propias taras impuestas por la educación, por la sociedad. El hecho de que el haya andado con mi mama (Anna Brumlik), y que tenian esa relación tan especial en Venezuela, para un venezolano, y no es que este hablando en contra del venezolano, es que así son las cosas. Esa idea de que ‘tienes que estar conmigo, las ‘supuestas’ tareas de la mujer, etc…Ellos tenían una relación de libertad, de compañerismo, él vio en ella una compañera de verdad, que era su igual. Eso no es frecuente aquí y eso es muy polémico, porque es muy difícil que la sociedad venezolana, que es muy machista, logre ver que eso es importante, porque todo se centra en él, en el hombre…", comentó Manuel.

"Él era un equipo, y todos nosotros pertenecíamos a ese equipo. Él no hubiese podido hacer nada, si mi mamá no hubiese sido libre o nos hubiese pasado algo a nosotros. Era esa noción de libertad, la que le permitía tener a su familia de alguna manera, y al mismo tiempo, hacer todo. Eso, creo, que es lo más arrecho, la parte humana, que logro evolucionar de un venezolano típico, que creció con una venezolana (la madre de Alfredo: Ana Leticia González) del estado Táchira, muy fuera de lo común, pero con una personalidad muy fuerte y ese caracter, se lo transmitió a él, a sus hermanos y a su hermana Rocío".

"La abuela era una persona de avanzada pero de una personalidad dura, con una visión de la vida rígida...a nosotros nos ponían a comer aparte, nunca con los adultos…algo que no ocurría en nuestra casa", acotó Manuel.

La madre de Alfredo, Ana Leticia González, nació en el pueblo de Rubio, estado Táchira, en el año 1900, fue fundadora de Acción Democrática en la zona, escribía poesía, cuentos y teatro, "una actividad que no era considerada apropiada para una jóven mujer en esos tiempos"…fue amiga de Andres Eloy Blanco y trabajo muchos años como la encargada de hacer el programa nutricional de las prisiones en Venezuela…se movía por toda la república para evaluar y garantizar el valor nutricional de las comidas en las prisiones venezolanas, "hasta en bongo se trasladaba e incluso existe un recetario que elaboró por todos los años de experiencia en la cocina venezolana", detalla Manuel.

"Alfredo logró ser una persona de avanzada en lo humano y venció los dogmas, fue mas allá de sus propias taras culturales, sin convertirse en un estrafalario. Era muy parco, muy clásico pero tenía eso de ser uno mas. Tu lo veías y no sabias que estaba transgrediendo normas".

"Él venía de ser un comandante guerrillero, de ser dirigente estudiantil, participó en lo del maletín de Moscoso en la Universidad Central de Venezuela en 1961, (en una acción muy audaz, los estudiantes venezolanos ‘retiraron’ documentos que llevaba el embajador estadounidense, Teodoro Moscoso, en su carro y que tenía las orientaciones del Departamento de Estado al gobierno venezolano. Posteriormente, Ernesto ‘Che’ Guevara, leyó los documentos, como una denuncia internacional en la Organziacion de Naciones Unidas – ONU – ese año), y participó en otras cosas que eran fuertes a nivel internacional. Tenía la visión de un venezolano universal, global. Nunca vamos a saber todas las cosas en las que estuvo involucrado. Sabemos que estuvo en Vietnam, en China, que estuvo en comunicaciones para que el ‘Che’ Guevara viniera para Venezuela, en vez de Bolivia o que estuvo en contacto con Ilich Ramírez y la lucha del pueblo de Palestina"

LA MESA DE 5 PATAS

Por su parte, Mariana, resaltó la metáfora de ‘las cuatro patas de la mesa’, "me gusta la idea de que quisiera tocar cada fibra de la sociedad venezolana a tráves de los grupos, que él sentía como importantes o como de avanzada, para poder proyectar una Venezuela distinta. Me parece que estos cuatro sectores, como las patas de la mesa, si podían ser como fundamentales para echar para adelante un proyecto distinto en el país".

"El sector estudiantil, tanto el universitario como el de liceo, el sector de las comunidades o bases organizadas, como el trabajo en Catia que fue muy importante. Lo que se hizo en las empresas básicas, donde estaba la posibilidad de organizarse de una manera distinta a los sindicatos tradicionales, sobre todo en Guayana. Y lo cultural, con La Casa del Agua Mansa, que podía plantear una nueva hegemonía cultural, podía sentar las bases de cómo pensar el país de una manera distinta en el ámbito de los intelectuales".

"Pero además estaba la ‘quinta pata’ de la mesa, que era como la escondida. La parte militar que también sabemos que en el caso de Venezuela, como de muchos procesos de cambio en Latinoamérica, si tu no tienes un trabajo hecho en lo militar, es difícil hacer algo"

"El ‘cómo’ pensaba en el proyecto político y el ‘cómo’ pensaba impulsarlo, me parece una visión más redonda, más abarcadora. También me leí la entrevista de Iván Loscher. Me quede con su visión sobre el MAS y por que no el MAS. Eso tenía mucho que ver con el construir desde la base y con esa seguridad de que los propios sectores podían impulsar un cambio en este país, una nueva hegemonía. Construir un nuevo terreno de juego".

"Creo que la imagen de la ‘mesa’, denotaba en él una forma de querer pensar a Venezuela desde Venezuela misma, a través de los mismos actores, relacionándose con ellos. Dar una imagen de Venezuela amplia, plural y vigorosa, porque ahí estaban las potencialidades y las que después rindieron frutos, tanto en el 89, como en el 92 y en el 98", afirmó Mariana.

"Los pensadores de ese momento, de la izquierda, tenían una mirada muy hacia fuera. Hacia los que los apadrinaban, Rusia, Cuba, Libia, Francia...en términos económicos. Entonces, los tomanban como referentes o como modelos. La Causa era un trabajo de vernos a nosotros mismos", comentó Manuel.

"También está la cuestión de la ‘discusión’ política. La izquierda tiende a lanzar epítetos: ‘reformista’, ‘vendido’, ‘traidor’, no discuten con argumentos sino con adjetivos descalificativos, pero este tipo (Alfredo) tenía cojones, porque discutía con argumentos y con base en una práctica política propia, sea con la experiencia de Los Matanceros, de Pro Catia, de Bafle, de Prag. Sacando ejemplos de las luchas de ellos…rompiendo la idea del líder, dándole peso al movimiento que tenía sus propios liderazgos, pero siempre intimamente vinculados al movimiento. También tenía una fuerza moral que le daba el haber sido un comandante guerrillero, es decir, que puso su vida en el fuego".

"Eso no era fácil (desmontar lo del líder), y además, todos tus amigos o los que conocías, estaban en otra. Porque el Partido Comunista de Venezuela (PCV), los sacaba, los llevaba para acá , para allá…el dinero…él no fue parte de eso y con un volkswagen se puso a recorrer todo el país para ir formando una organización política. Hay que quitarese el sombrero".

"Creo que hay personas y sectores que le tienen miedo a las ideas de Alfredo, porque son muy provocadoras, y por eso agarran una frase descontextualizada, como la de ‘eficacia política y calidad revolucionaria’, y la repiten, casí como si estuvieran haciendo un conjuro, pero no hablan del texto completo, que solo son 22 páginas y fue escrito en 1971 para "un grupo de estudiantes, para facilitar la discusión entre ellos" y que se denomina ‘Notas sobre Organización y Política", opinó Ana.

"Es posible que no comprendan el texto o lo que creo, lo comprenden demasiado bien…y lo más genial es que Alfredo escribió las notas para incentivar la discusión".

"ESTÁS LOCO"

"Tenía una fuerza, una convicción sobrehumana porque también motivaba. Era un esfuerzo contracorriente y todo el mundo le estaba diciendo ‘estás loco’…y él siguió, rompiendo dogmas. Unos continuaron con los rusos y los cubanos y otros, con la vía europea al socialismo y Alfredo, ninguna de las dos", acotó Manuel.

"Lo fácil es andar el camino que todo el mundo hace, lo arrecho es hacer algo distinto…ir mas allá de tus propias taras mentales, culturales. Él lo logró, de alguna manera, en ese aspecto político sobre todo y fue genial. A mi manera de ver, fue una evolución humana, espiritual, personal que se expresaba en su vida familiar, política, en todos los aspectos. Lo veía como un artista de la política, en el sentido innovador, en lo creativo, en el sentido de enfrentarse. Eso es arrecho. Además tuvo tiempo de estudiar filosofía, después de los 35 años, en un país en que la juventud es reverenciada y sacó su tesis de Maquiavelo. Pedro Duno, (profesor de filosofía de la UCV), lo veía como un igual y él no veía a un igual en cualquiera".

Alfredo podía hablar con todo tipo de personas, sea de un centro poblado pequeñito, un trabajador siderúrgico, un catiense o con un aristócrata venezolano como Olavarría, y con todos hablaba de la misma manera. Esa es una de las cosas que mas recuerdan de él, porque transmitía afecto, lo sentían un igual…que era su forma de ser", concluyó Manuel.

Hay muchos relatos de Alfredo Maneiro, historias de cuando era niño, líder estudiantil, en la lucha contra Perez Jimenez, comandante guerrillero en el Frente Manuel Ponte Rodríguez; participó activamente en la discusion que llevo a la división del PCV , el discurso ‘memorable’ que hizo cuando fue invitado a formar parte de la direccion nacional del MAS y explicó porque ese partido no iba a lograr sus objetivos, fue el primer comandante que "bajo de la montaña" porque considero que era necesario regresar a las ciudades y dar la pelea con el movimiento popular ,...y de ahi uno de sus textos mas contracorriente, Notas sobre Organización y Política, puntualizando dónde estaban los nudos de la discusión en el PCV y en otros partidos de izquierda …la propuesta de Olavarria, el trabajar y buscar aquellos con el cual construir una opcion de futuro en el país...estudio filosofia, escribió una tesis sobre Maquiavelo y dio clases en la escuela de comunicación social de la UCV, mientras continuaba un trabajo político, del cual estaba claro, era un aliento a largo plazo.





 



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