Yomaira, la maracucha paralímpica que nunca se ha sentido diferente a los demás

Yomaira Cohen

Yomaira Cohen

Credito: AVN

Caracas, 23 Jul. AVN.- Alta en tamaño y jocosa al hablar con su particular acento marabino. Con parálisis parcial en su brazo y pierna izquierda, no se siente diferente a los demás. El atletismo es su vida y pasión. Su nombre es Yomaira Cohen. Orgullo nacional en el lanzamiento de disco, bala y jabalina.

Nacida en el estado Zulia, Cohen es la tercera de cuatro hermanos y, una de las atletas venezolanas que ha demostrado su talento y su alto nivel competitivo en importantes escenarios deportivos. Incluso, clasificó a los Juegos Paralímpicos Londres 2012.

Lucha a diario por ser la mejor, a pesar del cansancio físico que producen las 3 horas de entrenamiento matutino y las otras 3 en horario vespertino.

"Mi día empieza a las 5:40 de la mañana, a esa hora me levanto y corro para arreglarme y estar lista a las 6:00 en punto, porque si llego tarde mi entrenadora da por terminado el entrenamiento", contó a la Agencia Venezolana de Noticias.

Una vez en el campo, comienza la rutina trotando, luego vienen los ejercicios de elevación de rodillas, patadas a los glúteos, el salto del indio (con los brazos levantados) y carreras progresivas para efectuar los lanzamientos.

"Estos lanzamientos se hacen hacia el frente y hacia atrás. Siempre tenemos la costumbre de lanzar y medir, como si estuviéramos en competencia, eso nos ayuda a conocer el rendimiento que tenemos".

Yomaira es la única del equipo nacional de atletismo que asiste a las competencias en las tres pruebas (disco, bala y jabalina), por lo que "a veces le digo a la entrenadora ¡Conchale me estás matando chica!, pero entiendo que es por mi bien, para mejorar mi rendimiento", dice siempre con una sonrisa en su rostro.

El ascensor 

El nacimiento de Yomaira Cohen fue atípico. Su madre bajaba en el ascensor del edificio para ir al recinto donde daría a luz, pero en ese momento, el elevador se atascó y la mujer tuvo a su hija atrapada dentro del elevador.

Al no haber suficiente oxígeno en el lugar, la bebé sufrió parálisis cerebral y compromiso motor, tanto en su brazo como pierna izquierda.

Sin embargo, "puedo correr y hacer todo lo que quiero. Y lo que no puedo realizar entonces lo dejo y pido ayuda. Aunque por lo general hago todo sola. No me siento diferente a los demás, me criaron del mismo modo que a mis hermanos. Nunca me hicieron sentir distinta a ellos".

Igual que muchos jóvenes, le gusta ir al cine y pasar tiempo con su familia. Disfruta mucho las visitas que le hace a su madre en Maracaibo. Cuando está allá, eEl momento más especial es cuando sale de su casa y entonces recibe de su madre aquella frase reconfortante "que Dios te bendiga hija". 

"Eso me da fuerza. Me hace sentir preparada para el próximo desafío. Me voy bendecida por mi madre y con el apoyo de la familia".

Atleta sin buscarlo

Para Yomaira su vida tiene mucho valor. En su mente no caben palabras como "discapacitada". Antes de ser atleta, estudió su bachillerato y jugó kikimbol con las compañeras del liceo.

"Me quedaba mucho tiempo jugando y por eso me regañaron varias veces, pero es que de verdad me gustaba", relató.

Una de sus vecinas, en aquel momento, era una de las grandes figuras del deporte paralímpico venezolano, Yadira Soturno, quien es velocista sobre silla de ruedas, con múltiples triunfos, entre los cuales destaca un trío dorado en 100, 200 y 400 metros planos en los paranacionales 2011.

"Ella me insistió que fuera al estadio Pachencho Romero, porque allí enseñaban deporte a personas con discapacidad, el asunto estaba en que yo me negaba porque no me sentía inferior a los demás, me sentía igual, una persona sin discapacidad".

Pero Soturno fue mucho más insistente y en 2003, Yomaira (actual quinta del mundo en lanzamiento de jabalina, séptima en disco y novena en impulso de la bala) por fin aceptó la invitación.

Su estreno fue una sorpresa hasta para ella misma. Se convirtió en unas de  mejores del Zulia. Ganó medallas rápidamente para su estado, y ese mismo año (2003) viajó a Mar de Plata, Argentina, para su primera competencia internacional.

"El día de mi competencia internacional, allá vi una canadiense que se veía muy fuerte, y yo quedé tan impactada que me sentía chiquitica; Le decía a mi entrenador ¡sácame de aquí que ya perdí! ¡Mira cómo lanza, más fino (en tono irónico)! Los nervios me tenían mal. De repente veo que ella lo que tenía era tamaño porque no sabía de técnica. Al final quedé de cuarta", narró.

En busca del cupo directo 

Río de Janeiro, Río de Janeiro. Esa ciudad de Brasil, donde se efectuará  la XV edición de los Juegos Paralímpicos, retumba en la cabeza de la lanzadora todos los días, desde que se despierta hasta que se acuesta. No como una preocupación, sino como una meta por cumplir y por la cual se esfuerza en cada uno de sus entrenamientos.

Yomaira estuvo el año pasdo en los Paralímpicos Londres 2012, donde obtuvo dos diplomas, uno en jabalina (5to lugar) y otro en disco (7mo lugar).

A la atleta zuliana le queda un largo camino para lograr el pase a Brasil, aunque tiene la posibilidad de clasificar de forma directa, si se mete en el primer o segundo lugar, en el Campeonato Mundial de Atletismo Paralímpico que se efectuará en Lyon (Francia) del 19 al 28 de julio.

"Conseguir el cupo es mi meta más importante ahora, cuando fui a Londres me sentí muy bien, todos me decían que estaba en otro nivel, pero sólo lo creí cuando vi a mi Juancito ( Valladares, su esposo) ahí junto a mí. Él es un atleta élite y compartir allí juntos fue hermoso", dijo con un brillo en sus ojos que denotaba el retorno a aquel momento de ensueño.

"Los cupos son muy pocos y están escogiendo a los que tengan la mejor posición en el ranking y la marca A en cada prueba. Yo tengo posibilidades porque estoy de quinta (jabalina), séptima (disco) y novena (bala), pero igual no puedo confiarme", agrega.

Su familia, esposo, entrenadora y psicóloga, son piezas fundamentales en la vida de esta atleta que brilla con luz propia, que desafió los pronósticos médicos, tras sufrir parálisis parcial al nacer en un ascensor.  Ha sido el amor de su familia la causa de su crecimiento presonal y el apoyo sin discriminación que ha recibido de la Revolución Bolivariana lo que contribuyó a confiar en sí misma y valorarse, pese a a sus dificultades físicas.

"Soy feliz, me la paso sonriendo a la gente. Me han pasado muchas cosas en la vida, pero si algo recordaré siempre es cuando salí al estadio de Londres y vi a todas esas personas mirándome. ¡Aquel día me puse tan nerviosa! Pero al mismo tiempo me dije: ¡Yoma, lo hiciste, estás en otro nivel!".

 



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