No es de extrañarse que el gobierno narco-paramilitar de Juan Manuel Santos, se valga de las más bajas artimañas para tratar de derrotar la resistencia heroica de las FARC-EP, complaciendo con ello a la oligarquía colombiana y al imperialismo. Para ello se han valido no solamente del feroz combate militar contra los guerrilleros, sino a menudo de la criminalización y persecución de quienes simpatizan con su lucha, o bien suponen que simpatizan con ellos.
Sin embargo, en este caso no podemos ignorar el hecho de que es el gobierno de Venezuela quien se ha prestado a colaborar con la labor contrainsurgente de la oligarquía criminal colombiana. A la captura del camarada Julián Conrado se suma la detención del periodista Joaquín Becerra, director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL), señalado por el gobierno colombiano como colaborador de las FARC-EP. Estos hechos ponen en entre dicho la confianza que los pueblos en lucha y las organizaciones revolucionarias han puesto en el gobierno de Venezuela.
Exigimos enérgicamente la inmediata liberación de Julián Conrado y exhortamos al gobierno de Venezuela a no ceder en la petición de extradición que hace el gobierno colombiano. Ningún gobierno que se llame a sí mismo revolucionario o bolivariano puede prestarse a entregar en manos de un gobierno terrorista y narco paramilitar a un hombre digno y comprometido con la causa emancipadora de los explotados. Nada puede justificar esta detención, ni siquiera los argumentos legales, pues nadie puede negar la justeza y legitimidad del pueblo colombiano en su lucha. Además, si recurriéramos a esas leyes que dicen cumplir, los primeros en ser detenidos habrían de ser precisamente los gobernantes colombianos, quienes han pisoteado a su pueblo y han violado sistemáticamente la Carta Universal de los derechos humanos. Es el gobierno narco paramilitar de Colombia y su recalcitrante oligarquía, quienes son probados criminales de guerra, artífices de masacres, promotores del paramilitarismo y cuyo sistema judicial ha demostrado en repetidas ocasiones el ser parcial y faccioso.
Hacemos el llamado al gobierno venezolano a tener congruencia y refrendamos que, como comunistas, nunca habremos de consentir ningún hecho represivo contra las clases explotadas ni contra ningún revolucionario, sea cual sea la situación legal de su lucha. Al gobierno venezolano le decimos que no ignoramos a quién podrían incomodar, si liberan a Julián Conrado y las consecuencias que ello podría acarrear, pero siempre insistiremos en que los principios no pueden negociarse. Le decimos que todavía está a tiempo de detener esta infamia, de otra forma su colaboración contrainsurgente y su mezquino servicio al imperialismo quedará grabado con tinta indeleble en la Historia. La unidad latinoamericana vendrá sólo de sus pueblos, nunca de los oligarcas que traicionaron a Bolívar. Un gobierno digno de ser llamado revolucionario no puede olvidar que la solidaridad es un principio básico de la acción revolucionaria., no puede olvidar que la solidaridad es la ternura de los pueblos, debe recordar permanentemente que no es nada sin el pueblo, porque los gobiernos se van, pero los pueblos, su lucha y su historia siempre se quedan.
¡LIBERTAD INMEDIATA AL CAMARADA JULIÁN CONRADO!
¡VIVA LA JUSTA LUCHA DE LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA!
Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de México