Tal vez cuando usted lea esto, notará que en esta plaza existe un soberano hueco (¿por qué tanto apuro?) sobre el que se piensa erigir, según nota aparecida en U.N., un obelisco.
Esta que podría ser una nota común, se convierte en una noticia asombrosa cuando se reseña (expuesto por Lucas Pou Ruan y Gilberto Rodríguez) que en la plaza instalaran un ¡obelisco! (de 50 metros de altura, el alto de un edificio de 20 pisos) No me asombra la altura, si no el OBELISCO, y es nuestra inquietud, nuestro derecho a la protesta, a pataleo a opinión o a lo que sea, salirle al paso a semejante disparate aunque sea tarde. (tarde porque lo informaron cuando estaba consumado el echo).
La construcción de un obelisco en un espacio de la plaza de El venezolano, parece proyectado por personas que desconocen tanto de nuestra historia como del significado de la figura obelisco.
El obelisco, es una expresión mágico-religiosa que erigía el antiguo pueblo de los faraones egipcios para honrar a Ra, o dios sol. Ésta se componía de una pieza de piedra (monolito) de base cuadrada, completada por cuatro trapecios isósceles muy alargados y su cúspide era rematada con una pirámide realizada en lámina de oro o de cobre. Esto es, que el obelisco es un monumento religioso, rematada por una figura funeraria, la pirámide.
Nuestra contrariedad estriba, en que a pesar de existir en nuestra patria tres obeliscos (aunque el de Barquisimeto, no tiene nada de obelisco porque es un paralelepípedo) y de ser honrado el libertador Simón Bolívar con otro en la ciudad de Polanco en México; y que además vivimos un momento histórico por estarse desarrollando un proceso de liberación de las diversas formas de coloniaje, sea educativo, productivo o político, proceso que asumimos y entendemos como revolución, nos extrañamos sobre las motivaciones que conducen a erigir esta figura en el centro de Caracas y nos preguntamos:
¿Qué relación guarda un obelisco con un pueblo de cultura íbero-moruna, judeocristiana, con fuerte influencia de africanía y americanía como el nuestro?
¿Se desconoce que el catolicismo es una religión monoteísta y el obelisco representa a una politeísta y por lo tanto, estas figuras o íconos nos son ajenas?
¿Se desconoce que los colocados en el Vaticano y otras ciudades europeas, se exhiben como piezas artísticas, aunque en realidad sean alardes y vanidad de filibusteros por haber sido hurtados de Egipto?
Nuestras interrogantes aumentan, ¿En qué se inspiraron estos proyectistas? No respondemos: pueden haberse planteado un reto, construirlo en un lugar céntrico con abundantes edificaciones para romper la monotonía como inicio a una “revolución” arquitectónica.
¿Cuáles serían sus motivaciones? Tal vez sean personas cultivadoras de la “geometría sagrada” o seguidoras de las neo religiones, (sectas de dominio económico) como las llamadas de los “iluminati”, La hermandad babilónica o El gran trabajo de las Eras (buscar en la red) y se sienten en la necesidad de implantar estos símbolos como parte de sus mitos, ritos y fetiches religiosos que entre otros figura la flor de Lis como la trinidad de Nimrod, antorchas, ojos de Orus y pirámides.
¿Qué se persigue con la construcción de esta obra (adefesio)? Seguimos sin entender. Tal vez la respuesta se encuentre en la “inmortalización” del ego de quien, a falta de imaginación, recurre a esta exótica figura que con sólo agregar algunos altorrelieves sobre los héroes de la patria, mostrará jactancioso “su” creación, agregando que su nombre quedó plasmado en el centro de Caracas.
Seguramente lo anterior, este alejado de los verdaderos motivos que se estudiaron para su edificación, pero sea cual sea la “musa” que inspiró a estas personas, el obelisco es ajeno a nuestra cultura y si estamos en medio de un proceso revolucionario en el cual, el rescate de nuestro acervo histórico es prioritario al igual que la inclusión y opinión del pueblo es tomada en consideración ¿por qué no se llamó a concurso para tal evento? La respuesta será pueril: porque tenemos la fecha encima. (Lo quieren para celebrar el bicentenario del 19 de Abril)
Como somos contrarios a la construcción de este obelisco y hasta entenderíamos lo del tiempo, proponemos que en su lugar se coloquen algunos de los valiosos petroglifos rescatados del Guri, o copias de los más representativos diseminados por todo el país para evitar su movilización y daños en los originales, además de ser menos costoso que levantar una torreta de 20 pisos.
Estos petroglifos son nuestra herencia araguaco-caribe. Con una acertada exposición y explicación pedagógica de su origen, que aunado al lugar privilegiado que es la plaza El venezolano, será gallardo homenaje a la insigne gesta de resistencia de nuestra heroica nación caribe y fuente de conocimiento para el pueblo de su ancestral historia. Pero… ¿podrá nuestra propuesta contra el ego del arquitecto?
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